Miedo, codicia y sesgos emocionales al invertir
Frecuento el foro de fondos de inversión de Rankia, donde participan diferentes tipos de inversores, desde los más nuevos que recién abandonan los depósitos hasta los más experimentados, y por ser el foro de fondos de inversión se suponen en su mayoría inversores de largo plazo que ceden la gestión de la cartera a un gestor especializado a cambio de una comisión.
Se ha hablado en diversos hilos sobre la necesidad de crear una cartera de fondos, en función del perfil de cada inversor, del plazo de inversión, la tolerancia a riesgo y volatilidad, objetivos de rentabilidad, etc.
Se comentan en su mayoría buenos fondos y se discute asimismo diferentes maneras de gestionar una cartera de fondos en diferentes situaciones de mercado.
¿comprar o vender?
Sin embargo, durante los últimos meses, o más bien los últimos años, las rentabilidades de la renta variable y renta fija han ido subiendo casi sin pausa, mientras muchos rankianos comentaban la dificultad de entrar en un mercado ascendente, de invertir en algo que no para de subir, y la idea de esperar a que se produjeran recortes para así comprar más barato.
Estos días estamos viviendo periodos de recortes, ¿es entonces tiempo de vender? ¿es tiempo de comprar más barato?
Es tiempo de seguir la estrategia que hemos definido, y si no la hemos definido y ya hemos empezado a invertir, aunque tarde, es momento de empezar a conocerse a sí mismo y trazar una estrategia.
Hoy quisiera hacer una reflexión también hacia los sesgos emocionales, ya que en muchos autoproclamados inversores de largo plazo (habría que definir qué es largo plazo) la psicología del inversor, junto a tal vez la falta de una estrategia probada y definida, lleva a muchos a dejarse llevar por los movimientos de corto plazo.
Respecto a las diferentes estrategias, recomiendo este artículo “Filosofías de inversión” del gran Gfierro, cierto es que yo no podría exponerlo mejor que él. Este es el enlace a su artículo:
http://www.rankia.com/blog/etfs-pm/2782874-filosofia-inversion
Respecto a las subidas y bajadas de los precios, por supuesto no podemos evitar la volatilidad, pero podemos gestionarla, delimitando lo máximo que somos capaces de asumir como pérdida; dado que es inherente a los activos negociados en los mercados esa fluctuación de precios, debemos evitar como inversores que esa volatilidad nos produzca una pérdida de patrimonio inasumible.
Sesgos emocionales
Pero vivir desde dentro esas sensaciones una vez estamos dentro del mercado, la reacción de las personas a las fluctuaciones de precios, no es algo sencillo. El premio nobel Daniel Kahneman , junto a Amos Tversky, fueron estudiosos de los sesgos cognitivos, de cómo la percepción de los eventos y la interpretación de los mismos nos pueden llevar a juicios inexactos. Se da lugar así a la llamada economía conductual (enlace a Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Economía_conductual ).
Allá por el año 2000 Robert Kiyosaki exponía como el miedo y la codicia de la gente influencian los movimientos en los precios de los activos:
Yo sólo deseo que ustedes tengan la oportunidad de evitar la trampa. La trampa es causada por esas dos emociones: miedo y codicia.
Utilícenlas en su favor, no en su contra. Eso es lo que quiero enseñarles. No estoy interesado en enseñarles cómo hacer una montaña de dinero. Eso no controlará ni el miedo ni el deseo. Si no logras controlar el miedo y el deseo, y te vuelves rico, serás solamente un esclavo bien pagado.
(…)
Siempre tendremos emociones de miedo y codicia. A partir de ahora, es muy importante que ustedes utilicen sus emociones para su ventaja y para el largo plazo, y no simplemente dejar que sus emociones los controlen al controlar su pensamiento. La mayoría de las personas utilizan el miedo y la codicia en contra de sí mismas. Ése es el principio de la ignorancia.
Robert Kiyosaki (2000) “Padre rico, padre pobre”
En los últimos años con la llegada de la banca online, la oferta de brokers a bajo coste (a veces no tan bajo), y la facilidad de acceso a datos, en ocasiones incluso bombardeo de información, acerca la inversión a mucha gente. Sin embargo esto no es algo nuevo, por supuesto, ya Benjamin Graham alertaba hace más de 60 años sobre el factor psicológico y su influencia en el largo plazo, en sus explicaciones sobre el inversor y las fluctuaciones de mercado:
Las obligaciones a más largo plazo que tenga pueden experimentar unas variaciones de precios relativamente grandes durante sus ciclos vitales, y es prácticamente indudable que su cartera de acciones ordinarias fluctuará en valor durante cualquier período que dure varios años.
El inversor debería ser consciente de estas posibilidades y debería estar preparado para ellas tanto desde un punto de vista financiero como psicológico. Querrá aprovecharse de los beneficios que pueda obtener como consecuencia de los cambios en los niveles de mercado, lo que casi siempre se producirá mediante incrementos de valor de sus carteras de acciones a medida que pase el tiempo, y es posible que también mediante la realización de compras y ventas a precios ventajosos. Que sienta este interés es inevitable, y absolutamente legítimo. No obstante, dicho interés entraña el indudable peligro de que acabe cayendo en actitudes y actividades especulativas. Para nosotros es fácil recomendarle que no especule; lo difícil es que usted siga este consejo. Repitamos lo que dijimos, al principio: si quiere especular, hágalo con los ojos abiertos, siendo consciente de que probablemente acabará perdiendo dinero; asegúrese de que limita el importe que pone en juego y sepárelo por completo de su programa de inversión.
Benjamin Graham (1949) “El inversor inteligente”
Por último quisiera acabar este artículo citando a otro premio nobel, Rober J. Shiller, profesor de economía en la Universidad de Yale, quien también ha trabajado el aspecto behavioral economics, haciendo referencia a las crisis y depresiones acontecidas durante el último siglo, la dificultad para preverlas, incluso para explicarlas racionalmente a posteriori:
The question is not just how to forecast these events before they occur. The problem is deeper than that. No one can even explain why these events rationally ought to have happened even after they have happened.
George A. Akerlof & Robert J. Shiller (2009) “Animal spirits”
Poniendo en duda la teoría de los mercados eficientes, lo cual debería presuponer racionalidad en los mercados:
They point out that the movements in stock prices could still be rational. They say that they could be reflecting new information about some possible major event affecting fundamentals that by chance did not happen in the past century, or the century before that either. In this view the stock market is still the best predictor of those future payoffs. Its gyrations are occurring because something might have happened to fundamentals. They maintain that the mere fact that the major event did not happen cannot be taken to mean that the market was irrational. Maybe they are right. One cannot decisively prove that the stock market has been irrational. But in all of this debate no one has offered any real evidence to think that the volatility is rational.
George A. Akerlof & Robert J. Shiller (2009) “Animal spirits”
Conclusión
Los sesgos emocionales son indudablemente algo muy complejo de controlar, por lo que el peor enemigo podemos ser nosotros mismos. Así que recuerden un par de cosas que pueden ayudarles a ganar la partida: El largo plazo y el interés compuesto.