La historia está llena de grandes rivalidades empresariales que por culpa de rencillas personales, megalomanía de sus dirigentes, o simplemente un altercado de egos, han llevado a crear algunas de las competencias más sanas, que han acabado beneficiando a toda la sociedad.
Descubre la historia de rivalidad entre Lamborghini y Ferrari
Y de hecho, en este mismo blog ya hemos repasado varias de estas historias: Adidas vs Puma -que curiosamente fue una rivalidad entre hermanos que dividió a todo un pueblo-, Netflix y Blockbuster, o el enfado que hizo que Warren Buffett acabará comprando Berkshire Hathaway -su inversión más rentable hasta la fecha-.
En este orden, la rivalidad que actualmente existe, pero sobre todo, que llegó a existir entre las marcas de deportivos de lujo Lamborghini y Ferrari, no fue ninguna excepción. Aunque sus orígenes es cierto que son algo diferentes, nuevamente una disputa de egos, creó uno de los duelos empresariales más productivos (y como buenos inversores, rentables) de la historia.
Por eso, hoy quiero traerte la historia de la rivalidad entre Lamborghini y Ferrari. Para elllo, repasaremos el origen de Lamborghini alejados del lujo y del glamour, su transición hacia autos de primer nivel a raíz de un enfado con Enzo Ferrari, así como la situación actual de la compañía.
Empezamos.
El origen de Lamborghini: de granjero a fabricante de tractores
Hablar del origen de la marca de coches con el símbolo del toro, significa conocer los orígenes de su fundador:
- Ferruccio Lamborghini nació en 1916 en Centó, una localidad rural en la región de Emilia-Romaña, Italia, en el seno de una familia de granjeros.
- Al ser el primogénito de cinco hermanos, y de acuerdo con las tradiciones de la época, Ferruccio estaba destinado a heredar y trabajar en la hacienda familiar, pero ya desde jóven demostró un interés y habilidades fuera de lo común en su verdadera pasión: la mecánica y/o la ingeniería, campos en los que acabaría recibiendo cierta formación en la escuela técnica de Fratelli Taddia.
- Así pues, durante la Segunda Guerra Mundial, fue destinado a la isla de Rodas, donde trabajó en el mantenimiento de vehículos del ejército, adquiriendo habilidades mecánicas avanzadas.
- Y ya tras la contienda, aprovechó su ingenio para comprar equipo militar sobrante, principalmente vehículos y maquinaria bélica, que utilizó como base para construir y reparar tractores.
- Con estos recursos, Ferruccio fundó su primer taller de creación y reparación de tractores, que rápidamente ganó popularidad por su fiabilidad y precios accesibles en una Italia en plena reconstrucción.
- Esta incursión en la industria de maquinaria agrícola llevó a la creación de Lamborghini Trattori, la cual fue piedra angular de su éxito empresarial y financió sus futuros proyectos.
El punto de inflexión: la cabezonería de Enzo Ferrari.
Ferruccio Lamborghini, como buen amante de la mecánica, y por ende, de los autos de lujo, tras haber hecho fortuna con sus tractores, poseía una exquisita colección de vehículos de alta gama entre los que destacaban un Mercedes, un Maserati, un Jaguar, y hasta un Ferrari.
Y fue justo, los problemas mecánicos que le dió aquel Ferrari, y su hartazgo de idas y venidas al mecánico y a la casa Ferrari, lo que le hizo emprender su más famosa aventura.
Ante los continuos problemas de funcionamiento, cansado, decidió él mismo (con ayuda de su mecánico) desmontar su deportivo de lujo y, en el proceso, descubrió un detalle sorprendente: el auto deportivo, diseñado para la velocidad y la elegancia, utilizaba el mismo tipo de embrague que él usaba en sus tractores.
Como buen emprendedor que se había forjado a sí mismo, concertó una reunión con el mismísimo Enzo Ferrari, para comunicarle su observación como cliente amante de la marca. Sin embargo, lo que esperaba que fuera una conversación técnica terminó siendo un desmedido duelo de egos. Enzo Ferrari no sólo desestimó las sugerencias de Lamborghini, sino que, le dejó en evidencia espetándole a la cara que un agricultor no debería opinar sobre autos de lujo.
Enzo Ferrari y Ferruccio Lamborghini en imágenes de archivo | Fuente: Expansión
En una entrevista años después, Ferruccio Lamborghini, lo argumentó con las siguientes palabras:
Era un buen conductor, tenía un Ferrari, un Maserati y demás… y un buen día tuve una conversación con mi amigo Enzo Ferrari, y él dijo que yo no sabía conducir Ferraris, que solo sabía conducir tractores. Ahí fue cuando se me metió la idea en la cabeza: Yo mismo haré mis automóviles de ahora en adelante.
Y así fue como para 1963 nació Automobili Lamborghini con el objetivo de construir vehículos de lujo que compitieran, e incluso superaran, los de Ferrari en rendimiento, diseño y fiabilidad.
Y llegó la guerra: Ferrari vs Lamborghini
Con todo, un año después Lamborghini presentó su primer deportivo de lujo, el modelo 350 GT, un auto que sorprendió al mercado por su diseño elegante y motor V12. Aunque el modelo recibió críticas favorables, no logró destronar a Ferrari en competiciones de velocidad y resistencia, lo que llevó a algunos a considerar que Lamborghini estaba aún en una categoría inferior.
