Cuando tomamos la decisión de invertir existen tres aspectos a tener en cuenta.
1.- Cuánto vamos a invertir: Hemos de decidir qué parte de nuestro capital vamos a elegir para la inversión. Sobré este aspecto ya hemos hablado en anteriores posts. Mi consejo sigue siendo el mismo, si es nuestra primera vez, pues poco. Del 10 al 20% de nuestro capital si este ronda los 10.000 a 15.000€ y subiendo. Para alguien que tenga mucho más, 100.000€ o así, y que también quiera iniciarse puede que sea más recomendable bajar del 10%, quizá el 5% tan solo. En esta primera etapa queremos minimizar las pérdidas a costa de sacrificar ganancias potenciales. Vamos a entrenarnos y esta etapa puede durar un año o algo más y es en donde yo me encuentro. De aquí que todo lo que yo voy aprendiendo lo iré plasmando aquí de la mejor manera posible.
2.- Dónde lo vamos a invertir: Tenemos decidida la cantidad a invertir pero ¿y ahora que? Tendremos que decidir en qué sectores y activos colocamos nuestro dinero. En el mundo de las cuentas bancarias el dónde es cosa fácil, allí donde obtengamos mayor rendimiento, mayor flexibilidad y mejores condiciones. Y esas condiciones van garantizadas por un contrato y son de obligado cumplimiento. Por si esto fuera poco, en caso de quiebra de la entidad los fondos de garantía cubren nuestro dinero. En la renta variable, por definición, no hay nada garantizado. Así que dedicaremos toda esta entrada a hablar de este punto.
3.- Cómo invertir: Finalmente, está el cómo. Es lo que llamaríamos el método o el sistema. Pero conviene saber que, de nada sirve tener un buen método si se falla en los otros dos aspectos. Es la combinación acertada de las tres patas de la inversión financiera la que nos dará una buena rentabilidad. A esta pata le dedicaremos buena parte de las entradas que vienen.
Acciones
Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando queremos invertir son las acciones de empresas. Posiblemente desde nuestro propio banco podamos abrir una cuenta de valores, así mismo también vemos que hay multitud de ofertas de agencias de valores que se dedican exclusivamente a eso. Conviene saber que no todos los brokers nos van a dar acceso a los mismos mercados ni tipos de activos. En cualquier caso, si nos centramos en el mundo de las acciones y en los principales mercados, el Europeo y el Americano, casi todos los brokers nos darán acceso a ellos.
Como ya debéis saber las acciones se distribuyen en mercados nacionales en los que cotizan por lo que deberíamos pensar también en qué mercados vamos a invertir. Si estamos empezando, como debería ser el caso de la mayoría de nosotros, yo creo que deberíamos ceñirnos al mercado español por varias razones.
1.- Conocimiento del mercado: los valores españoles son los mas accesibles. Podemos obtener abundante información acerca de ellos en nuestro idioma. Convivimos a diario con las empresas que cotizan, las conocemos mejor, sabemos qué productos desarrollan y tenemos mejor conocimiento sobre las necesidades de consumo de los españoles. Para alguien que acaba de empezar esta diferencia de conocimiento es aun más abismal por lo que invertir en otros mercados sería casi lo mismo que ir a ciegas.
2.- Menores comisiones: Invertir en acciones de otros mercados acarrea mayores comisiones. Suelen tener, además elevadas tasas mínimas por lo que para capitales de inicio reducidos de entorno a los 2.000€ pueden restar mucha rentabilidad a nuestras inversiones, más aun si tenemos intención de diversificar mínimamente nuestra cartera. Solo por ese motivo deberían descartarse para empezar. Ya tendremos tiempo de explorar otros mercados.
3.- Riesgo de divisa: finalmente, todos los mercados que están fuera de la eurozona incurren en el llamado riesgo de divisa que puede jugar a nuestro favor pero también a nuestra contra. Si no dominamos el mercado de divísas nos arriesgamos a que nuestra inversión corra con pérdidas añadidas debido a la depreciación de la moneda en la que invertimos. El contexto actual, especialmente en lo que respecta a la cotización del Euro frente al Dólar es el de una depreciación sostenida de ésta última moneda por lo que cualquier inversión en dólares debería tener en cuenta estos factores lo que sin duda complicaría más nuestro plan inversor al tener que controlar otro índice más.
