Algo muy parecido a lo transcrito ha pasado en Letonia hace un mes agobiada por el galopante déficit público y la marcha de la economía.
Aunque parezca una ficción si no se toman medias en un breve espacio de tiempo, nuestro país lleva un camino parecido. Paso a describir mis razones particulares por lo que pienso que es posible:
a) Tenemos cuatro administraciones que concurren y compiten por las mismas competencias (Estatal, Autonómica, Provincial y Local) y por “servir “a los ciudadanos.
Después de 35 años de estado autonómico aun no están delimitadas claramente las competencias, produciéndose un hinchazón del funcionariado, una falta de coordinación en muchos aspectos, un despilfarro del gasto (mucho asesor de imagen, gabinetes de todo tipo, personal de confianza, (y tanto para lo que cae), uso del teléfono ilimitado… etc.)
Para más Inri el don de la tetra ubicación parece una característica de nuestros políticos funcionarios a tenor del número y la cantidad de sueldos que cobran.
Los partidos políticos más parecen máquinas de gasto y empresas no sometidas a control alguno, (a pesar del Tribunal de cuentas) que expresiones de voluntad colectiva. No es extraño que al no producir bien alguno, y carecer de valores e ideología, se extienda el convencimiento de que solo buscan el enriquecimiento personal de sus dirigentes y únicamente piensen en ganar las oposiciones para gobernar el país.
Expresiones del tipo “estoy en política para hacerme rico” se convierten en realidades palpables, con ministros de Economía invirtiendo en bancos y diciéndonos que España es el país en que es más fácil hacerse rico.
Uno de los sectores que no funciona es la justicia por el mero hecho que los pleitos se eternizan y una justicia tardía no lo es tal. Interesa a muchos que se pleitee (cuánto más mejor) en lugar de llegar a acuerdos razonables. ¿Cual es el coste económico de la resolución tardía de los conflictos? ¿Por qué los juzgados a pesar del ímprobo esfuerzo de muchos funcionarios todavía están en cuánto a medios en la edad de piedra?
b) Igualmente parte de la iniciativa privada tiene como objetivo vivir de los favores del presupuesto y de las ayudas gubernamentales cuando no de la falta de competencia y de las famosas tasas por servicios.
Mire Vd. Su factura de teléfono, luz, gas, agua y comprobará cómo las tasas, cánones, contribuciones especiales etc., suponen gran parte del recibo. Así que por mucho que no consuma, tiene que pagar.
¿Por qué se empeña la iniciativa privada en meterse en la sanidad cuando es de lo poco que a nivel hospitalario funciona en nuestro país?
c) Existe una clase especial en nuestro país compuesta ex ministros despechados, (con pensiones multimillonarias y contratos blindados que confluyen, no importa ideología y condición, en asesorías y consultoras,) reclamando la flexibilización del mercado laboral, en un país con cinco millones de parados, como si nuestro mercado laboral no lo fuera.
Olvidan que nuestros salarios son un 30% inferior a los de Francia y Alemania. Quizá nuestra falta de productividad venga más por la falta de visión de ellos o por el coste tan elevado que pagamos por nuestras corruptelas de todo tipo, desde obras públicas faraónicas hasta opas en Bolsa.
¡Hay si tuviéramos una Merkel otro gallo nos cantaría! ¿Quién va a consumir con un mercado laboral tan precario y con salarios tan bajos? ¿El vecino consumirá nuestros productos, cuándo los no alcanzan ni para la vivienda? ¿Quién consumirá los productos de nuestros vecinos? ¿Nosotros?
d) En cuanto a los Sindicatos, esconden la cabeza bajo el ala, viven subvencionados por el gobierno de turno y no quieren enterarse de nada. Por no enterarse, no se han enterado ni de la crisis del modelo productivo español. Sólo quieren engordar la nómina de afiliados para cobrar más de los presupuestos y trabajar menos horas. Aún estoy esperando que algún Sindicato renuncie a parte de sus horas sindicales, realizando todas las tareas posibles fuera del horario laboral.
e) Por último queda el intocable sector financiero donde sus dirigentes, algunos ex políticos, gozan de prebendas inimaginables (planes de pensiones, viajes, indemnizaciones, casas,) a cambio de dar préstamos de dudosa rentabilidad. Algunos de dichos préstamos acaban en los partidos políticos o entidades sin patrimonio aunque por medio hayan pasado por alguna constructora concursada. Uno creía que la función de la banca intermediar y ganar dinero para los accionistas pero éstos han desaparecido del mapa, si es que alguna vez han ejercido sus derechos.
Lo han hecho mal, muy mal, se han beneficiado de bonos y demás prebendas legales y alégales, siguiendo gobernando nuestras entidades, mientras los reguladores hacen mutis por el foro.
Entre todos, ciudadanos presentes y futuros hemos salvado el sector, pagando un precio muy alto. Las organizaciones de empresarios y consumidores callan, mientras que la economía real languidece. El sindicalismo vertical reaparece.
f) Mientras en los medios de comunicación social, el fútbol (con sus multimillonarias deudas a Hacienda y a la Seguridad Social, y su fiscalidad privilegiada para los futbolistas extranjeros) y los programas del corazón ocupan el tiempo de los parados.
¿Qué podemos hacer?
A parte de ejercer nuestros derechos democráticos, os propongo un concurso de ideas para reducir el déficit público. Os lanzo las mías
1) Que los ex presidentes del gobierno y ex ministros ingresen en las arcas del Estado los emolumentos que cobran por dar conferencias en virtud del cargo que han ocupado, como mínimo hasta la cantidad consignada en los presupuestos.
2) Que los hospitales cobren la comida a precio de coste a los acompañantes y enfermos
3) Que las luces de las ciudades no se enciendan automáticamente pues hay días que a las seis de la tarde es de día, aunque se programen para encenderse a esa hora en invierno
4) Que toda la operativa relacionada con las Administraciones Públicas vía internet (pagos, inscripciones…) tengan beneficios como descuentos, prioridad en la resolución de incidencias
5) Informar a los ciudadanos a final del año del consumo de sanidad (medicamentos, hospitalización, consultas) premiando a los que menos consumen
¿ Qué otras ideas se te ocurren a ti?