Los grandes cambios comienzan con movimientos pequeños y lentos.
En esta época del año seguimos viendo cómo la cesta de la compra semanal sigue muy alta y si nos vamos a los productos navideños mucho más, o que incluso ya estés pensando en la factura de la luz o calefacción. Pero debes saber que puedes ahorrar.
Un primer paso es automatizar el ahorro que quieres destinar para tus gastos particulares y para invertir en tus objetivos vitales (pagar antes la hipoteca, jubilación, etc.)
Este simple gesto te lleva a un cambio de tu mentalidad, te hace que veas que ese ahorro lo estas tratando como algo principal en tu vida y que cuando vayas a gastar en otras cosas recuerdes que puede que si te pasas al mes siguiente no tengas para pagarte tus caprichos o necesidades.
El segundo paso podría ser ese dinero que has automatizado para tus gastos particulares lo distribuyas por semanas, y de esta forma todos los lunes por ejemplo sacaras esa cantidad en efectivo.
De esta forma la probabilidad de tirar de tarjeta de crédito o débito se reduce y te evita caer en la tentación.
Un tercer punto importante puede ser los proveedores de servicios para la casa, como internet, gas y luz, ahora hay importantes ofertas y estar algo pendiente puede ayudar con el ahorro anual.
Podemos añadir un cuarto punto que sería el intentar no tener muchas apps en el móvil que nos incitan a gastar, ya sea pedir comida, ropa, etc.. De esta forma podemos buscar alternativas que quizás no sean tan cómodas y fáciles pero nos hagan reflexionar y pensar y que con ello gastemos menos pero gastemos mejor.
Y añadirá una última, pero que en sí se podría poner la primera, No tener una tarjeta de crédito nunca, como se suele decir las carga el diablo, y ese diablo son unos intereses enormes que en muchos casos parecen no tener fin.
Una tarjeta de débito es más aconsejable, no tienes que pagar intereses, aquí de lo que se trata es que puedas controlarte con los gastos y por tanto es en caso de necesidad de pago, más recomendable que la tarjeta de crédito.