Para este post, ante la evidencia que recorre los gráficos, pensaba escribir unas cuantas líneas sobre la reversión a la media y remitirle a un artículo previo sobre medias móviles, pero se ha producido una feliz conjunción y no puedo dejar de citar a Yosi Truzman y a Erre, que han escrito hoy sobre el mismo tema. Desde luego, aunque pueda ser ocasionalmente, es agradable coincidir con firmas tan cualificadas.
Al comentar ayer el gráfico semanal de Telefónica ya planteaba la posibilidad de reversión a las medias, y al referirme al gráfico diario le decía que si bien a primera vista podían dar ganas de salir corriendo a comprar acciones de la compañía, debería percatarse en primer lugar de la separación con la media móvil de 200 sesiones. Si lee el artículo de hoy de Yosi Truzman, y le recomiendo encarecidamente que lo haga, verá que viene a decir prácticamente lo mismo pero referido al S&P 500. Y Erre, otra lectura obligada, concluye en el mismo sentido poniendo en duda que la distancia a la media pueda continuar ampliándose.
Tanto en el gráfico de Telefónica como en el del par euro-dólar, he marcado momentos de gran separación respecto a la media de 200 sesiones y de una verticalidad en el movimiento que se podría asemejar a la actual. El resultado deriva en un movimiento correctivo de cierto calado que devuelve la cotización a la proximidad con la media móvil.
Tanto en el gráfico de Telefónica como en el del par euro-dólar, he marcado momentos de gran separación respecto a la media de 200 sesiones y de una verticalidad en el movimiento que se podría asemejar a la actual. El resultado deriva en un movimiento correctivo de cierto calado que devuelve la cotización a la proximidad con la media móvil.
Este proceso de reversión acostumbra a producirse tras movimientos extremos, tendencias sobreextendidas o sucesos extraordinarios que alejan mucho las cotizaciones de sus valores promedio.
Conviene reseñar igualmente que la reversión a la media móvil es una oportunidad, en primera instancia, para la toma de posiciones en el sentido de la pendiente de la media, dado que la tendencia en curso acostumbra a mantener su vigencia.
También puede observar en los gráficos la correlación ya descrita entre el euro-dólar y la renta variable a partir del año 2003.
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