Cualquier inversor se pregunta, o al menos se lo debería plantear, ¿hasta qué punto el precio de un activo está relacionado con su valor real? Últimamente se escucha mucho que las criptomonedas son pura burbuja financiera ya que la inversión, o mejor dicho, la especulación en estos activos comparten características con los estallidos de las burbujas que hemos sufrido en nuestra historia económica. Pero realmente, ¿qué podemos aprender de las burbujas sufridas?
La tulipomanía
Esta burbuja, fue probablemente la primera de las grandes de las que se tiene constancia, la cual es una de las más conocidas. Tuvo lugar en el siglo XVI, en Holanda, y se llegó a un punto en el cual un tulipán valía más que una casa. Los tulipanes llegaban de Turquía y a causa de un virus, estas flores cogieron formas y colores raros, esto provocó el deseo de muchos.
A principios del siglo XVII, el precio ya multiplicaba por siete el sueldo medio de la época, incluso llegándose a intercambiar por casas. Muchos fueron los que se endeudaron para comprar cosechas futuras para sacarle rentabilidad. Aunque se intentó controlar el alza de esta burbuja, no se pudo y al final estalló.
Llegó su fín en febrero de 1637, cuando salió a la venta un lote que no encontró comprador y la cotización de los tulipanes cayó. Al ver esto, hubo una sobre oferta de los derechos sobre cosechas futuras, provocando la gran caída de precios.
Burbuja de los mares del Sur
Esta burbuja, ocurrió en Gran Bretaña a principios del siglo XVIII. Estuvo basada en las acciones de la Compañía de los mares del sur, una compañia de comercio internacional, la cual tenia el monopolio del comercio británico con las colonias españolas de Sudamércia y las Indias Occidentales.
La compañía asumió toda la deuda británica sobre los costes de la participación del Reino Unido en la Guerra de Sucesión Española, a cambio del monopolio en el comercio dicho anteriormente. Esto supuso que muchos inversores vieran una oportunidad de negocio, sumado a las historias sobre las riquezas de Sudamérica provocaron un frenesí especulador.
Cuando en 1720 se descubrió que no era una oportunidad tan clara de negocio, es más, que no era tan rentable como se pensaba, la burbuja explotó y las acciones de la empresa cayeron verticalmente.
Cotización de la Compañía de los mares del Sur
Crack del 29 y la Gran Depresión
Sin duda, una de las crisis más devastadoras que se ha producido ya que tuvo un alcance global, aunque el shock fuese en las Bolsas de Estados Unidos. La crisis del 29 tuvo tres días críticos: el Jueves Negro, el Lunes Negro y el Martes Negro. El jueves (24 de octubre) fue el comienzo, pero los días más catastróficos fueron el lunes y martes negro (28 y 29 de octubre, respectivamente), los cuales expandieron el pánico y las consecuencias nunca hasta la fecha vistas en Estados Unidos.
En los ''felices'' años 20, la economía estadounidense parecia que iba viento en popa y las bolsas no paraban de subir sin parar, hasta un 500% en siete años, parecía que esto no tenía límite. Este furor, provocó que millones de personas inviertieran ya no sus ahorros, si no llegando a endeudarse.
En 1929, la FED aconsejó a los bancos que no concidieran créditos para invertir en los activos financieros. Unos meses después, en octubre, estalló la burbuja y todo el exceso de oferta a causa del pánico causó el debacle mundial. La gente acudió a los bancos a sacar dinero, pero éstos no tenian liquidez suficiente, esto, sumado a que los bancos también estaban invertidos o prestados, provocó la quiebra de muchos bancos y el colapso económico mundial.
Burbuja de las punto com
A finales del siglo XX, entre 1997 y 2000, se produjo un increible crecimiento de los activos financieros de empresas relacionadas con Internet, llegando a provocar una fuerte burbuja económica que llevó a la quiebra a una gran cantidad de empresas.
En 1997, las bolsas occidentales empezaron a crecer y nacieron muchas empresas tecnológicas. Internet y la nueva economía estaban en auge y las empresas relacionadas tuvieron un ascenso espectacular. Las valoraciones estaban relacionadas con expectativas y no como datos reales. En muchos casos, las empresas ni siquiera eran rentables, pero sus expectativas futuras eran de que iban a ganar mucho dinero.
El Índice Nasdaq multiplicó por cuatro su valor en poco tiempo, pasando de 1200 puntos a más de 5000, un año después en 2001 el índice había caído a los 2000.
En nuestro territorio, también tuvimos nuestra burbuja tecnológica, la protagonista fue Terra, la cual se dedicaba a realizar contenidos en Internet y tuvo la misma evolución que las compañías norteamericanas pero mucho más acelerado. En solo tres meses había logrado entrar en el Ibex 35 y colocarse entre las 10 primeras empresas por capitalización bursátil. Cuando reventó la burbuja, la acción se desplomó y en 2005 valía menos de 3€ cuando había llegado a superar los 150€.
La burbuja inmobiliaria
En España esta burbuja empezó en el 1997 y se alargó hasta el 2007-2008. La construcción se convirtió en el pilar de la nuestra economía, bajando el paro y subiendo los salarios, provocando la retroalimentación de la burbuja, al incrementar la demanda de bienes inmuebles. Los precios del ladrillo subían sin parar y muchísima gente empezó a invertir en él. Se había pasado a comprar vivienda, tanto para vivir, como para especular.
Al final, después del estallido de la crisis subprime estadounidense, empezó la caída del mercado. Esto provocó la retroalimentación contraria y los precios se desplomaron.
Posibles lecciones de estas burbujas
Características comunes de estas burbujas:
- Fuerte componente especulativo.
- Euforia compradora.
- Endeudamiento para comprar los activos financieros.
