La troika, de la que tanto oímos hablar en la actualidad, está compuesta por la UE, el BCE y el FMI. Estas instituciones internacionales se dedican a analizar la situación económica de los países para señalarles qué medidas son viables y cuáles no y qué reformas económicas deben llevar a cabo si quieren sanear sus cuentas y crecer. Si los países cumplen las condiciones establecidas por la troika y necesitan ayuda, obtendrán financiación del FMI o del BCE. En el momento que la troika financia a un país este pierde gran parte de su independencia política.