PRIMERA EDICION: 3 de octubre de 2011
Este post es viejo, pero el anuncio de Telefónica de suprimir su dividendo, la decisión de pagarlo en acciones que cada vez adoptan más empresas y las noticias sobre el respecto que se publican en la prensa lo ponen de actualidad.
Es habitual encontrar inversores que toman la decisión de invertir en una empresa en función del dividendo que paga la misma y la rentabilidad que se va a obtener comprando la acción a un determinado precio sin preguntarse de donde sale el dinero que esta empresa destina a ello y si es sostenible en el tiempo el importe pagado. La mayoría tenemos claro que el dividendo se paga destinando a este fin un porcentaje del beneficio obtenido el año anterior que se aprueba en la junta de accionistas una vez aprobadas las cuentas del año cerrado. Este porcentaje varía en función de la política de de dividendos de cada empresa y suele oscilar entre el 25 % y casi el 100 % del beneficio obtenido. Esto es la teoría, pero una cosa es poner en un papel que se ha obtenido un beneficio neto de X millones de euros y otra cosa es tener el dinero disponible para poder destinar la parte acordada por la junta de accionistas para el pago del dividendo.
La cuenta de pérdidas y ganancias nos informa del beneficio que tiene la empresa mediante una simple operación de restar a el importe facturado todos los costes y obligaciones en que se ha incurrido, pero eso no garantiza tener en caja ese dinero, lo tendremos algún día, cuando cobremos todo y después de haber satisfecho todos los gastos. Se puede dar el caso, y más en los tiempos que corren, de que la cuenta de pérdidas y ganancias de una determinada empresa nos diga que se han ganado X millones de euros y que la caja está vacía porque, por ejemplo, no cobra de sus clientes y aunque en la junta de accionistas se apruebe destinar a dividendo el 55 % del beneficio en realidad no se disponga de ese dinero. No es este el único motivo, también podría ser que la empresa cobre de sus clientes puntualmente pero se haya gastado el dinero en nuevas inversiones y ya no le quede para el pago del dividendo a sus accionistas. Es importante tener alguna información de cómo gestiona la empresa el efectivo de que dispone, cuanto genera y en qué se lo gasta y para eso tenemos el flujo de efectivo, que nos informa de ello.
La empresa ideal es la que genera el suficiente flujo de efectivo en sus actividades normales de explotación para atender las inversiones del año, amortizar parte de la deuda contraída anteriormente, si la tiene, pagar el dividendo e incrementar su tesorería. Viscofan cumple estas condiciones. En 2010 tuvo un flujo de efectivo de la actividad de explotación que le permitió hacer frente a las inversiones, pagar un generoso dividendo a sus accionistas, amortizar 2,3 millones de deuda e incrementar su tesorería en 31,5 millones, y así suele ser todos los años. En el primer semestre de 2011 también ha sido así solo que ha amortizado más deuda reduciendo tesorería. En las mismas condiciones se encuentran Vidrala, Iberpapel, Miquel y Costas, y otras buenas empresas que merece la pena tener en la cartera de inversión a largo plazo. Estas empresas se financian solas y solo recurren a la deuda financiera en situaciones excepcionales para mejorar procesos productivos que les permitirán ser más competitivas.
Hay empresas que podían estar en el grupo anterior pero que la crisis que padecemos les ha hecho que no tengan liquidez suficiente para pagar el dividendo y se han endeudado para hacerlo. Es el caso de Acerinox que en 2009 tuvo pérdidas, pero como el año 2010 le fue bien y tenía un flujo de efectivo de las actividades de explotación positivo y suficiente como para hacer frente a las nuevas inversiones, como la factoría de Malasia, y pagar un dividendo, pues lo hizo con cargo a reservas. En 2010 también tuvo beneficios, pero en lo que llevamos de 2011, sobre todo el segundo trimestre, ya no está siendo tan bueno y el flujo de efectivo de las actividades de explotación del primer semestre ha resultado ser desastroso con un déficit de 95 millones a los que se añaden otros 92 millones en nuevas inversiones. Como además ha querido pagar un dividendo de 49 millones ha tenido que endeudarse en 184 millones y además consumir 53 millones de su tesorería lo cual no es razonable. En 2010 pagó un dividendo porque tenía caja suficiente y tal vez este año tenía que haber dejado de pagarlo en lugar de endeudarse. El tiempo dirá si ha sido una decisión correcta pero de entrada endeudarse para pagar un dividendo no parece lógico ya que aumenta los costes futuros.
También hay empresas que operan en mercados muy maduros en los que es difícil crecer en tiempos de crisis si no se recurre a nuevas adquisiciones. Una de ellas es Iberdrola, que ya tiene un nivel de deuda importante, que en 2010 decidió proponer a sus accionistas el cobro del dividendo con cargo a 2009 en acciones nuevas de la empresa en lugar de efectivo, eso le permitió reducir a la cuarta parte la salida de efectivo por este concepto, continuar con las inversiones y casi duplicar su posición de tesorería. En el primer semestre de 2011 con la misma propuesta ha podido continuar con nuevas inversiones y reducir deuda en 1.163 millones, aunque no sería de extrañar que en el segundo semestre aumente la deuda ligeramente. Por lo menos a base de pagar al accionista con acciones no ha tenido necesidad de endeudarse más y ahora está en mejor posición financiera que a finales de 2009.
Otras empresas se encuentran en una situación similar a la anterior pero no renuncian a remunerar al accionista en efectivo y tienen que recurrir a endeudarse más para pagar el dividendo y el mercado las penaliza porque están complicando su situación financiera. Es el caso de Telefónica, que está endeudada hasta las pestañas, en 2010 tuvo un flujo de caja positivo, pero no suficiente para compensar las inversiones y pagar el generoso dividendo que ofrece a sus accionistas así que tuvo que aumentar su deuda en 1.900 millones y además gastarse 5.000 millones de los 9.000 que tenía en tesorería, aunque es cierto que fue un año con una inversión extraordinaria por la compra de Vivo. Este año ya veremos cómo termina, pero lo lógico debería ser pagar menos dividendo y amortizar deuda. Recientemente la han bajado la calificación crediticia.
La crisis va a hacer que el dividendo se ajuste al flujo libre realmente disponible y entonces se verá que empresas lo pagaban sin poder hacerlo.
Saludos.
Nota: Para ver el indice de las empresas publicadas pinche aqui