Naturalmente todo tiene sus desventajas y el mercado español también las tiene. El nuestro es un mercado menos líquido, con menor volumen, y con unas pocas empresas que ponderan muchísimo. De hecho, el ibex35 se podría decir que es BBVA, BSCH y Telefónica. Por otra parte también tiene una menor representación sectorial con notables carencias, por ejemplo en el sector farmacéutico o en el de la minería de metales nobles.
Invertir en acciones puede que nos cueste más en comisiones que otro tipo de inversiones como los fondos o los derivados pero también nos da un mayor control sobre nuestra cartera, de hecho es un control total ya que nosotros decidimos qué valores queremos y cuales no y qué estrategias de compra-venta vamos a llevar a cabo. El problema de las acciones es justamente ese, nosotros decidimos y tenemos que decidir bien. Una buena idea es, para empezar buscarse no más de tres valores de los que creamos que tienen buenas expectativas de crecimiento a medio plazo y repartir el dinero entre ellos a partes iguales. Pero, ¿cuales son esos valores? Pues habrá que invertir a partir de un mix entre el análisis fundamental y el técnico.
1.- Análisis fundamental: se trata de analizar las cuentas de la empresa, sus balances y su expectativa de crecimiento. Hacerlo bien es complicado y aunque las empresas están obligadas a presentar sus cuentas en bolsa no es sencillo extraer en ese mar de números algo de información útil. Como mínimo nos deberíamos fijar si sus ventas se han incrementado y como ha evolucionado su margen de beneficios. De todas formas y para empezar, nos quedaremos en lo superficial que será más que suficiente.
2.- Análisis técnico: se basa en las cotizaciones pasadas del valor. Puede hacer uso del cruce de medias móviles o de otros indicadores numéricos o gráficos como las velas japonesas. También se considera análisis técnico al chartismo o análisis de gráficos a partir de directrices, resistencias y soportes. Personalmente considero que la fluctuación de la cotización de cualquier índice es esencialmente un sistema caótico a medio/corto plazo por lo que intentar la predicción de la tendencia a partir de un gráfico no debería tener mayor probabilidad de éxito que una decisión efectuada al azar. De hecho, con el chartismo se puede explicar cualquier movimiento bursátil y a partir de un mismo gráfico se pueden ver cosas diferentes según lo que el analista quiera ver. Bajo mi punto de vista yo no me rompería la cabeza intentando adivinar algo a partir de los gráficos. Si a caso si pueden servirnos para interpretar su psicología. Con esto, quiero decir que si la estructura del mercado puede hacer pensar a muchas personas en comprar lo más seguro es que esto ocurra, pero ojo lo que puede ser válido para mercados muy líquidos no lo será para los poco líquidos ya que estos están más dominados por tres o cuatro manos fuertes que manejan el cotarro a su antojo.
Volviendo a nuestro análisis mixto para elegir la primera cartera. ¿Como realizamos dicho análisis? En primer lugar tenemos que ver el contexto del Ibex35. El índice se ha recuperado prácticamente en un 80% desde las fuertes caídas del 2008, pero si tenemos en cuenta como funciona el Ibex vemos que esta recuperación es debida en su mayor parte a los tres valores fuertes antes citados, BBVA, BSCH y Telefónica. Eso significa que más de la mitad del parqué se halla en suelos o con recuperaciones entorno al 50% o menos. Así que a nivel técnico habría que fijarse en aquellos valores que aun tienen recorrido de recuperación. ¿Y a nivel fundamental? Pues muy sencillo, olvidarse de inmobiliarias y constructoras y centrarse en aquellos sectores que van a seguir teniendo ingresos pase lo que pase. Por sectores, energético, eléctrico, farmacéutico, minería de metales nobles y telecomunicaciones. Aquí en España las telecos son Telefónica y esta ya ha recuperado gran parte de su valor, quien ya se subió acertó. De las constructoras solo deberían interesarnos aquellas que tienen fuerte presencia en el sector ferroviario ya que son las que se podrían llevar adjudicaciones importantes a medio/largo plazo. Por lo que respecta al sector energético y eléctrico tenemos a buenos blue chips algunos en suelos esperando remontar, Iberdrola, Gas Natural, Repsol, Endesa... Solo son ejemplos, debemos buscar aquel valor que se ajuste mejor a nuestro sistema de inversión y que esté más cerca de una señal de compra de nuestro sistema.
