Como bien decía un tal Samuel Langhorne Clemens, autor de reconocidas novelas como Las Aventuras de Huckleberry Finn, más conocido por su pseudónimo, Mark Twain: "La historia no se repite, pero rima"
Por tanto es importante conocerla, no para tratar de aprovecharse y replicarla, sino para ser capaces de reflexionar sobre las posibilidades ante la próxima crisis, recesión y pandemia, para tener más herramientas con las que poder tomar las decisiones más acertadas para preservar nuestras inversiones, y por ende, nuestro patrimonio.
Voy a hacer un pequeño repaso a las crisis más sonadas de la historia relacionadas con el mundo financiero, y aunque el título nos pueda llevar a engaño, en ninguna de ellas participó Michael J. Fox.
LA CRISIS DE LOS TULIPANES
La primera burbuja o crisis masiva conocida fue la de los tulipanes, en el siglo XVIII. Se desató una euforia desmedida e injustificada por la compra de tulipanes exóticos de todos los colores en Holanda. Los bulbos de pagaban tan caros que hubo gente que incluso llegó a vender su casa para poder comprar más y especular con ellos. Incluso se creó un mercado de futuros (les sonará este producto), para poder vender bulbos de tulipanes que aún siquiera habían sido recolectados.
Finalmente, un buen día de 1637, la burbuja llegó a su punto álgido, y los precios cayeron escandalosamente, pues ya ningún supuesto inversor quería comprarlos. No está claro si el detonante fue la escalada de precios, un nuevo brote de peste bubónica o los rumores infundidos de que la economía iba a colapsar lo que conllevó la caída monumental de precios, el caso es que el pánico se apoderó de toda la masa inversora, y en cuestión e días, llevó incluso a la economía holandesa a la quiebra.
Fuente: Getty images
LA COMPAÑÍA DE LOS MARES DEL SUR
Durante la Guerra de Sucesión Española que finalizó en 1713 con la firma del Tratado de Utrecht, Inglaterra había contraído una enorme deuda pública, pues era así como se financiaban las campañas bélicas. Debido a que el Pueblo llano se encontraba ya excesivamente esquilmado vía impuestos, Robert Harely, el Lord del Tesoro decidió crear una empresa denominada La Compañía de los Mares del Sur, en 1711, a la que traspasaría toda la deuda de la Corona británica. A esta Compañía le fueron traspasados los derechos exclusivos del comercio de bienes y esclavos con las colonias americanas de España en virtud de los acuerdos bilaterales firmados entre franceses e ingleses, y con el fin de hacer más atractiva está empresa.
El Gobierno ofrecía a los accionistas un 6% como anualidad perpetua, lo que hacía muy atractivo adquirir acciones de la Compañía, llevando a asumir un monto de 1.000 millones de libras de las actuales, por parte de los ingenuos inversores. Una vez firmado en 1713 el Tratado y cuando se hizo público, se vieron que las condiciones eran mucho más desfavorables de las anunciadas por los apreciados gobernantes. Pese a ello se continuaron expandiendo rumores sobre el valor intrínseco y el potencial de revalorización de la empresa, llevando la acción desde las 128 libras iniciales hasta alcanzar casi las 1.000 libras en agosto de 1720 (equivalente a 1 millón de libras actuales). La imposibilidad de los ahorradores de manejar esas cantidades y hacer frente incluso a las deudas adquiridas para poder invertir, desencadenó en una espiral decreciente de los precios de las acciones, llegando incluso producir un problema severo en la Banca y un número repentino de bancarrotas comerciales.
Esquema de la burbuja de la Compañía de los Mares del Sur (William Hogarth, 1721). Fuente: Wikimedia
Entre los inversores de la Compañía de los Mares del Sur se encontraba Isaac Newton, quien tras obtener unas plusvalías de 7.000 libras, acabó perdiendo 20.000 "paunds". Los ahorros de toda su vida. Cuenta la historia, que en una conversación con su amigo Abraham DeMoivre, dijo:
"He logrado predecir el movimiento de los astros, pero no la locura del mercado".
EL CRACK DE 1929
El máas famoso de la historia de Wall Street, precedida de un auge especulativo durante los años 20, y potenciada por el clima de optimismo generado tras la finalización de la I Guerra Mundial. Miles de personas invirtieron en los mercados bursátiles sin saber lo que hacían, llegando a endeudarse para poder comprar más acciones de empresas que ni siquiera entendían.
