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Cómo invertir el dinero de tus hijos

¿Qué cuenta de ahorro infantil me recomiendas para los niños? Así suelen comenzar muchas de mis conversaciones sobre cómo invertir el dinero de los hijos.

Si algo está claro es que más tarde o más temprano (y mejor la segunda opción), todo padre se termina planteando la necesidad de ahorrar para los hijos y qué hacer con ese dinero.

Las cuentas infantiles son la primera parada lógica en un país donde buena parte del dinero de las familias está en cuentas corrientes y depósitos. Sin embargo, eso no quiere decir que sean la mejor opción, ni mucho menos.

Por eso mismo, muchas de estas charlas sobre qué hacer con los ahorros de los niños empiezan por lo básico: por qué ahorrar e invertir para los hijos. Si tú ya tienes claro que ahorrar no es suficiente, en el siguiente punto encontrarás las tres opciones para hacer crecer los ahorros de los hijos.

Por qué invertir el dinero de los niños

El tiempo es el mayor aliado de tu dinero y a la vez su mayor peligro y si algo tienen los hijos es mucho tiempo por delante. Puedes usarlo a su favor o en su contra según lo que hagas con él porque en la mayoría de casos es un dinero que no tocarás entre 10 y 20 años.

Puedes aprovechar ese periodo para obtener una rentabilidad por ese capital o dejar que la inflación haga su trabajo y ese ahorro que has acumulado pierda mucho más valor del que piensas.

En los últimos años con una inflación cercana al 1% esa pérdida de valor era pequeña, pero ahora con una inflación disparada en cotas del 8% (y parece que va para largo), la cosa cambia. Sólo tienes que pensar en la cesta de la compra para entender cómo afecta la inflación a tu poder adquisitivo y a los ahorros de los niños. Donde antes necesitabas 100 euros, ahora necesitas 108 euros. Imagina eso mismo pero a largo plazo, en periodos de 15 años.

Para que no te cueste mucho hacerlo, según los datos del INE, para igualar el valor de 1.000 euros de 2010 necesitarías 1.108 euros (la inflación total en ese periodo ha sido del 10,8%). En el caso del dinero de los hijos, cuando lo necesiten seguirán teniendo 1.000 euros nominales, pero su valor equivaldrá a menos de 900 euros.

Con una inflación anual media del 5%, en 14 años y medio ese dinero valdría la mitad. Como ves, si no haces nada, el tiempo jugará en contra del patrimonio de tus hijos. Esto es lo que puede pasar con las cuentas de ahorro infantiles.

¿La solución? Poner ese dinero a trabajar e invertir los ahorros de los hijos a largo plazo para que, por lo menos, superen el dato de inflación.

¿Pero eso no supone mucho riesgo? Esa es una pregunta que surge de inmediato y la respuesta es que sí, que toda inversión supone un riesgo.  Por fortuna, ahí es donde vuelte a entrar en juego el factor tiempo.

El tiempo limita el riesgo de las inversiones. Y no lo digo yo, si no diferentes estudios. Este gráfico de Schoders resume precisamente las posibilidades de sufrir pérdidas en renta variable según el tiempo que permanezcas invertido (y todo ajustado a la inflación).

Para que lo entiendas mejor, los mercados van a seguir subiendo y bajando en el corto plazo, pero a largo plazo, cuando mantienes tu dinero invertido, la inercia positiva de las bolsas te permitirá recuperarte.

Y lo mejor de todo es que a tu hijo poco le importarán esos vaivenes de los mercados. Él va a tener suficiente con jugar, aprender, correr… En definitiva, crecer hasta que necesite o quieras darle ese dinero para sus estudios, para abrir un negocio, la entrada de la casa o lo que tú quieras.

¿Qué es lo puedes conseguir con la inversión? La respuesta dependerá del nivel de riesgo que quieras asumir, tu pericia como inversión, de dónde inviertas los ahorros los niños y del plazo de la inversión.

Para que te hagas una idea muy general, una inversión inicial de 1.000 euros con una aportación de 100 euros al mes y un interés del 7% habrá generado 16.000 euros en intereses al cabo de 15 años. En lugar de tener 19.000 euros tu hijo dispondrá de 35.024 euros en su cuenta.

Y todo por haber ido más allá de guardar su dinero en una hucha. Si te parece que merece la pena, ahora llega el momento de ver qué puedes hacer con ese dinero, dónde puedes invertir los ahorros de tus hijos.

Dónde invertir el dinero de tus hijos

¿Qué opciones tienes para invertir el dinero de los hijos? ¿Qué puedes hacer que sus ahorros crezcan? La realidad es que el mercado ofrece infinidad de posibilidades, tanto si tienes conocimientos financieros como si careces de ellos.