Sobre la manera de entrar en ellos ya hablaremos más adelante. Lo importante es escoger de 2 a 4 valores que reúnan estas condiciones. Pensemos a lo grande. El sector energético cada vez va a dominar más nuestras vidas, la carestía creciente de crudo va a revalorizar las compañías que lo comercialicen y va a acentuar los planes de redirección del transporte de mercancías hacia el canal ferroviario, tanto los EEUU como la UE andan haciendo planes al respecto así que no sería mala idea estructurar nuestra cartera en función de estas premisas. En consecuencia, donde yo no me metería para medios/largos plazos sería en las compañías aéreas y automovilísticas; sectores ambos que serán golpeados con dureza. Respecto a los bancos, los dos más fuertes, BBVA y BSCH, ya han remontado y del resto hay de todo. Algunos mejor otros peor, pero, sinceramente, tal y como está la parálisis del mercado inmobiliario y teniendo en cuenta lo pillados que andan muchos bancos y cajas yo evitaría el sector por un tiempo no vayamos a tener algún susto.
Resumiendo. Elegiremos algunas acciones del Ibex teniendo en cuenta su recuperación anual respecto a los máximos de 2008 y tendremos en cuenta el sector, evitando ciertos sectores con poca expectativa y teniendo presencia en aquellos que confiamos tendrán beneficios asegurados. Quede claro que con acciones operaremos siempre al alza.
Fondos
Los fondos son una buena elección si queremos diversificar y tenemos poco capital disponible. También nos van a permitir llegar a mercados donde no podemos llegar con nuestro broker, o simplemente invertir en ellos de forma más segura garantizándonos la diversificación para evitar el riesgo de mercado. Así, si solo el ibex va mal arrastrará nuestras acciones pero no a nuestro fondo. Por eso una buena idea sería evitar, para empezar, los fondos que inviertan en ibex porque para eso ya tenemos nuestras acciones. Recordemos que estamos aprendiendo y que queremos tocar diversos mercados, diversos mecanismos para invertir y diversos métodos. Los fondos nos irán de perlas para acceder al resto de mercados y sectores. Puede que desde nuestro banco tengamos acceso a una gran cantidad de fondos, bolsas emergentes, materias primas, indexados a índices extranjeros. Todos ellos hemos de valorar que posibilidades tienen. Si miramos uno de materias primas analizaremos donde invierte, oro, cobre, crudo, gas, etc. Si invierte en Asia en qué bolsas, China e India, o también Rusia. Realmente no podemos hacer una valoración acertada de qué ocurrirá porque eso nadie lo sabe. Lo que si es cierto es que las bolsas emergentes se han revalorizado muchísimo y no sabemos si estamos ante una nueva burbuja o no. Por otra parte, con la recuperación económica los fondos en materias primas pueden volver a ser una buena elección a largo plazo. Si queremos ir a cosas de menor riesgo podemos simplemente escoger el índice europeo o alguno sectorial de energía. ¿Que cuanto dedicaremos al fondo? Pues como a una acción, una cantidad semejante. Por poner un ejemplo, podríamos tener 2000€ y dividirlos en tres paquetes de 500€, tres para acciones y uno para un fondo.
Pero ¿cómo funciona un fondo de inversión? Pues depende, en lo que a fondos se refiere hay mucha variedad de condiciones, pero intentaré hacer una definición pormenorizada de los diferentes tipos que os podéis encontrar. De entrada deberíais saber que también cobran comisiones al igual que las acciones y pueden ser de diversos tipos, de suscripción, de reembolso, de depósito y gestión. Además pueden estar limitados a extraer o ingresar el capital en ventanas de entrada/salida concretas como si fueran depósitos. El fondo se divide en participaciones, que funcionan de una forma parecida a las acciones. Estas participaciones tienen una fluctuación en su precio y cuando nosotros ingresamos dinero en el fondo podemos tener un número determinado de ellas que puede ser fraccional ya que no son títulos estrictamente hablando. No estamos pues obligados a poseer un número entero de ellas como sí ocurre con las acciones. Conociendo la evolución del precio de la participación a lo largo del tiempo conoceremos la evolución de nuestro capital. Podemos pues aplicar sistemas de inversión de la misma forma que haríamos con las acciones. Si el fondo no tiene comisiones de subscripción y reenbolso nos podrán servir incluso para especular un poco con cantidades reducidas de capital. La pega es que las órdenes de compra/venta pueden tener un día de demora y la recuperación del efectivo puede que incluso más de 2 a 3 días. Lo que no permite su operatoria al muy corto plazo pero sí al medio o largo plazo.
