Entonces, ¿si todo el mundo ganaba dinero quien perdía en aquellos momentos? Livermore que por aquel entonces estaba fuera de todo el foco alcista del momento, se movió como un buen depredador buscando partidas para poder venderlas sin tenerlas.Le tacharon de operador equivocado, acabado y risueño ya que los mercados estaban tan alcistas, que nadie se atrevía a vender nada.
Como su lucha con Cutten acabó en derrota y Jesse eso no lo aceptaba de ninguna manera, se las ingenió para seguir haciendo creer a bombo y platillo que él también estaba comprando acciones a ritmo de pasodoble.
La realidad era bien diferente, una parte, la visible, si estaba comprando, pero la parte oscura era otra, un gran conglomerado liderado por Livermore y otros gigantes del momento estaban preparando algo que haría tambalear los cimientos de la economía norteamericana y que la llevaría a una crisis importante en años.
Por fin llego el día para Livermore y su grupo, días antes al jueves negro el Dow jones de industriales retrocedió unos puntos pero pronto esa venta fue compensada con fuertes compras.
El jueves 19 de octubre de 1929 se produjo uno de los movimientos más devastadores de la historia en los mercados financieros.
¿Fue capaz de provocarlo Jesse Livermore? Sinceramente del todo no creo, pero como su influencia en muchos estamentos de la sociedad de la época y su amistad con los grupos más poderosos del momento además de sus movimientos a corto desde hacia unas semanas, advertían que sabía algo que los demás no sabían.
En el gráfico del crash vemos como en septiembre el DJIA retrocedió, no importó lo mas mínimo, el dinero fácil estaba de moda.
Livermore unos meses más tarde amasó una fortuna de unos 100 millones de dólares, volvía a ser el especulador bajista más brutal que jamás hubiera existido en aquellos momentos.
Durante un tiempo a Cutten le preguntaron sobre sus pérdidas millonarias con el crash al cual respondió que eran ínfimas respecto a su patrimonio y que volvería para acabar con su misión.Su rencor era tal, que juro vengarse de Livermore ya que este aparecía como el hombre del momento en toda la prensa de Estados Unidos y esto a Cutten no le hacía ninguna gracia.
Los años venideros no fueron muy propensos para la economía norteamericana, en cambio sí lo fue para los mercados ya que no tardaron en empezar a recuperar poco a poco el desastre de ese jueves negro.
Livermore en una de sus entrevistas para los periódicos recordó lo siguiente: El juego de la especulación es el más uniforme y fascinante juego del mundo. Pero no es para el estúpido, el mentalmente flojo, el de inferior balance emocional, o el aventurero que espera hacerse rico pronto. Esos morirán pobres.
Saludos.
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