Estamos a punto de llegar al mínimo legal que se necesita para constituir una Sicav. El capital que se ha comprometido a día de hoy es de 2.280.000, siendo el mínimo para poder constituirse de 2.400.000. Estoy seguro que muy pronto alcanzaremos el capital mínimo requerido.
Por desgracia, el capital mínimo (2.400.000 €) y el número de socios (al menos 100) no son las únicas barreras existentes para constituir una Sicav. Existen dos más que para mi son totalmente ilógicas.
1) El consejo de administración de la Sicav no puede designar libremente al gestor de la Sicav. Éste debe ser una entidad financiera o un banco. Es decir, para que el gestor pueda ser el designado por los socios de la Sicav éste debe ser contratado por una gestora (las gestoras sólo pueden ser creadas por bancos o Sociedades de valores). Me parece una aberración, siendo la Sicav una empresa privada y a nivel legal amparándose en un porcentaje muy alto en las mismas leyes que amparan a una Sociedad Anónima. Imaginaros que tenéis un proyecto de negocio, montáis una sociedad anónima y sin embargo os obligan a que sea un banco el que dirija el proyecto. ¿No os parece injusto?
2) La segunda barrera aún roza más lo absurdo y lo kafkiano. Para constituir la Sociedad (aquí la ley no hace excepciones y se equipara a una Sociedad Anónima) tienen que estar al menos los socios que aporten 2.400.000 € en un notario el día de la Constitución el cuál leerá en voz alta uno a uno la relación de socios y aportaciones. Este requisito es fácil de solventar para las Sicavs que se crean fuera del espíritu de la ley (las que bajo mi punto de vista son criticables éticamente), es decir, las que son creadas por una gran fortuna o un grupo familiar y sus 99 mariachis (familiares, amigos o personas puestas a dedo por la sociedad gestora cuyo objetivo no es invertir en la Sicav, sino contribuir a que la única persona interesada en este vehículo de inversión puede solventar los requisitos legales que exigen un mínimo de 100 socios). En este caso, la Sicav se puede constituir con una única persona acudiendo al notario. Pero para las Sicavs, como la que estoy intentando constituir, creadas realmente como un vehículo de inversión colectiva, en los que cada uno de los socios está realmente comprometido e ilusionado con el proyecto; el proceso de Constitución es muy complejo, y prácticamente imposible de que pueda prosperar. Pues para eso, deberíamos acudir los al menos 100 socios del proyecto el mismo día a una notaría con nuestro capital previamente desembolsado en una entidad financiera, lo que es operativamente imposible de realizar. Es decir, la ley tal como está formulada facilita que se creen las Sicavs "no deseadas" (las que van en contra del espíritu de la ley) y dificulta muchísimo que se creen las Sicavs "deseadas" (las que concuerdan con el espíritu de la ley).
¿Qué podemos hacer para resolver estos problema?
Para el problema 1, la única solución es la de ser contratado como gestor por la gestora que tenga el mandato de gestionar la Sicav. Lo cual no es sencillo, pues la gran mayoría son reacias a contratar un nuevo empleado por un proyecto que en un principio les va a generar muy pocos beneficios. Únicamente las que confíen en nuestra Sicav como un proyecto de largo plazo podrían acceder a una petición de esta envergadura. Hay una nueva figura que me han comentado que es la de asesor no profesional y no habitual de la Sicav. Esta figura te la aprueba la CNMV una vez que revisa tu Curriculum Vitae, es una figura que algunos podrán utilizar para gestionar de forma encubierta un vehículo de inversión (igual que hacen en algunos casos las EAFIs) pero no es mi objetivo, pues como he indicado en varias ocasiones lo que pretendo es gestionar el primer vehículo de inversión 100% transparente del mercado español. No quiero ser un asesor no profesional y no habitual, sino su gestor profesional y habitual*
Para el problema 2, la solución que barajamos es la de comprar una Sicav previamente establecida. Al ya estar constituida los títulos se compran en el mercado (todas las Sicavs cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil). El problema es que hay que esperar en la cola a que salga una Sicav a la venta y te la asignen. A día de hoy con los mercados en máximos hay mucha más demanda que oferta de Sicavs. A efectos de rentabilidad para los socios la Sicav se reinicíaría y comenzaría de 0, con el nuevo estilo de gestión por lo que sería idéntico a entrar en una Sicav recién constituida. A efectos de imagen tendríamos que cargar con el gráfico del valor liquidativo que haya tenido el gestor anterior, por lo que tendríamos que explicar bien en qué momento se produjo el cambio de gestión. Nos ahorraríamos los costes de constitución pero estoy seguro que tendríamos que pagar algo por el traspaso de la Sicav a sus antiguos dueños, supongo y espero que sea una cantidad sensata y similar a los costes de constitución.
La segunda opción que se me ha ocurrido y ésta es kafkiana, sería convencer a un gran patrimonio o a una entidad financiera para que constituya la Sicav. Una vez constituida de forma unilateral, que los "socios reales" vayan comprando progresivamente en un plazo establecido (por ejemplo un mes) las acciones en el mercado al socio creador. La Sicav no empezaría a operar y a asumir riesgo hasta que el conjunto de los pequeños socios que nos hemos comprometido con este proyecto estemos dentro de la Sicav y el accionista constituyente fuera.
*A día de hoy tengo una oferta para trabajar en una gestora española, esperemos que pueda incorporarme a su plantilla en las próximas semanas.