1.- Fondos garantizados
Este tipo de fondos pueden invertir tanto en renta fija como en renta variable. Su principal característica y que los ha hecho muy atractivos últimamente debido a los grandes vaivenes sufridos por la bolsa es que garantizan la recuperación del capital invertido más un interés mínimo que suele ser de entorno al 1,5%. Si además la rentabilidad de los activos en los que invierte va muy bien entonces su rentabilidad también puede ascender pero nunca llegaría a la de un fondo no garantizado que podría duplicarlo en sus buenos momentos. Este tipo de fondos suelen tener mínimos de capital más elevados así como comisiones de subscripción y de reembolso por lo que exigen que su inversión sea a largo plazo. También puede que dispongan solo de ciertas ventanas de salida y entrada. Su flexibilidad y rentabilidad son más reducidas aunque esta última como bien dice su nombre está garantizada. Si queremos invertir usando sistemas estos no son de nuestro interés por su rigidez y para invertir de forma segura prefiero un buen depósito que al menos me garantiza un 3% por lo menos, bastante más.
2.- Fondos monetarios
Este tipo de fondos invierte en renta fija, fundamentalmente en productos de deuda pública de diversos países y en la compra/venta de dichos títulos en los mercados secundarios. Estando en la eurozona intentarán minimizar el riesgo de divisa con una exposición a divisas extranjeras típicamente del 5% aunque conviene informarse sobre ello. Este tipo de fondos no tienen porqué estar garantizados pero aunque no lo estén suelen obtener rendimientos con mucha seguridad. Otra ventaja respecto a los garantizados es que suelen ser bastante más flexibles que estos. De todas maneras y con los bajos tipos de interés actuales sus rendimientos son muy pobres por lo que, nuevamente, es mejor opción invertir en depósitos que en monetarios.
3.- Fondos conservadores
Este tipo de fondos, sin estar garantizado, también aplica una política de minimización del riesgo lo que también limita sus rentabilidades. Sus exposiciones a bolsa siempre son limitadas, como máximo del 10% más o menos. El resto lo invierten en renta fija. Si la bolsa va bien como este año pueden obtener rentabilidades anuales en torno del 6% fácilmente. Pueden ser una buena opción para quien quiere invertir algo pero sin tener que estar muy pendiente y reduciendo el riesgo. Nuevamente, pienso que no valen la pena, si queremos asumir algo de riesgo asumámoslo de verdad apliquemos un sistema y vayamos a por lo que realmente tiene buenos rendimientos en potencia.
4.- Fondos indexados
Este tipo de fondos pretenden reproducir las rentabilidades de un índice. Poseen flexibilidad de entrada y salida, sin comisiones de suscripción y reembolso pero con elevadas comisiones de gestión debido a que son activamente gestionados. El objetivo de los gestores es el de batir a su índice de referencia de ahí las comisiones. Estos sí pueden ser una inversión interesante para diversificar hacia índices distintos al ibex aplicando también un sistema de entrada y salida apropiado. Tendremos que tener en cuenta el riesgo de divisa si invertimos en indices fuera de la eurozona.
5.- Fondos en valor a largo plazo
Estos fondos son los que posee Bestinver por ejemplo y es el tipo de inversión de muchos planes de pensiones privados. Son fondos a largo plazo por excelencia y suelen aplicar penalizaciones a los rescates antes de un mínimo de tiempo estipulado. Invierten en activos de elevado dividendo y expectativa de crecimiento. Aunque en el pasado han obtenido muy buenas rentabilidades como ya explique en la entrada, inversión y especulación, el momento actual, creo que el tiempo del comprar y mantener ha pasado y que se acercan tiempos turbulentos. Quizá peque de pesimista pero personalmente yo no apostaría por ellos además de que no son propensos a usar ningún sistema con ellos.
