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¿Podría darse el rebote del gato muerto?
El rebote del gato muerto se refiere a un movimiento alcista falso dentro de una tendencia bajista. La expresión alude, entre lo cínico y lo macabro, al hecho de que prácticamente cualquier cosa lanzada desde una gran altura, desde un balón a una piedra, desde un banco a un gato, rebota al estrellarse contra el suelo. El rebote, por tanto, supone tan sólo una recuperación o un alto efímero entre el panorama de caídas.
En el gráfico correspondiente al Banco Santander, sobre el que pudo leer un análisis en los últimos días, puede ver cómo el precio retrocede de manera precisa hasta la directriz rota en el año 2008, ruptura que conlleva el fin de la tendencia alcista precedente y desata seguidamente un movimiento bajista relevante y violento.
La cuestión es si realmente cabría hablar de gato muerto, dado que todavía no ha producido ninguna nueva caída desde marzo.
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¿Ha entrado un número suficientemente amplio de aficionados al mercado?
Los movimientos normalmente llegan a su fin cuando se ha completado el proceso de distribución de las manos fuertes a las manos débiles, de los grandes a los pequeños inversores. Para ello se tiene que dar una situación de extremo optimismo y de cierta euforia, la sensación de que el mercado no puede dejar de subir, de que los precios aún están baratos y que sólo pueden seguir ascendiendo, de que se puede multiplicar el dinero casi de la noche a la mañana.
A propósito, una frase de Warren Buffet, que algo sabe de acumulaciones y distribuciones, de comprar cuando el mercado está infravalorado y de vender cuando está supravalorado: "La mayoría de las personas se interesa por los mercados bursátiles cuando ya hay mucha gente en ese mercado. Deberíamos entrar cuando el número de personas interesadas por los mercados sea bajo. Si compramos lo que es muy popular no ganaremos dinero."
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¿En qué momento piensan entrar las manos fuertes que están fuera del mercado?
La pregunta presupone que en la presente subida ha habido muchos fondos, instituciones y grandes inversores que se han perdido la gran revalorización producida y que están esperando, impacientes y con el dinero casi quemándoles en las manos, para acceder al mercado y beneficiarse. ¿Qué nivel le parecería a usted conveniente para entrar con un buen potencial de rentabilidad y una apropiada gestión del riesgo?
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¿Qué movimiento podría causar mayor daño al pequeño inversor?
En el mercado las ganancias de uno suelen ser las pérdidas de otro, y ese otro normalmente suele ser un pequeño inversor. Su respuesta, como bien se habrá percatado, debería, si no estar en consonancia con las dos anteriores, al menos sí tenerlas en cuenta. ¿Qué podría ser peor, un recorte que permita la entrada de los grandes inversores y se lleve el mercado a las nubes dejándole sin reacción y fuera del movimiento; un tramo de subida adicional que superase resistencias importantes, como por ejemplo los 12.000 del Ibex, y desatase la euforia para solventarse a continuación una fuerte caída; una lateralidad que le impaciente o le deje adormecido; o qué?
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¿Podría alternarse la estacionalidad positiva del año?
Se suele decir que hay que vender en mayo y marcharse del mercado para volver a entrar en octubre, el famoso sell in May; es decir que el periodo bueno del año es el que abarca de octubre a mayo, y es cierto estadísticamente. En este blog, no obstante, ya se le comentó en abril que quizá este año fuera buena idea prescindir del dicho y no atenerse a la sabiduría popular, y se avisó del giro que proponía el mercado.
¿Cree usted ahora, que después de 6 meses de subidas y una revalorización de más del 50% en el Ibex, se ingresa en el mejor momento del año y en el más propicio para asistir a fuertes subidas y aumento de las rentabilidades? ¿Podría contemplar la hipótesis de que el momento positivo del año ya haya tenido lugar, precisamente cuando el consenso recomendaba estar fuera del mercado?
- ¿El mundo se ha olvidado de la crisis?
En las dos últimas semanas se ha producido algún rescate bancario en Estados Unidos y se ha hablado de la situación de Irlanda debido a las previsiones del FMI, pero ¿ha vuelto a escuchar algo de la quiebra de Islandia, de los problemas de Hungría, de los bancos belgas, austriacos o alemanes, o tal vez de la crisis de Letonia en los últimos meses?
Si escribe la palabra crisis en Google trends, le aparecerá el siguiente gráfico:
- ¿Hasta dónde llega su optimismo?