La situación se tornó aún más desafiante en una famosa carrera en la que el carro Lamborghini perdió frente a su nuevo archienemigo Ferrari, reforzando la creencia de Enzo Ferrari de que su rival “de los tractores” no estaba a la altura de competir en autos deportivos de élite.
Poco después, Lamborghini lanzó el Miura, el modelo que sería su respuesta definitiva y en el mercado de los autos deportivos. Con su innovador motor montado transversalmente (en el centro del coche) y un diseño que dejó boquiabiertos a los entusiastas del automovilismo, el Miura fue considerado un hito en la ingeniería y el estilo. Este modelo fue, para muchos, la prueba de que Lamborghini no sólo podía igualar a Ferrari, sino que podía elevar los estándares del lujo, la velocidad y usabilidad.
La llegada del Miura convirtió la rivalidad en una verdadera guerra, y Enzo Ferrari tuvo que reconocer que su oponente ya no era solo un fabricante de tractores
Toda esta rivalidad, y algunas otras intrigas que ocurrieron entre ambos empresarios, están bien expuestas en la película Lamborghini: el hombre detrás de la leyenda
La película de la historia de Lamborghini vs Ferrari
¿Sabías por qué Lamborghini usó un toro como insignia de su marca?
No se si te has dado cuenta, pero hemos hablado del Lamborghini Miura. Y es que el bueno de Ferruccio era un amante de los toros, tanto por la potencia que transmite el animal, como por otros motivos que se reflejan en toda la identidad de la marca. Para empezar, en su propio escudo.
Logo de la marca Lamborghini con un toro
De hecho, el ex fabricante de tractores no solo nació bajo el signo zodiacal de Tauro, sino que tras unas vacaciones en Sevilla, quedó profundamente impresionado al acudir a una corrida de toros por la potencia, elegancia y bravura de estos animales, valores que consideraba ideales para representar a su marca.
Y así es como posteriormente llegaron otros modelos de Lamborghini, bautizados con nombres de famosos toros de lidia como el Diablo (1990) o el Murciélago (2001)
Lamborghini a dia de hoy: caída y renacimiento del “toro italiano”
Sin embargo, y a pesar del éxito de su modelo Miura, menos de una década más tarde, hacia los años 70, comenzaron a llegar los problemas financieros a la familia Lamborghini.
La crisis del petróleo de 1973 y el consecuente aumento en el precio de los combustibles golpearon duramente a Lamborghini, cuyas ventas de autos deportivos de alto consumo cayeron drásticamente. Como desencadenante, tan solo un año después, en 1974, Ferruccio Lamborghini vendió su participación en la compañía, distanciándose de la marca que él mismo había creado.
Durante los años siguientes, Lamborghini pasó por varias manos, un periplo que incluyó propietarios suizos y, más tarde, el gigante estadounidense Chrysler, que compró la marca en 1987. Aunque la marca estadounidense inyectó fondos e intentó relanzar la marca con el mencionado modelo Diablo, la situación era precaria, y Lamborghini entró en una fase crítica cercana a la quiebra.
Fue entonces cuando Audi, la subsidiaria de lujo de Volkswagen (VOW3), vio una oportunidad para transformar la marca y acordó comprarla en 1998 por 100 millones de dólares. Bajo el liderazgo y la inversión de Audi, Lamborghini inició una nueva era, introduciendo el Murciélago en 2001 y el Gallardo en 2003, modelos que revitalizaron la marca y marcaron el inicio de su renacimiento definitivo.
Hoy, Lamborghini es una de las joyas del Grupo Volkswagen y ha alcanzado un éxito financiero y de prestigio sin precedentes, posicionándose como uno de los fabricantes de superdeportivos más emblemáticos y sólidos en el mundo.
Y no en vano, es toda una referencia dentro del nicho poblacional de muy alto poder adquisitivo. Así pues, no es difícil encontrar a figuras como Cristiano Ronaldo, el ex-luchador de la UFC Conor McGregor, o algunos miembros de la familia Kardashian con un “Lambo” en el garaje, demostrando que el renacimiento y la furia de la marca siguen tan vigentes como siempre. De hecho, nos quedamos con una frase que pronunció Frank Sinatra, hacia mediados de los 70, pero que hoy está más viva que nunca:
Conduces un Ferrari cuando quieres ser alguien, conduces un Lamborghini cuando ya eres alguien.
Invertir en marcas de deportivos de lujo
Y ya por último, puesto que hemos repasado la historia de una de las principales marcas de automóviles de lujo, os dejo con varias empresas de idéntico calado que cotizan en bolsa, y puedes invertir en ellas
Empresas | Ticker | ISIN |
RACE | NL0011585146 | |
P911 | DE000PAG9113 | |
AML.L | GB00BFXZC448 | |
RR.L | GB00B63H8491 | |
LCID | US5494981039 |
Y por si te has quedado con ganas de más motor, te dejo con el siguiente artículo donde podrás descubrir la historia de una de las marcas de deportivos de lujo más valoradas de la actualidad: ¿Cómo comprar acciones de Porsche?
¿Conocías esta historia de rivalidad entre Ferrari y Lamborghini?, ¿Te ha gustado descubrirla?. Ya sabes que si quieres conocer en profundidad otras historias de rivalidades empresariales, tan solo tienes que citarlas en los comentarios.