ANALISIS TECNICO:
El Análisis Técnico no tiene en absoluto en cuenta la “calidad” de una empresa; es decir, no distingue entre la inversión en un magnifico Blue-Chip o un tremendo Chicharro. Es otra de las “maravillas” con la que nos regala el AT.
Los que me conocéis bien, ya sabéis de mi total aversión hacia este sistema de “análisis”, y no voy a perder más tiempo en esta cuestión. Simplemente poner de manifiesto esta circunstancia como otro elemento (otro más) que nos sirve para descalificar al lamentable y nefasto AT.
ANALISIS FUNDAMENTAL:
Nada que ver con el caso anterior. Aquí sí que se tiene EXPLICITAMENTE en cuenta la calidad de la empresa, de hecho es precisamente esta calidad el centro de este tipo de análisis.
En lugar de utilizar conceptos tan etéreos y ambiguos, como Tendencias, soportes, resistencias, canales, figuras (y un largo etc. de espantos), utiliza conceptos reales y objetivos como PER , BPA, Dividendo, déficit, apalancamiento, etc. En definitiva, intenta hacer un estudio de la situación económica de la empresa, e incluso de sus posibilidades futuras.
A partir de este detallado estudio, se intenta establecer posteriormente el Valor real de la Empresa (Precio OBJETIVO), y compararlo con su precio de cotización en Bolsa. Es decir, se hace hincapié en la diferencia entre Valor y Precio, y en función de esta diferencia se hace una estimación sobre lo barata o cara que está una empresa concreta.
En definitiva, es éste un sistema lleno de sentido común y buenas intenciones, utilizado por lo que yo considero verdaderos inversores en Bolsa (“inversores en Valor”).
Los que utilizan el Análisis Técnico yo no los considero inversores,... ni siquiera especuladores (los llamaré “participadores”). Se trata de ingenuos participadores particulares (aveces incluso impulsivos y/o ludópatas); o de participadores profesionales que se dedican a COMERCIALIZAR la Bolsa, y por lo tanto les interesa un sistema que justifique mucha operativa, y en consecuencia muchas COMISIONES (que el sistema funcione les es muy secundario).
Aunque el Análisis Fundamental tiene mucho sentido, no por ello carece de inconvenientes (sobre todo para el pequeño inversor particular). Desde mi punto de vista son tres las grandes dificultades del sistema:
11.- El gran trabajo de recopilación y análisis de datos que se requiere.
22.- La independencia, veracidad y honestidad de esos datos (auditorías).
33.- En caso de haber superado las dos etapas anteriores, la “distancia” que los resultados de ese laborioso análisis puede presentar respecto al “sentimiento del Mercado”.
METODO S.I.G.O.:
Mi Sistema Integrado de Gestión Optimizada utiliza lo que, desde mi punto de vista, son las variables más relevantes para establecer la Calidad de una empresa, que son la Volatilidad y el Volumen.
Si elegimos Blue-Chips, hay una inmensa cantidad de inversores – especuladores que los “vigilan” constantemente (y esta es precisamente otra de las muchas razones para elegir siempre Blue-Chips en nuestra cartera).
Como ya he dicho en otras ocasiones, mi modelo matemático de Bolsa prioriza siempre el RIESGO (incluso frente a la RENTABILIDAD). Por ello, es importante la confianza que los inversores manifiestan sobre cada empresa del Mercado.
Resulta bastante intuitivo suponer que esa confianza, está directamente relacionada con el volumen y la volatilidad. Más exactamente podríamos decir de alguna manera que la confianza es directamente proporcional al Volumen, e inversamente proporcional a la Volatilidad (no es exactamente así, pero para entendernos).
Esto es precisamente lo que hace mi sistema SIGO. Utilizar una fórmula maestra, integrada en un algoritmo optimizado, que depende solamente de las dos variables fundamentales (Volatilidad y Volumen), pudiéndose CUANTIFICAR con precisión y sin ningún tipo de ambigüedad la “CALIDAD” de cualquier empresa (es por esto que os las puedo presentar tabuladas por orden de importancia en mis Tablas de Valoraciones).
Contrariamente al caso anterior, hay buenas razones para utilizar este criterio de calidad:
11.- Los parámetros (estadísticos) de Volatilidad y Volumen son fáciles de obtener (están en los ficheros de cierres). Al ser totalmente independientes del estado económico de la empresa no requieren de ninguna interpretación ni complejos análisis.
22.- Los valores de estos parámetros están constantemente ACTUALIZADOS. Es decir, disponemos de ellos en tiempo real.
33.- Son parámetros OBJETIVOS, al alcance de todo el mundo. Es decir, no se pueden manipular ni tergiversar.
44.- Ponen de manifiesto el “sentir” de muchos inversores sobre el estado de la empresa. “Sentir” que al ser de MUCHOS inversores, tiene una gran fiabilidad estadística.
Desde mi punto de vista, son estas cualidades (en cantidad y calidad) más que suficientes para priorizar esta forma de cribar empresas útiles, frente a cualquier otra. Sobre todo si se trata de un inversor particular, con una disponibilidad de medios muy limitada.
De todas formas, sirva como excepción el caso de los DIVIDENDOS.
Teóricamente los Dividendos no deberían tener ningún efecto, ni sobre la Calidad ni sobre la Valoración de ninguna empresa. Pero todos sabemos que en la práctica esto no es así, y que tienen un efecto “sicológico” sobre el inversor bastante evidente.
Es por ello que es el único parámetro fundamental (aparte del Volumen y Volatilidad) que en ocasiones he tenido en cuenta a la hora de establecer la calidad de las empresas.
Lo he hecho (y recomiendo hacerlo) en pequeñas carteras (del Mercado nacional) en las que he invertido REALEMTE. En otras carteras (teóricas = virtuales) mucho más grandes y complejas, como las internacionales que he montado últimamente (mercado Europeo y Americano) no he considerado en absoluto el Dividendo.
En resumidas cuentas, el hecho integrar y sintetizar esas dos variables (Volumen + Volatilidad) en una sola fórmula (algoritmo matemático) tiene enormes ventajas, ya que establece un "marco" básico de CALIDAD de las cosas, carente de subjetividades y ambigüedades.
A partir de este "marco" básico de calidad, uno siempre puede matizar con elementos adicionales más subjetivos (como por ejemplo los Dividendos).