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Ventajas y desventajas del leasing inmobiliario para negocios

El leasing inmobiliario es una práctica que se ha vuelto cada vez más común con los años. Sus ventajas son muchas, tanto para los bancos como para las personas.
No obstante, aún no es una práctica del todo conocida, por lo tanto, lo mejor es explicar a fondo.
¡Descubre todo lo que el leasing inmobiliario tiene para ofrecer a tu negocio!

¿Qué es el leasing inmobiliario?

El leasing inmobiliario es un contrato similar a una hipoteca, con unas particularidades que lo distinguen de la misma.
En términos simples, se trata de la adquisición de un bien inmueble por parte de una institución financiera, la cual arrendará al solicitante.
Al final de la plaza previamente acordada en un contrato, el solicitante tendrá la opción de adquirir o no el bien inmueble.

Es similar a la mezcla de un alquiler con una hipoteca. El solicitante deberá pagar cuotas mensuales o anuales del bien inmueble con intereses.

La ventaja de esto para la empresa, es que tiene el aval del inmueble, que puede vender en caso de un cese del contrato. La ventaja para el solicitante es que podrá pagar de forma lenta un bien inmueble que le interesa, con la posibilidad de adquirirlo por completo. Si pierdes interés en el bien, puedes simplemente rechazarlo.

Se trata de un contrato simple con unas cláusulas claras desde el principio. Las particularidades de cada contrato dependen del negocio, sin embargo, hay algunos tipos conocidos.

🏦 Algunas de las entidades que tienen ofertas de leasing inmobiliario, son: Banco Santander, BBVA, Bankinter, entre otros. 

Tipos de leasing inmobiliario

El leasing inmobiliario no podrá sonar muy variable, sin embargo, como producto financiero tiene la necesidad de adaptarse a sus clientes.
Hay contratos de leasing donde el arrendatario se encarga de pagar todos los gastos administrativos y de mantenimiento. También al revés, donde todo eso va a cuentas del solicitante.

Los tipos de leasing inmobiliario se dividen principalmente con base en las cláusulas dentro de su contrato. Volviendo a lo básico, todo depende de la oferta y de lo acordado previamente.
Solo que, al tratarse de una práctica no muy común, no hay un consenso de nombres específicos para cada tipo de leasing inmobiliario. Aunque, sí hay leyes que lo regulan

Ventajas y desventajas del leasing inmobiliario 

El leasing inmobiliario es una excelente opción para adquirir un bien inmueble sin terminar de comprarlo. Solo que, no es perfecto.
Como todo, el leasing inmobiliario tiene una serie de ventajas y desventajas a considerar antes de adquirir un contrato de este tipo.

Ventajas del leasing inmobiliario

Algo muy interesante de esta práctica es que a pesar de no ser tan conocida, en realidad va en aumento con los años.

Y es que, las ventajas que ofrece son difíciles de ignorar, entre ellas destacamos:

✅ Financiación del 100% del bien inmueble.
✅ La cantidad de dinero a pagar es fija y las amortizaciones no son la gran cosa.
✅ Puedes disponer del bien con total libertad.
✅ Existe la posibilidad de eximirse de gastos administrativos y de mantenimiento.
✅ Si al final del contrato no estás satisfecho con el bien, puedes no comprarlo sin ningún tipo de penalización.

Es claro que las ventajas son bastante atractivas. Es decir, suena a una gran opción frente a los crecientes tipos de interés de las hipotecas.

Desventajas del leasing inmobiliario 

Aun así, el leasing inmobiliario tiene letra chica. Especialmente algunos contratos, pueden tener ciertas cláusulas que comprometan la calidad del servicio, por ejemplo:

❌ A diferencia de la hipoteca, no puedes hacer un adelanto con ahorros. Tienes que pagar mensualmente con las cuotas previstas.
❌ No puedes adquirir la propiedad hasta terminado el contrato, y de hecho no serás el propietario hasta ese momento.
❌ Pueden pasar años antes de finalizar el contrato por completo.
❌ Si cancelas el contrato antes de tiempo, puedes recibir una penalización.
❌ Al momento de finalizar el contrato y adquirir el bien, normalmente debes pagar un extra para comprar el local. Solo que, la cantidad suele suponer menos del 5-10% del inmueble.

Con todo esto, sigue siendo una práctica de la que se puede sacar mucho provecho al momento de querer adquirir un local.

¿En qué se diferencia de un crédito hipotecario?

El leasing inmobiliario, a simple vista, no es tan diferente de una hipoteca. Lo importante no está en el proceso, sino en el final del contrato. La capacidad de elegir si adquieres el bien inmueble o no significa que los intereses tienen que disminuir hasta cierto punto. Si no, para eso puedes solicitar cualquier hipoteca.

Pero una de las claves que diferencia al leasing inmobiliario de u¡na hipoteca tradicional es
el hecho de que el primero, va dirigido a financiaciones para empresas y autónomos.
Legalmente, el leasing no es una práctica aplicable a personas naturales, a menos que sean autónomos.

El tipo de negocio que presenta el leasing inmobiliario es muy útil para negocios en crecimiento. Para toda empresa, agencia o negocio, es vital el lugar en donde se ubican, y las condiciones del mismo.
Así que, el que puedan utilizar un punto específico pagando cuotas rentables, con la posibilidad de moverse después, es en realidad bastante conveniente.

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¿Qué hay que tener en cuenta para adquirir un leasing inmobiliario?

El leasing inmobiliario, al final del día, es una deuda que tienes que pagar en algún momento. Antes que todo, tienes que tener la seguridad de que, a largo plazo, podrás pagar todo.

Como nombramos anteriormente, la ubicación de los negocios es crucial para su rentabilidad. Puedes probar con distintos puntos y además seguir con tus actividades comunes sin mucho problema.

Al final del día, el lugar que realmente te atrape seguramente será el mejor. El leasing inmobiliario garantiza que no estarás atado a un sitio específico.

Requisitos del leasing inmobiliario 

El leasing inmobiliario no podrá sonar a algo muy complicado, pero al tratarse de un arrendamiento particular, tiene sus diferencias.

Generalmente, todo tipo de leasing inmobiliario empieza como un contrato de arrendamiento corriente. Lo importante está en el contrato.

El contrato, lo acordado en el negocio, es la columna vertebral del mismo. Aquí, además, es donde te fijarás en la rentabilidad del negocio.

Además de eso, cuenta con otras características:

  • Para que sea legal, el bien inmueble debe ser un local. Es decir, debe estar destinado únicamente a la actividad mercantil. 
  • Las cuotas de amortización deben tener un importe creciente o constante.
  • El IVA, a diferencia de una hipoteca, se abona mensualmente en cuotas y no al principio.
  • Si el contrato es formalizado con escritura pública, también deberá pagarse el AJD (Impuesto de Actos Jurídicos Documentados).
  • A esto se le suma el IS (Impuesto a Sociedades). Ya que sus tasas de amortización son deducibles, esto lo vuelve más atractivo para arrendadores.
  • El contrato de leasing inmobiliario debe tener por lo menos 10 años.

Y con eso, ya tendrías toda la información que necesitas para hacer un contrato de leasing inmobiliario. Te recomendamos, sobre todo, contar con asesoría competente al respecto.
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