6.- Fondos sectoriales
Este tipo de fondos invierten en activos todos relacionados con algún sector. Los que últimamente se han puesto muy de moda son los de materias primas, ante el alza de las cotizaciones del oro, el cobre, petróleo o alimentos. Invierten tanto en empresas relacionadas con el sector como en futuros sobre esos activos de forma directa en los mercados de referencia. Existen muchos otros, los inmobiliarios que desaconsejo totalmente, los que invierten en bolsas emergentes, de Asia, Latinoamérica o Europa del Este, los fondos BRIC (Brasil, Rusia, India y China), los fondos en bonos emergentes que invierten en renta fija de esos mercados que actualmente da rendimientos superiores, los fondos energéticos y otros más específicos. No son una mala idea si acertamos con el sector. Como ya dije el sector de la energía es un buen sector por el que apostar. Respecto a las bolsas emergentes, China parece el valor más seguro pero aun así habría que estar atento y evitar entrar en una burbuja artificial, las materia primas pueden darnos buenos resultados aunque hay que asumir su elevada volatilidad. En fin, invertir una pequeña parte en un fondo de estos no es mala idea siempre y cuando limitemos el riesgo y tengamos claras las condiciones de entrada y salida.
7.- Fondos cotizados o ETF
Estos se están poniendo muy de moda, y no es para menos porque aúnan las ventajas de las acciones y las de los fondos en un solo producto. Por desgracia aun muy pocos brokers dan acceso a ellos por lo que es posible que tengamos que buscar un broker específico para poder comerciar con ellos. ¿Como funcionan? Muy sencillo estos fondos cotizan en los bolsa como si de acciones se tratara de ahí que les llamen cotizados. Su compra ha de producirse lógicamente en un valor entero al del valor del ETF. Se gestión es pasiva ya que se limitan a tener una cartera ponderada con un conjunto de valores que en el caso de los ETF indexados va a reproducir fielmente el índice con unas comisiones de gestión prácticamente nulas. Tanto es así que su valor va a ser un múltiple del valor de dicho índice. También hay ETF sectoriales pero los mejores son los indexados ya que en los sectoriales suele rendir más la gestión activa. Sin embargo está demostrado que superar a los índices es muy difícil y raro es el fondo activamente gestionado que lo logra holgadamente. Por otro lado un ETF al comportarse como una acción permite una entrada y salida en el mercado inmediatas. Esto permite operar al muy corto plazo con los ETF algo hasta ahora imposible con cualquier otro fondo. La pega es que las comisiones de compra/venta que cobra la bolsa española van a aplicarse también aquí por lo que tendremos que tenerlas en cuenta a la hora de evaluar nuestra rentabilidad. Finalmente comentar una virtud más de los ETF. Permiten operar a la baja con los llamados ETF inversos, si no queremos tocar los derivados, el mercado es bajista y queremos seguir operando a medio plazo abrid las puertas a un ETF inverso. Por si no tuvieran suficiente los ETF tienen dividendos. Su valor es nuevamente un ponderado de los valores que poseen. Si tenemos la suerte de que nuestro broker los comercializa pueden ser una muy buena opción de diversificación permitiendo usar perfectamente un sistema, tanto de medio como de corto plazo.
Derivados
Respecto a los derivados, para empezar ni tocarlos. Son demasiado peligrosos y son productos puramente especulativos para medios/cortos plazos por lo que, por ahora, no nos servirán. Sus grandes virtudes es que permiten operar a la baja y apalancarnos incrementando ganancias potenciales pero también pérdidas potenciales. Para acceder a ellos puede que tengamos que abrir una cuenta en una agencia de valores que de acceso a ellos con buenas comisiones. Los derivados, bajo mi punto de vista, solo deberían ser usados para operatorias intradiarias usando un sistema, si no mejor ni tocarlos porque nos pillaríamos los dedos. Y no quiero dedicar más espacio a ellos porque no me parece oportuno animar a nadie a su uso, por ahora. Empezar con ellos sería como empezar la casa por el tejado.
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En próximas entradas sobre inversión hablaremos en detalle de las comisiones. Pronto, también, empezaremos a hablar de cómo comprar, comentaremos varios sistemas sencillísimos para empezar y destacaremos la importancia de establecer unas reglas de entrada y otras de salida. Hasta la próxima.
