De los tres grandes valores que acostumbro seguir, Telefónica es el único que hoy ha marcado máximos crecientes. Sin embargo, no acaba de gustarme el hecho de que la acción esté consumindo tiempo sin apenas ganar terreno. Este comportamiento no resulta prometedor.
Dicho lo cual, dos son las cuestiones que merecen mención. De una parte, tenemos que el indicador de momento ya dibuja una minúscula divergencia bajista. Aunque resulta concebible pensar que una continuación del ascenso del precio la eliminará con facilidad, nunca es aconsejable echar estas señales en saco roto. Por otro lado, la línea horizontal se ha desplazado al alza. Ahora se sitúa en 9,97.
Permanezcan atentos.