Siempre me ha llamado la atención que los operadores tengamos el error - tan grande-, de permitir que los eventos pasados condicionen nuestros análisis y operativas presentes. Seguro que alguna vez se ha visto diciendo "esto tiene que bajar porque la cosa está muy mal" y sin embargo el mercado no paraba de subir. Aquí tiene 4 puntos que intentan describir este fenómeno, el fenómeno de conducir mirando el retrovisor.
1. Quedarse pensando en la anterior operación: especialmente tras una mala operación que nos ha erosionado una parte de la cuenta. Pero lo cierto es que agua pasada no mueve molino y también que una operación solo deberia ser una operación más de las próximas 10,000. Quedarse pensando en la anterior operación hace que no estemos pensando en la operación actual o que la actual se haya convertido en una compra-venta vengativa con las ganas de recuperar la perdida anterior (o lo contrario: quedarse bloqueado y no negociar). Un sistema no se evalua por la última operación. El resultado de la anterior operación no tiene nada que ver con la actual. Si dejamos nuestra mente en el pasado no estaremos preparados para actuar en el presente.
2. Que nuestra opinión sea esclava de la última tendencia: los últimos eventos de un mercado, suelen tener un impacto muy grande sobre nuestra psique. Tendemos a pensar que las tendencias son para siempre, especialmente cuando un movimiento es extremo, ya sea al alza o a la baja. Y es, precisamente, tras los grandes movimientos, cuando casi todas las tendencias acaban. Se trata de los los clímax o capitulaciones de los mercados; pero curiosamente la grandísima mayoría da por hecho que la tendencia va a continuar. Tan fuerte es este efecto que incluso todavía queda gente diciendo que estamos en un "bear market rally", a pesar de que el SP&500 ha subido más de un 100% desde marzo de 2009. Tan fuerte es este efecto que aún se niega que la economía mundial está expandiéndose y se avisa de que esta recuperación es diferente a todas las anteriores ( osea que esta vez es diferente).
3. Quedarse pensando en las noticias que acompañaron el último movimiento: Si una radiación nuclear hizo caer las bolsas la semana pasada, no tiene porque hacerlas caer esta semana. Los mercados son mecanismos de descuento. Un paralelismo jurídico sería que uno no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Lo mismo en los mercados. Usar noticias viejas para entrar en posiciones es como conducir un coche mirando por el retrovisor.
4. No entender la diferente psicología de las fases bajistas y las fases alcistas: cuando los mercados caen se desarrolla el pánico, y cuando suben se desarrolla la complacencia. Estas diferentes emociones según las circunstancias, tienen fuerte implicaciones en la operativa. Así, un "corto" que ha funcionado, lo hará por poco tiempo y un "largo" que funcione durará más en el tiempo. Los cortos hay que cerrarlos rápidos y en los largos hay que ser más lentos en salir. (+más info). Además también implica que la forma de entrar es diferente. Los suelos del mercado al ser un lugar donde se unen dos emociones extremas (extremo pánico y extrema avaricia) suelen ser de formación muy rápida (+más info 1 y 2). El no entender los diferentes tempos según cada emoción, nos puede llevar a estar demasiado tiempo descordinados con el mercado, y seguir siendo bajistas cuando el mercado ha girado.
Conclusión: no proyectemos el pasado al futuro. Es mentira que el pasado fue mejor o que en el pasado los niños respetaban más a los mayores. El pasado no paga nada, solo el presente y el futuro. La operación mal hecha la olvidamos y solo la observaremos fríamente para mejorarno, pero no para relamernos en nuestras heridas. Cuando el mercado caiga por un hecho, no esperaremos a que ese hecho vuelva a mover el mercado otra vez, y no pensaremos que las tendencias son para siempre, especialmente tras un fuerte movimiento ya que es caudno las tendencias claudican.