La codicia hará que compremos cuando no debamos y que mantengamos una posición cuando no debemos mantenerla. De forma inversa el miedo provocará que vendamos cuando no es conveniente y que no compremos cuando sería un buen momento. Como esta guía quiero que sirva también para el que empieza de cero supongamos pues que no tenemos nada invertido. Solo un capital que ya ha rebasado los 10.000€. Los 10.000 són un límitee orientativo para iniciarse en el mercado bursátil pero considero que menos de esa cantidad no sería muy recomendable. El motivo es simple, debemos seguir manteniendo el grueso de nuestros ahorros seguros, pero en bolsa invertir con menos de 1.000€ sirve de poco así que por eso necesitamos llegar a cierta cota de dinero para ir sobre seguro. Nos hemos mantenido firmes en la fase3 acumulando dinero sin cesar y rentabilizándolo de forma segura tanto como podíamos, queremos incrementar el rendimiento pero no sabemos muy bien como y no nos queremos arriesgar a perder buena parte de los ahorros. ¿Qué hacer? El propósito de esta entrada es fundamentalmente desmotivar a la gente a lanzarse a la brava, reprimir la codicia e incentivar la prudencia. Si habéis tenido fe en el plan tendréis el capital pero si descarriláis ahora con una mala inversión de poco habrá servido así que es muy importante que seamos conscientes de ello y no nos dejemos tentar por las promesas de altos rendimientos.
Dado que justo al principio no dominamos casi nada de los vericuetos de la inversión en renta variable deberemos extremar la prudencia por eso si os fijasteis en mi plan hablé de escalar el riesgo en proporción de 10 a 1 más o menos. Podemos ser un poco más arriesgados pero no mucho más. De todo lo aprendido hasta ahora no vamos a abandonar ni un ápice. Seguiremos ahorrando y seguiremos moviendo nuestro capital pero con una diferencia. De todo lo ahorrado escogeremos una cantidad determinada para invertir. Supongamos que tengo 15.000€ mi cantidad para iniciarme debería rondar a lo sumo los 3.000€ que es un 20% de mi ahorro total. No arriesguéis más. Si hace falta más vale pecar de prudente que de temerario. Pensad que si empezamos vamos a aprender y por tanto al aprender tendremos errores y lo normal es que lo primero que tengamos sean pérdidas pero esto es lógico por una sencilla razón. Si lo hacemos bien diversificaremos esos 3.000€ en diversos activos, sean acciones, fondos o capital especulativo de corto plazo para la compra de acciones y futuros. Abrir muchos frentes al principio no es malo. Sin pasarse porque 3.000€ no dan para mucho pero sí probar unas cuantas posibilidades aunque las comisiones nos penalicen, se trata de ver que es lo que se nos da mejor. Es muy posible que alguna de las inversiones que hagamos en seguida nos demos cuenta de que ha sido equivocada así que lo mejor es salir aun con pérdidas e irnos allí donde hemos acertado o probar otra que creemos mejor. Por el contrario aquellas operaciones que nos salgan ganadoras se mantienen. Ese es el motivo de que las pérdidas suelan llegar antes que las ganancias así que una primera regla es asumir nuestras pérdidas por anticipado, pero marcarnos un tope. Es importante que limitemos las pérdidas en nuestras operaciones perdedoras y yo me fijaría un 5% para los más valientes y un 3% para los prudentes. Os dejo un par de frases clave muy orientativas y que deberíais tener muy en cuenta y grabaros a fuego si vais a meteros en esto.
Para ganar dinero en bolsa debemos limitar las pérdidas y dejar correr los beneficios.
Los mercados alcistas nacen en el pesimismo, crecen en el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren en la euforia.
