Seguramente el lector habitual del blog habrá seguido los últimos movimientos del mercado en general y del Ibex en particular con tranquilidad e incluso puede que con cierto escepticismo, sin dejarse confundir por los vaivenes del mercado ni complicarse en demasía, puesto que de momento no se han cumplido ninguna de las requisitos señalados para poder participar en el movimiento al alza: No se ha producido el acompañamiento general de otros índices, como Dax y Euro Stox; ni se ha dado la clara pendiente positiva de los indicadores mencionados; ni se ha superado el mínimo filtro exigido, ya que durante meses he mencionado la resistencia sita en los 12.130, y el futuro del Ibex se ha detenido en los 12.091 puntos.
Ahora, sin embargo, de igual manera que desde el blog se ha avisado del
inicio de la corrección bajista en octubre, del freno y más que probable
finalización de la misma, y de la perspectiva del Ibex de iniciar un
nuevo tramo alcista de ataque y superación de los máximos anuales previos, corresponde advertir de la peligrosidad que encierra la subida actual. Principalmente porque ya nadie habla de rally de mercado bajista y porque se podrían haber eliminado las escalas intermedias.
La percepción del mercado es engañosa, puesto que en los últimos meses se han desarrollado formaciones de mínimos relativos crecientes y una definida tendencia al alza que han podido desviar la atención de la existencia de directrices bajistas de medio y largo plazo, así como de estructuras de máximos decrecientes que limitan el recorrido alcista de las series.
En el caso del inversor español la percepción está doblemente distorsionada, ya que se cuenta con uno de los selectivos más alcistas al mismo tiempo que con una de las economías con peores datos y expectativas. Con todo, si se compara con otros índices europeos, como por ejemplo el
Cac 40 francés, se puede adquirir esa otra dimensión del mercado, con valores fuertemente bajistas e inmersos en una mera corrección del tramo de caídas precedente. Frente a un
retroceso porcentual superior al 50% del
Ibex 35, el Cac 40 a duras penas supera el 38,2% que podría habilitar incluso una posible búsqueda de nuevos mínimos.
En el segundo gráfico he llevado la comparación al extremo enfrentando
emergentes y cuasi decadentes, la pujanza del
Bovespa frente al largo y lento declive del
Nikkei 225. Mientras que el índice japonés ni siquiera llega a corregir el 38,2% de la caída, el índice brasileño ha superado holgadamente el 61,8% de la corrección y está en la tentativa de volver al origen del movimiento. Por el momento sin ningún éxito y próximo a construir un posible techo diario, pese a contar con la cooperación y ayuda de Dow Jones, Nasdaq y S&P 500.
El último gráfico muestra a las claras el peligro del movimiento. Mientras que el Dow Jones Industrial ha marcado nuevos máximos, el Russell 2000 ha confirmado un doble techo y parece estar formando su asa. Las divergencias de ese tipo antes o después se acaban pagando; y siempre conviene desconfiar de las subidas aisladas y con pocos valores. Los grandes movimientos del mercado tienen lugar, obviamente, cuando participan la gran mayoría de índices, sectores y valores.
En este caso el problema además no se reduce a que hayan sido muchos menos los índices que han realizado nuevos máximos que los que no lo han podido conseguir, sino que suscita una nueva distorsión y un agravante, en cuanto que los máximos los ha realizado el selectivo de las grandes compañías y el selectivo de las pequeñas empresas se ha mantenido, en cambio, alejado de los mismos. Se podría interpretar, por tanto, como un vuelo del dinero a la calidad y como una señal de desconfianza hacia el resto del mercado.
También hay que señalar que la semana pasada era de vencimiento de opciones y futuros y fue hasta cierto punto decepcionante. En ésta se cuenta con el factor de estacionalidad positiva del día de Acción de Gracias. Si no se sube teniendo el viento a favor, comportaría una señal negativa que podría poner bajo sospecha este último movimiento, así como llamar a la prudencia sobre la tendencia vigente desde marzo.