El gobierno aprobó el viernes la reforma eléctrica, para acabar con el déficit de tarifa (diferencia entre los costes del sistema eléctrico y los ingresos recogidos a través de la factura), el déficit de tarifa está previsto que alcance los 4.500 millones de euros. Hemos podido comprobar cómo el día de su aprobación las empresas eléctricas y de gas cayeron fuertemente, lastrando al selectivo español. A continuación analizaremos los motivos:
El esfuerzo
Para reducir este déficit, el esfuerzo se distribuirá entre:
- Empresas (60%)
- Consumidores (20%)
- Estado (20%)
Reformas en 2013:
- Recortes en el sistema eléctrico por valor de 2.700 millones de euros:
La reforma establece un nuevo régimen retributivo para las instalaciones de generación de energía renovable, cogeneración y residuos, garantizando una rentabilidad del 7.5% (bono a 10 años + 300pbs).
Iberdrola Endesa y REE se ven afectadas por la fijación de la retribución (asociada a una actividad de bajo riesgo) en cuanto a redes de transporte y distribución. Se establece una retribución homogénea adecuada a una actividad de bajo riesgo (6.5%, es decir rentabilidad del bono a 10 años + 200pbs).
Gas Natural sufre un impacto negativo por la disminución del coste de producción eléctrico y mejorar la eficiencia de las centrales de fuel, así como la reducción de los pagos por capacidad.
- Se aportarán 900 millones de euros (por debajo de los 2.000 millones iniciales estimados).
- Se subirán los peajes eléctricos en 900 millones de euros (+3.2% tarifa eléctrica en agosto)
Se limita la introducción de nuevos costes en el sistema eléctrico sin que venga acompañada de un aumento equivalente de los ingresos, para evitar que se vuelvan a generar déficits de tarifa eléctrica.
Gas Natural y Enagás fueron especialmente perjudicadas debido a que no se descarta que se puedan acometer recortes en actividades reguladas como el gas.
Red Eléctrica evalúa en 100 millones de euros el impacto de la reforma energética.
El gobierno busca evitar nuevos desequilibrios y garantizar el suministro al consumidor al menor coste posible de forma transparente. Se simplificará la factura de la luz y se introducen modificaciones en la tarifa para aumentar la competencia.
La reforma habilitará nuevas comercializadoras para el suministro de clientes, permitiendo además la competencia entre ellas, para ofrecer ofertas y descuentos, se agiliza el proceso de cambio de compañía suministradora y se refuerzan los mecanismos de atención al cliente. Los consumidores más vulnerables podrán continuar acogiéndose al “Bono Social”.
Por último, la reforma también modificará la estructura de peajes reduciendo el coste sobre el consumidor medio y penalizando las segundas viviendas y viviendas vacías.