Muy bien ¿y ahora que? Estamos dispuestos a asumir pequeñas pérdidas iniciales de dinero sin miedo, vamos a aprender, asumiendo esto vamos a arriesgar solo una pequeña parte de los ahorros manteniendo el resto rentando como hasta ahora en renta fija. Pero tenemos fe y pensamos que el momento de ganar si lo hacemos bien llegará y cuando llegue será cuando realmente subamos nuestro nivel de inversión. Aceptando estas premisas ya deberíamos plantearnos cual va a ser nuestro estilo y eso dependerá del tiempo que tengamos. Nos podemos regir por diferentes baremos.
Sencillez: Sin duda lo más fácil es comprar aquello que esperamos que suba a medio/largo plazo y quedarnos ahí por un buen tiempo olvidándonos del tema. Es la manera más sencilla de invertir y la llamaremos comprar y mantener. Sirve tanto para fondos, como acciones.
Ganancias: Si queremos más ganancias estaremos obligados a complicar nuestro sistema así que engrasaremos las matemáticas porque nos harán falta. Se tratará de acertar a comprar en los momentos más bajos de las cotizaciones y vender en los más altos, ¿parece fácil verdad? Pues no lo es en absoluto. Sobre sistemas de inversión hablaremos largo y tendido en este blog analizando cuales se pueden ajustar mejor a nuestros intereses.
Estrés: Estar pendiente todo el día de las cotizaciones es un coñazo y el estrés que produce tener que estar atento es un precio a pagar que no todos nos podemos permitir. Mi consejo es que si queréis evitaros el estar pendientes de lunes a viernes paradójicamente nos irán bien las estrategias que están a las antípodas una de la otra, las del medio plazo y las del muy corto plazo, las intradiarias. Podremos combinar ambas. ¿Porque? Muy sencillo, en el largo plazo es obvio que con que cada semana le dediquemos un par de días a mirar como vamos ya sabremos si debemos vender o comprar. De la misma forma las operaciones intradiarias podemos hacer una al día y listos. La ventaja de las operaciones intradía es que una vez hecha el día siguiente no has de estar pendiente. Si quieres haces otra y sino no pero tu capital apenas queda expuesto a riesgo. Son pequeñas apuestas y es la que yo llamo táctica del cuentagotas. Podemos hacer apuestas para sacar 10euritos o perder 4 si tenemos un buen sistema y solemos ganar y operamos una media de 15 veces al mes podríamos llegar a sacar una buena suma con relativamente poco capital. Las peores para el estrés son las operaciones con objetivo intrames o intrasemana porque nos obligan a estar pendientes día si día también mientras dure la operación así que sabiendo eso de antemano vosotros escogéis yo que no tengo disponibilidad 100% todos los días ni quiero que mi vida la programe el pulso de mis acciones me he decantado por minimizar el estrés así que he destinado una buena parte en operaciones a medio plazo y otra parte para jugar con él los días que pueda y me apetezca que no son tantos como me gustaría.
Tiempo disponible: Si no disponéis más que de unas pocas ratos para dedicarle a la semana entonces id a medio largo plazo y olvidaos del muy corto plazo. Si por el contrario podéis disponer de abundantes mañanas cerca de un ordenador para controlar activos podríais complementar el medio plazo con breves operaciones de trading intradiario.
¿Cómo empezamos?
Si ya hemos decidido qué cantidad de dinero de nuestros ahorros será capital riesgo solo nos queda decidir en qué invertirlo. Mi recomendación para empezar, olvidaros del intradía, de futuros y de otras historias raras. Empezaremos con lo más sencillo operaciones a largo y medio plazo. Es la mejor manera de aprender un poco y sin muchas complicaciones. Al menos para una primera toma de contacto. De hecho mis primeras operaciones en bolsa aun no las he cerrado porque las empecé de medio plazo. Una de las virtudes de empezar invirtiendo con solo una pequeña fracción del capital es que nos ayudará a dominar mejor los instintos de miedo y codicia. Al no ser tanta la cantidad en juego respecto a nuestros ahorros las ganancias o pérdidas potenciales tampoco lo son así que tenemos la sensación de que todo lo tenemos más bajo control. Lo cual es bueno, controlar las emociones y no dejar que ellas nos controlen a nosotros.
