La semana pasada hablábamos de dejar pasar septiembre y octubre porque es el peor bimestre para invertir en bolsa y el crecimiento económico tanto en Estados Unidos como en Europa dejan de ser lo que se esperaba.
Esto unido a un posible tensionamiento de tipos en Estados Unidos antes de lo esperado, provoca que las gestoras estén aumentando liquidez por si las moscas, vendiendo los activos que mejor se han comportado en los últimos años. Los activos que mejor se han comportado han sido high yield, la bolsa americana y deuda periférica.
La bolsa a largo plazo es el mejor activo, sobre todo si lo comparamos con los bonos. Pero tenemos que tener un colchón con elevada liquidez.
La zona 3.050-3075 en Eurostoxx 50 y la zona 10.300-9900 en el Ibex 35, que coincide con los mínimos de agosto, pueden constituir un buen soporte y aprovechar un cierto repunte en los mercados.
Lo mejor es operar a través de derivados porque la volatilidad está en niveles superiores a los últimos años. Los mercados pensamos que están en su justo precio, salvo algunos activos como la deuda brasileña, por lo que caídas del 5% podrían ser oportunidades de compra.
Pronto tendremos los stress test y veremos la situación de la banca. Estaremos atentos a los asuntos geopolíticos y la incertidumbre creada en los mercados.
La única diversificación correcta es la liquidez.
El fortalecimiento del dólar está reduciendo la inflación y alejando la subida de tipos en Estados Unidos. Los valores de consumo estable están relativamente caros.
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