Ayer el usuario Moniato,tras leer mi artículo "Emprender en España: el coste emocional del fracaso", me preguntaba que cómo fueron mis comienzos, si hice cursos o qué.
Mi respuesta es que mi primer paso en bolsa fue bochornoso. Es el tipo de cosas que uno no cuenta porque puede parecer un pardillo, un capullo o un botarate. Es parecido a contar que te has ido en 1 minuto cuando estás con tu chica. A nadie le gusta comentar que "se va" rápido o que buena parte del tiempo es un idiota. Pero como yo no tengo vergüenza, no pretendo aparentar que cuando voy al baño huele a rosas y además creo que puede tener interés saber que lección aprendí en mi primer día de bolsa, pues ahí va, contada en tono novelesco.
Corría el año 2006, la economía era pujante, Zapatero auguraba que íbamos a superar a las grandes potencias europeas en renta per capita, los niños dejaban la escuela para trabajar en la obra, los grandes constructores acaparaban las portadas de las revistas económicas y también las de papel cuché. En aquellas revistas se mencionaba el ingenio, la inteligencia y gallardía de aquellos titanes del ladrillo. De repente la España del Seat 600 había dado paso a la España de los BMW, Jaguars y Mercedes, pero no unos pocos, sino unos muchos. Recuerdo perfectamente ese año estar en el balcón de mi casa en una céntrica avenida y haberme quedado pensando ¿Cómo es posible que todo el mundo tenga un BMW y yo no?
Por fortuna, tuve la oportunidad de vender un piso de un familiar. 3.75% de comisión para mí si lo vendía. Para el vendedor era mejor que el 5% que cobraban los agentes inmobiliarios. Presto, activé una campaña de marketing barata pero efectiva. La cuestión era ¿cómo vendo un cuarto piso con vistas a la playa pero sin ascensor, con escalera oscura y que además el piso está dividido ilegalmente en 3 apartamentos donde viven 3 familias de inmigrantes? La respuesta era muy fácil, destacando los rasgos positivos y minimizando los rasgos negativos. Así que abrí mi Google Earth e imprimí una imagen aérea del lugar señalando con una flecha la localización, que era fantástica porque estaba en una playa. Escribí en el cartel en grande "Se Vende piso con espectaculares vistas a la playa" y por supuesto minimizar la información más fea supone no ponerla: "ya se enterarán".
Imprimí unas cuantas docenas de carteles y las distribuí por todos lados, incluso en los sitios donde dice prohibido pegar carteles. Desde el primer día recibí literalmente docenas de llamadas y en menos de una semana había vendido el piso cobrando una comisión de 8000 euros. ¡Wow! pensé. Coser y cantar, cantar y coser.
Pero el mercado inmobiliario no era lo mío, correr para aquí, correr para allá, subir escaleras de 4 pisos hasta que no te quede aliento, no, en definitiva no era lo mío. Además aunque no me crean yo sabía que ese mercado no podía durar mucho o al menos tuve suerte pensándolo.
El ladrillo, sea fabricarlo o venderlo, era sudoroso, y yo sabía que el destino me tenía preparado algo mejor, elegante, glamuroso, tranquilo y sobre todo que me llamaba mucho la atención: el mercado de acciones.
Sin disfrutar un solo euro de mi comisión (!error¡) dispuse todo mi capital en el broker más barato que encontré, que dicho sea de paso es 10 veces más caro que el que tengo hoy en día. Por supuesto, antes de mover el dinero tenía que hacerme una idea de que iba a hacer o que iba a comprar. Con 8000 euros jamás se te pasa por la cabeza invertir a largo plazo, no. Uno lo que pretende es "dedicarse a la bolsa".
¿Qué es dedicarse a la bolsa? Esa es una pregunta difícil de contestar, pero para alguien con 8000 euros es sentarse delante de la pantalla con la creencia de que su presencia continua te va a permitir ganar mucho dinero, "Tiempo es dinero" dice un refrán.
Es curioso que llegara a la bolsa en 2006 en pleno techo de mercado. ¿Alguna vez llegarán los novatos en pleno suelo, o están influenciados por todo lo que les rodea para que no sea así?. Pero lo más curioso es que mi primer valor fuera, evidentemente, Jazztel. ¿Por qué un novato siempre empieza por Jazztel? Es evidente, si te vas a pasar todo el día "dedicándote a la bolsa" lo harás en un lugar donde puedas rascar algo seguro. Al fin y al cabo ¿quien sabe si al comprar un valor va a subir o bajar? Pero Jazztel ni subía ni bajaba, o lo hacía rara vez. Jazztel se negociaba con una horquilla escandalosa. 3%, 5%, 7% o lo que fuese entre el bid y el ask y además con montones de millones de acciones cambiándose al día. Pan chupado, coser y cantar, cantar y coser. Compro a 0.15 y vendo a 0.16. ¡Y si lo hago 100 veces al día, millonario en un año!