El capital de partida tampoco tiene por qué ser un problema. Hoy en día puedes empezar a invertir el dinero de tus hijos desde apenas 150 euros y después realizar las aportaciones que quieras (algo que te recomiendo que hagas automáticamente todos los meses y también con una parte de los regalos en metálico que reciban los pequeños).

Estas son las tres alternativas más asequibles y sencillas de implementar de menor a mayor complejidad.

Invertir en fondos indexados (con un roboadvisor o por tu cuenta)

Los fondos indexados son un tipo de fondo de inversión que replica el comportamiento de un índice bursátil.

En lugar de buscar las mejores acciones de un índice como el Ibex 35, como haría un fondo tradicional, lo que hace copiar todo el índice e invertir en las 35 acciones que lo componen. En otras palabras, copiarlo para imitar su comportamiento. Tan simple y tan sencillo como parece. ¿Necesitas más datos? Aquí puedes ver cómo funcionan los fondos indexados.

¿Y esto funciona? Distintos estudios aseguran que a largo plazo la mayoría de fondos no consiguen superar al mercado. Según los datos de SPIVA apenas un 17% de los fondos americanos de renta variable lo hacen mejor que el S&P 500 en periodos de 10 años.

La indexación funciona y, además, tiene dos ventajas sobre la inversión en bolsa o en fondos tradicionales: las comisiones son menores, algo que importa mucho a largo plazo, y es más sencilla de poner en práctica y de mantener.

Puedes invertir en fondos indexados para tus hijos de dos formas diferentes.

La primera y la que yo personalmente utilizo son los roboadvisors. Un roboadvisor es un gestor de inversiones automatizado que invertirá el dinero de tus hijos en una cartera fondos indexados globalmente diversificada.

Que la palabra automatizado no te asuste, porque detrás de todos los roboadvisors hay mucho trabajo y grandes equipos humanos. Los dos roboadvisors que yo utilizo para mis hijos son Indexa Capital y MyInvestor.

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Para invertir en Indexa necesitarás disponer de 3.000 euros como punto de partida (puede ser un buen regalo de nacimiento para tu hijo, aunque sea atrasado porque tiene ya 10 años). Con MyInvestor el mínimo es de 150€ y en ambos podrás realizar aportaciones periódicas del dinero que quieras ahorrar cada mes.

En cualquier caso, tampoco tienes por qué fiarte de mí ni hacer lo mismo que yo. Para que encuentres el adecuado para ti, te recomiendo este artículo que analiza los mejores roboadvisors en España.

La segunda alternativa es montar la cartera de inversión indexada de tus hijos y gestionarla tú mismo. Esta opción te llevará algo más de tiempo entre que decides la distribución de activos y la pones en marcha, además de exigir cierto mantenimiento y algunos conocimientos financieros (menos de los que piensas). A cambio, te ahorrarás la comisión del roboadvisor (cerca de 45 euros al año para carteras de menos de 10.000 euros).

Invertir en fondos de inversión

Frente a los fondos indexados e incluso como complemento están los fondos de inversión tradicionales o de gestión activa. Con este tipo de fondos, que son los más comunes, el gestor del fondo sí que busca batir al mercado y a su índice de referencia.

Un fondo no es más que un vehículo que invierte el dinero muchos ahorradores en diferentes activos (acciones, renta fija, otros fondos…) y que está gestionado por profesionales de la inversión.

Aquí encontrarás todo tipo de fondos, desde vehículos especializados en un sector, áreas geográficas, megatendencias, estilos de inversión con el value investing… La oferta puede resultar apabullante. Cómo invertir en fondos de inversión desde cero. 

Con los fondos podrás crear una cartera de inversión a la medida de tu hijo y lograr una buena rentabilidad si sabes elegir bien. La diferencia con la alternativa de los roboadvisors es precisamente el trabajo que te llevará escoger los fondos y gestionar la cartera, así como los conocimientos que vas a necesitar.

En pocas palabras, es más trabajoso y te tiene que gustar invertir como para hacerlo. Eso sí, bien ejecutada o como complemento, los resultados pueden merecer la pena.

Una opción pueden ser los fondos de ciclo de vida, que son carteras que invierten con el horizonte temporal que tú marques. Por ejemplo, si tu hijo acaba de nacer y te marcas como objetivo invertir el dinero para sus estudios, puedes contratar un fondo con horizonte temporal 2040.

Invertir en acciones

Por último siempre puedes recurrir al método tradicional: la inversión en acciones.