Dos formas de ganar dinero en bolsa
Los mercados nos ofrecen dos tipos de beneficios distintos y conviene distinguirlos. El primero y más importante procede de la compra venta de nuestros activos y es el que todo el mundo ve cuando se mete en este mundillo. Compra barato y vende caro. El segundo es el de los dividendos. No todas las empresas dan dividendos y no todas dan la misma cantidad ni en los mismos períodos de tiempo. ¿Qué son los dividendos? Pues muy sencillo si la empresa tiene beneficios en su junta de accionistas, junta a la cual tu por más que tengas 100 activos no estarás invitado, unos mandamases con muchas acciones, y cuando digo muchas es muchas, hablamos de miles de millones de euros metidos en la empresa, pues esos hombres ricos deciden el dividendo que se le va a dar. Si hay un claro accionista mayoritario entonces ni siquiera eso. Lo decide el Botín de turno cual dictador absoluto y te guste o no eso es lo que hay.
Normalmente los dividendos van relacionados con las cuentas de resultados de la empresa, más beneficios más dividendo. Pero no siempre es así, hay empresas que aunque tengan beneficios pueden necesitar reinvertir una parte para expandir el negocio. De todas formas las empresas que dan dividendos especialmente las que dan en torno al 5% anual o más del valor de la acción suelen ser empresas fuertes, Telefónicas, Repsoles, etc. Nos fiaremos más de ellas porque están obligadas a pasar un examen, el examen del dividendo dos o cuatro veces al año, depende de la frecuencia con que lo paguen. En todo caso la frecuencia del dividendo no influye en la ganancia. Lo importante es el rendimiento por acción. Si rinde un 5% en el momento de compra quiere decir que aproximadamente un 5% de lo que pagues en acciones lo recuperarás en un año si mantienes la acción y cobras todos los dividendos. Los dividendos te los ingresan directamente a cuenta. En tu cuenta de efectivo aunque a veces dan la posibilidad de canjearlos directamente por un paquete de acciones al precio de cotización. El dividendo naturalmente se repercute al precio de la acción. Es decir si vale 13,40€ antes del cobro de un dividendo de 1€ tras el cobro pasará a valer 12,40€. La bajada debida al dividendo no nos debe preocupar porque si la tendencia es alcista no tardará en recuperar el anterior valor, recordemos que hablamos de valores fuertes que suelen seguir fielmente las tendencias principales de los índices. La rentabilidad por dividendo es pues un factor añadido a las acciones de los valores fuertes, los que en la jerga bolsista llaman blue chips.
Dos maneras de invertir a medio/largo plazo
Habréis oído hablar de los grandes inversores que, como Warren Buffet, llevan tiempo con la estrategia más simple de todas. Comprar y mantener. Esta estrategia es la que también oiréis llamar como inversión en valor. Grandes fondos de inversión como Bestinver hacen uso de esta estrategia. Esta estrategia presupone que los tiempos futuros serán siempre mejores que los actuales y consiste en hacer un minucioso análisis de las cuentas de la empresa, ver que esta produce beneficios y tiene perspectivas claras de crecimiento y expansión. Eso significa que, para empezar, olvidémonos de las empresas de baja capitalización, los denominados chicharros. La inversión en valor se caracteriza por invertir fuerte en empresas consolidadas, grandes, que ofrecen elevada rentabilidad por dividendo y, lo más importante de todo, que tienen fuertes expectativas de crecimiento lo que debería garantizar un aumento de su valor bursátil a largo plazo. Pero, y ahora os cuento una mala noticia. Puede que los días de abundancia hayan llegado a su fin.