Para estar seguro de mi teoría especulativa hice una simulación con la cartera virtual de la página financiera de Telecinco, de la cual no recuerdo el nombre. Denominación de la cartera virtual: "SuperInversor2000". Bien, 10,000 euros virtuales, y me dispongo a simular mi idea. ¡Compro jazztel con orden limitada a 0.15 y se cruza la orden y estoy dentro! Acto seguido orden limitada de venta a 0.16 y ¡en menos de 2 minutos he realizado un beneficio del 5%! ¡Wow! me dije. Comprar, vender, pim, pam, pim, pam esto es coser y cantar.
Acto seguido, en pleno éxtasis imaginando las riquezas rápidas que iba a obtener, me hice una de las preguntas más importantes que jamás me he hecho : ¿Por qué soy tan listo y la gente es tan idiota?
No quieran saber cual era mi emoción. Fumaba cigarrillo tras cigarrillo, extasiado y fuera de control. De repente la sociedad que me rodeaba me parecía llena de idiotas que trabajaban por 2000 euros al mes o menos. Me revolcaba por el sofá intentando digerir tremendo notición: ¡iba a ser rico!
Día 2.
El dinero en el broker está listo, más o menos sé usar la plataforma web. El mundo era maravilloso y en algún lugar corría un río enorme de dinero esperando a que alguien lo cogiera. "Audaces fortuna juvat", la fortuna favorece a los audaces dijo un romano.
9 a.m. de la mañana, el mercado abre, es verano y hace calor en Madrid. Jazztel abre a 0.15-0.16, pongo orden limitada de compra a 0.15 con la idea de acto seguido vender con beneficio. Sale un pop-up "Orden emplazada en el mercado". Espero. Espero. Espero. Espero. Espero. No se cruza la orden. Pasan 5 minutos. Espero. Espero. Pasan 20 minutos. Miro al techo. Miro a la ventana. Espero. Espero. Pasa una hora y me mosqueo y grito: ¡Vaya mierda de broker de los cojones! ¡Mi orden debería haberse cruzado hace una hora!. El mercado fluctúa entre 0.15 y 0.16, se han cruzado unas cuantas millones de acciones y ¿donde carajo está mi operación? ¿por qué no tengo mis acciones?.
Llamo al broker, a la mesa de dinero o algo así, ¿quien sabe?. La respuesta al otro lado del hilo telefónico (que romántica esta expresión), es fría y distante, como la de alguien que tiene mucha prisa.
- Sí, diga ¿qué ocurre?
- Mire, son ustedes unos incompetentes, puse una orden de compra en Jazztel a 0.15 ¡hace una hora¡ y estoy dejando de hacer dinero.
- Un momento que lo compruebe.
pasa un tiempo corto y reponde:
- todo está bien con su orden, está en el mercado.
- ¿pero como va a estar en el mercado si puse la orden hace una hora y no tengo mis acciones?
- le confirmo que la orden está en el mercado en la cola de órdenes.
- ¿cóla de órdenes?
Colgué. En ese preciso momento me di cuenta que había algo que se me escapaba aunque no sabía exactamente el qué....."cola de órdenes" me quede musitando. Mire a la ventana, fui a Google, escribí "cola de ordenes bolsa" y entonces entendí que no iba a empezar a hacerme rico ese día. Que antes que yo, había probablemente mil tipos esperando a que su orden se ejecutar.
Mi gozo en un pozo. Ni yo era tan listo, ni los demás tan idiotas ni hay un río enorme de dinero esperando simplemente a que alguien meta la mano en él.
¿Le parecen pocas lecciones para aprender el primer día y sin perder un duro? La verdad es que no. Bochornoso y ridículo pero gratis.
En definitiva, mi primer día en bolsa aprendí que "No hay cenas gratis en Wall Street"
Meses después, empecé a tomarme en serio la bolsa. Hice cursos en la bolsa de Madrid y alguna otra institución. Me dejé intoxicar por toda la basura que uno puede encontrar por ahí. Sin comprobar la veracidad aceptaba como bueno lo que se decía, al fin y al cabo esto del Análisis Técnico tiene sentido ¿verdad? resistencia, soporte....pim pam, coser y cantar. Aceptaba como bueno cualquier idea producto del pensamiento de otro, porque "si esa persona habla sabrá de lo que habla ¿verdad?".
Tras más de dos años intoxicado y a punto de morir de inanición, se me ocurrió dudar y de la duda nació un brote de esperanza......