Es decir, analizar empresas y/o gráficos para elegir las mejores o las que más potencial de revalorización tienen. Esta es la opción que más tiempo y dedicación implica, por lo que debe gustarte para implementarla.

Si no sabes de bolsa y quieres aprender, la siguiente playlist de Youtube puede ayudarte:

Dentro de la inversión en acciones, hay una estrategia a largo plazo muy utilizada por quienes buscan generar una renta con sus inversiones: la inversión en dividendos. Básicamente consiste en invertir en empresas que reparten dividendos (que comparten un porcentaje de sus beneficios con los accionistas año tras año).

Con esta fórmula para invertir el dinero de los hijos tendrás algo más de flexibilidad si necesitas echar mano de ese capital en algún momento.

Mejores brokers para invertir en acciones

La inversión en acciones lleva más trabajo y necesita más conocimientos, pero también puede ser la fórmula ideal para adentrar a tus hijos en el mundo de la inversión. A fin de cuentas es más fácil explicarles que invierten en una empresa que en un país o en un índice. Puedes incluso probar a comprarles acciones de las empresas de videojuegos a los que juegan o cosas que utilizan.

¿Es mejor poner las inversiones a tu nombre o las del niño?

¿A nombre de quién pongo las inversiones, al mío o al de mi hijo? Cuando me hacen esta pregunta ya sé que la persona ha investigado un mínimo sobre cómo invertir en dinero de los niños o que por lo menos se ha parado a penar las implicaciones de cada opción.

A la hora de invertir puedes poner el dinero a tu nombre o al de tu hijo y lo que hagas tendrá sus implicaciones fiscales y, sobre todo, legales cuando el niño sea mayor de edad.

Para mi la cuestión más importante es la legal. Si las inversiones están a nombre del hijo, cuando sea mayor de edad podrá acceder al dinero, quieras o no. El dinero es suyo a efectos legales y podrá hacer con él lo que quiera.

Si las inversiones están a tu nombre tú decidirás cuándo entregar el dinero a tu hijo, cómo hacerlo e incluso cuánto darle o en qué utilizarlo.

Y no sé tú, pero yo aquí prefiero aplicar la máxima de esperar lo mejor, pero planificar para lo peor. En otras palabras, que las inversiones estén a mi nombre y tener yo el control. A cambio asumo el impacto fiscal adicional que eso supone a nivel práctico, que no teórico. Ahora verás a qué me refiero.

Desde un punto fiscal la teoría es la siguiente:

  • Cuando el dinero está a nombre de tus hijos, será el niño quien pague impuestos en la renta al recuperar el dinero (entre un 19% y un 26% de la ganancia acumulada). Las aportaciones que vayas haciendo por el camino serán donaciones por las que el pequeño deberá tributar independientemente del importe.
  • Cuando el dinero está a tu nombre y quieras dárselo a tu hijo, primero pagarás tú impuestos en el IRPF con los tipos que he comentado y después pagará tu hijo el impuesto de donaciones cuando reciba el dinero.

¿Dónde está entonces la diferencia? Que a nivel práctico, es muy raro que Hacienda pida explicaciones o detecte las aportaciones que tú o cualquier persona haga al fondo, roboadvisor o vehículo inversor de tu hijo.

Por el contrario, Hacienda sí que detectará esa donación que le harás al recuperar todo el dinero. A efectos prácticos, con el dinero a nombre del pequeño puedes librarte de pagar impuestos por las donaciones, pero con el dinero a tu nombre será más difícil.

Además, hay una última cuestión legal. Es posible que si las inversiones están a nombre de los hijos, necesites una autorización judicial para realizar determinadas operaciones, como traspasos o ventas. No es habitual, pero puede pasar, especialmente si los padres están separados.

Para terminar, una pequeña recomendación sobre cómo invertir el dinero de tus hijos. Si puedes, planifica aportaciones periódicas mensuales o trimestrales al vehículo de inversión de tus hijos y aprovecha para decir a padres, tíos, familiares y amigos que pueden cambiar algunos de los regalos por aportaciones a ese fondo o roboadvisor.

Así evitas que la casa se te llene de cosas que el niño no necesita y aumentas sus ahorros.

Quizás cuando son pequeños es más complicado hacerlo, pero conforme vayan creciendo y tengan claras sus preferencias, verás estas preferencias cambian, quieren menos y es más fácil convencer a los familiares. Es más, si decidas suficiente tiempo a la formación financiera de los pequeños, puede que ellos mismos sean los que pidan a sus familiares aportar a esa cuenta por lo menos una parte del dinero que les dan.

¿Dónde puedes contratar los mejores fondos?

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