Todos deberíamos saber que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras y, sinceramente, mi opinión personal es que el comprar y mantener ha pasado a mejor vida. Creo que la etapa de fuerte crecimiento a lomos de la cual se montó el gran Buffet ya no es la actual. Y no por la crísis sino por otros aspectos mucho más siniestros. El crecimiento de la escasez de recursos energéticos, alimentarios y materias primas. Se acercan tiempos turbulentos e inciertos. Esa es mi apuesta y creo que tiene muchas probabilidades de cumplirse. ¿Eso significa que ya no podemos ganar en bolsa? En absoluto, significa que debemos invertir de otra forma, que ya no podemos comprar y esperar que tras 10 años aquellas acciones valgan mucho más, los tiempos son inciertos, el dolar se deprecia a marchas forzadas y nuevos mercados suben como la espuma, Brasil, Rusia, China y la India. El mundo unipolar deja paso al multipolar y los recursos energéticos se concentran cada vez más en una estrecha franja de tierra enormemente insegura, Oriente Próximo. La crisis climática está a la vuelta de la esquina y parece que los recursos no dan más de si, ¿tendremos una repetición de la crisis del 2008 a corto plazo? No sabemos quien va a dominar el mundo dentro de 10 años, antes la seguridad de la unipolaridad y hegemonía norteamericanas eran claras y ofrecían una estabilidad bajo la cual los mercados crecían con seguridad. Ahora todo eso es incierto y despierta muchas dudas, sobretodo debido al escandaloso endeudamiento estadounidense. Son todos ellos sobrados motivos para hacernos pensar que el mundo dentro de 10 años va a ser muy diferente que el actual. Y no hay nada que no aterre más a los mercados que la incertidumbre.
Así que mi hipótesis es la de cuidar mucho nuestra exposición a la bolsa invertir a medio plazo mediante sistemas seguidores de tendencias o mediante compra/ventas periódicas. Tenemos otra alternativa a las acciones también muy buena, los fondos indexados mediante la cual podemos incluso operar a la baja. En fin de todo eso y más hablaré en varias de las entradas que seguirán a esta. Quizá me equivoque pero creo que el mercado que viene y que, de hecho ya está aquí, será un mercado enormemente volátil a medio plazo habrá pendientes vertiginosas hacia arriba y hacia abajo un horror para las estrategias del comprar y mantener pero una oportunidad para todo tipo de sistemas que sepan explotar las tendencias tanto alcistas como bajistas de los principales índices bursátiles y de las materias primas.
Resumiendo:
1.- Debemos empezar invirtiendo solo una fracción de nuestro capital, un 10% a un 20% no más.
2.- Como tiene poco sentido debido a las comisiones invertir por debajo de los 1000€ deberemos asumir que debemos acumular un capital de más de 10.000€ antes de empezar a plantearnos en serio lo de invertir en renta variable.
3.- Asumiremos pérdidas iniciales sin problemas dado que invertimos solo una pequeña fracción, aprenderemos a dominar nuestros instintos.
4.- Adquiriremos práctica en el manejo de sistemas de compra/venta y en manejo de la gestión de capital, pues a partir de ahora requerirá máxima importancia decidir cuanto estamos dispuestos a perder por operación y qué proporción del capital invertimos y cual no.
5.- Recopilaremos datos históricos y actuales e iremos testeando nuestros sistemas para ver cual se defiende mejor y se adapta mejor a nuestras necesidades.
6.- Nuestras operaciones serán cada vez mejores con la práctica, y tendremos un mayor control sobre el sistema prácticamente, lo automatizaremos. Nos distanciaremos emocionalmente de nuestro método e incluso trataremos de que scripts de programación trabajen por nosotros y que prácticamente todo se ejecute de forma lo más automatizada posible. Llegados a este nivel ya nada nos detendrá, solo el colapso del sistema, que esperemos que no pase.
Y como siempre me despido de todos vosotros, este puente andaré quizá más liado por lo que si posteo serán algunas puntualizaciones menores. La verdad es que estoy muy contento con la buena acogida que ha tenido mi iniciativa. A todos los que ya estáis pensando en invertir confío con que no os lancéis sin antes estar seguros de lo que hacéis y sin moderar el riesgo. Pronto hablaremos de sistemas a medio plazo sencillos de ejecutar. Sistemas accesibles para cualquiera y de ahí a cosas más complicadas. Saludos y hasta la próxima.