El primer golpe se produjo el jueves 24 de octubre de 1929, desplomándose los precios de las acciones y empezando a correr el pánico por la calles de la ciudad de los rascacielos. Pero lo peor estaba por llegar, el famoso "Black Monday", o lunes negro del 28 de octubre la bolsa cayó un 13% en una sola jornada, marcando para siempre esa fecha en la historia y señalando el inicio de lo que sería la Gran Depresión. Hubo quiebras de bancos, empresas que tuvieron que cerrar y como consecuencia, miles de personas se vieron arruinadas, sobretodo aquellas que habían pedido créditos como en las anteriores crisis para poder invertir lo que no tenían, y conseguir lo que no necesitaban. La crisis se extendió a todo el mundo, y no fue sino hasta principios de 1930 que la economía logró recuperarse.
Niño manifestándose en el Crack de 1929. Fuente: economipedia
LA BURBUJA DE LAS PUNTOCOM
A finales de los 90 con la llegada de internet y la revolución tecnológica se produjo la burbuja de las llamadas "punto.com", empresas que sin tener beneficios y algunas incluso ingresos, llegaron a tener valoraciones astronómicas. En España es la primer que tengo consciencia, pues empecé en el año 2.000. Recuerdo como la gente compraba "Terras" como si no hubiera mañana. La acción salió a 11 €uros el 17 de noviembre de 1999, y en solo un día se revalorizó un 184%, llegando incluso a alcanzar los 157 el día de San Valentín del año 2.000, no dirán que no es una historia romántica...
Lo que ya no fue tan romántico fue su final, cuando Telefónica lanzó una oferta a 5,25€ por acción, apenas un 3% de lo que había llegado a valer.
Apenas me afectó esta crisis por varios motivos. Yo solo tenía acciones del BBVA, y no entendía nada de los mercados, así que ni los miraba apenas. Como tampoco trabajaba ni tenía ingresos, no me veía tentado de comprar nada, y prácticamente la pasé sin pena ni gloria. Aunque el sector de la banca no se vio tan afectado, en España en los años posteriores si se vio envuelto en una época donde nunca recobró el esplendor del siglo XIX.
En Estados Unidos, hasta el Presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan llegó a advertir de la exuberancia irracional de los precios de todas aquellas acciones que llevaban la palabra "tech" o "micro" en su denominación. En el año 2002, la burbuja estalló y afectó incluso a empresas como Amazon, que llegaron a caer hasta un 90%. Las que no tenían ningún negocio detrás, simplemente desaparecieron, como el dinero de sus accionistas...
LA CRISIS DE LAS SUBPRIME
La más reciente de todas. Algunos inversores aún ni han vivido ese pánico sostenido y su consecuencias depresorias en la economía, pérdidas de empleo y quiebra de empresas incluida. La recuerdo como si fuera ayer, cayendo las bolsas día tras día durante meses y con un clima sumamente negativo, mientras los políticos se llenaban de mentiras haciéndonos creer que estábamos en la "Champions League de la economía". Una experiencia realmente dura, perder tu empleo y que tu patrimonio se quede en menos de la mitad no es plato de buen gusto para nadie, aunque es un aprendizaje que no se puede leer en ningún libro...
El problema tuvo su origen en las hipotecas tóxicas o suprime, que eran entregadas por los bancos norteamericanos a personas de baja solvencia y posteriormente los comercializaban entre entidades. Con esos préstamos hipotecarios, creaban agrupaciones para poder comercializarlos en los mercados financieros, creando una burbuja de deuda que, cuando los deudores no pudieron hacer frente, provocaron el derrumbe de los precios de la vivienda y además, que millones de personas perdieran su hogar, no solo en Usa, pues la crisis se acabó trasladando a todo el mundo.
Además, el Sistema Bancario mundial tembló con la caída e Lehman Brothers, entidad que tenía 158 años de historia, provocando un efecto dominó que puso en jaque a toda la economía y el Orden Mundial. Afortunadamente, tras la tempestad llegó la calman y en los siguientes diez años, el índice SP500 llegó a multiplicar por 3 su valoración como consecuencia de la recuperación posterior, tras las políticas monetarias y crediticias de los Bancos Centrales.
Espero y confío que la siguiente crisis no venga derivada por la Pandemia del Covid-19 y la pésima gestión que se ha llevado a cabo por distintos gobiernos y políticos. En cualquier caso, estaremos preparados para lo que pase, trabajando por lo mejor, y guardando la ropa por si la tormenta se alarga en el tiempo...
Atentamente,
Emilio Gómez.
Aprendiz de inversor.