“Divide y vencerás”:
Una estrategia para entorno de tipos cero: Los dividendos
Últimamente y más de cara a las estrategias para el nuevo año, se incide en la importancia del dividendo y en el acierto o no de mantener acciones con alto dividendo en cartera como una manera de añadir rentabilidad adicional a las mismas.
Hay que aclarar que la estrategia vía dividendos no puede tomarse como la panacea de la gestión, es un factor más a tener en cuenta de cara a la inversión en un valor, pero que en un entorno como el actual de tipos cero y de inestabilidad es una estrategia a considerar.
Para los detractores de invertir en compañías de dividendo se pueden apoyar en Modigliani y Miller que demostraron que en un mercado de capitales eficiente la política de dividendos de la empresa es irrelevante en cuanto a su efecto sobre el valor de sus acciones, ya que el valor viene determinado por el poder generador de flujos de caja y de la política de inversión de la compañía.
Lástima que no estemos en un mercado de capitales eficiente.
Bien es verdad que al pagar dividendo las acciones caen en precio, el dividendo se descuenta y cae en mercado la cotización de la compañía.
No obstante en algunos casos la caída en precio no es igual al pago de dividendo, ya que puede que el valor guste por fundamentales o momentum y la recuperación posterior del valor sea positiva, con lo cual se ganaría por precio y por dividendo.
Para los inversores que ven relevante una activa política de dividendos de una empresa la teoría de Gordon y Lintner apoya que los pagos vía dividendos son más seguros que los que provienen vía de ganancias de capital.
La realidad es que existen periodos de tiempo donde el crecimiento de la compañía prima sobre la redistribución de los beneficios, pero el crecimiento se debe trasladar en mayor o menor medida al accionista
Existen dos formas de retribuir al accionista:
- Dividendo
- Recompra de acciones
Se diferencian por el trato fiscal que se le aplica. En el dividendo se tributa tanto por la empresa como por el accionista. En la recompra de acciones no recibe efectivo pero al dividir el beneficio entre menos número de acciones aumenta el valor.
El dividendo es una forma de “premiar” al accionista,
Se puede decir que el dividendo es el reconocimiento de dos cosas:
- Capacidad para crear valor y ganar dinero
- Disciplina financiera y contable de la compañía.
En lugar que las empresas retengan todo el flujo de caja necesario para su crecimiento, los gestores de las empresas que reparten dividendo tratan de mantener de forma permanente el equilibro entre volumen de deuda y precio de acción que favorecen a los accionistas.
El dividendo también es un compromiso a largo plazo de la empresa.
Cuanto más maduro es un sector es normal que se destine más proporción de los resultados a distribución de dividendos. A su vez históricamente las empresas que han pagado dividendo son las que más han crecido.
Lo ideal es que convivan las políticas de dividendos de empresa con operaciones de crecimiento.
Echando la vista atrás como hubo épocas que las compañías no se repartían dividendo, en 2004 el reparto de dividendo fue una pauta común, liderado aquí en España por Telefónica. La crisis paró el reparto y ahora en un entorno de tipos cero y de búsqueda de la rentabilidad el dividendo cobra de nuevo protagonismo. Tenemos un claro ejemplo en el sector bancario, tradicionalmente pagador de dividendo dejó de hacerlo durante la crisis. La banca europea, una vez saneada, pasado los test de stress de la autoridad bancaria europea reforzando su capital y con beneficios crecientes es una oportunidad para pagar de nuevo dividendo y algunas entidades ya lo están anunciando.
El 2015 vendrá con un dividendo bajo el brazo.
Felices fiestas y feliz año.