En el anterior post les contaba las características de la ampliación de capital que tiene en marcha Pescanova con el objeto, según el folleto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de mejorar su situación de liquidez y disminuir en lo posible la dependencia de los recursos ajenos.
En los últimos años, Pescanova se ha enfrascado en fuertes inversiones para desarrollar el negocio de la acuicultura, especialmente el langostino, el rodaballo y el salmón, lo que le ha llevado a endeudarse más de lo razonable, acabando 2011 con una deuda neta que representa el 150 % de su Patrimonio Neto y un ratio de Deuda Neta/EBITDA de 4,54 veces, situación que en condiciones normales no son bien vistas por los inversores y que los tiempos de crisis que vivimos se hace insostenible ya que los gastos financieros se comen casi el 50 % del Resultado de Explotación y ponen en riesgo el beneficio ante cualquier pequeño contratiempo en las ventas.
Pero no es ese el único problema de Pescanova. Además del alto endeudamiento alcanzado para poner en marcha el negocio de la acuicultura, resulta que las especies que se cultivan tienen periodos de crecimiento alto, 20 meses para el rodaballo y casi 30 para el salmón, lo que le fuerza a un elevado consumo adicional de capital circulante para financiar estos procesos de maduración de la inversión tan largos. Y además todo esto se añade a las necesidades normales de circulante ya propias del negocio que concentra una parte muy importante de su facturación en el cuarto trimestre del año. Total que se les ha juntado el hambre con las ganas de comer.
La ampliación de capital en marcha es un primer paso, pero parece que no va a ser suficiente para dejar a la empresa con unos ratios fundamentales apetecibles para considerar a la empresa como candidata para tenerla en cartera como inversión a largo plazo, pero esta situación cambiaría si los 360 millones de euros que tiene emitidos en obligaciones convertibles se convirtieran realmente en capital. El problema es que la conversión es opcional a elección del acreedor y a un precio de conversión superior a los 22 euros teniendo en cuento el efecto dilutivo de la ampliación en curso, por lo que difícilmente se materializará pero si el precio de conversión fuera interesante si que acudirían sobre todo si los fundamentales de la empresa son buenos.
Si los 360 millones se convierten en capital a un precio de conversión de 16,5 euros el número de acciones pasaría a 50,56 millones, el endeudamiento sería el 31 % de su Patrimonio Netos, el ratio Deuda Neta / EBITDA sería de 1,70 veces y la solvencia de la empresa subiría al 44,7% desde el 28,9% actual, siendo el valor teórico de la acción 19,59 euros. En estas condiciones lo normal sería ver cotizar la acción por encima de los 19 euros y merecería la pena la inversión porque estaríamos ante una empresa con un negocio con futuro y con unos buenos fundamentales.
Pero todo esto es un ejercicio teórico que no sabemos si se llegará a materializar algún día y mientras tanto los ratios de la empresa son los que son.
Lógicamente esto no es una recomendación de compra, simplemente es una interpretación personal de la información que la empresa envía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Saludos.
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