El concepto de neuromarketing proviene del profesor Holandés Ale Smidts, profesor que abrió una nueva vía de investigación en materia de psicología por allá los años 90. Podríamos decir que el neuromarketing está enfocado en explotar las "debilidades" del cerebro con la finalidad de sesgarlo deliberadamente hacia una dirección.
El neuromarketing es el potenciador de los famosos "me gusta" o "seguidores" de las redes sociales como Instagram, Youtube o Facebook. El caso es que los científicos de esta rama se dieron cuenta de un proceso natural en la mente de toda persona sana, que consistía simplemente en el hecho de que una persona era más proclive a mantener su atención delante de un estimulo determinado si dicho estimulo se proporcionaba de manera errática o cada cierto tiempo. Es decir, que era más probable que te enganches a una aplicación como Instagram si recibes me gustas un dia de la semana aleatorio (siendo el resto de los días de 0 me gustas) que si todos los días recibías 10 me gustas independientemente de la publicación que hubieras subido cada dia. Este mecanismo es gracias a los procesos que se generan en nuestro cerebro de "esfuerzo-recompensa", el cerebro se inunda de dopamina cuando se obtiene una recompensa ante un esfuerzo dado. Este mecanismo es natural puesto que la vida en la selva otorgaba recompensas a esfuerzos dados, o por lo menos otorgaba probabilidades de recompensa a determinados esfuerzos. El problema de esto es que, si cogemos esta dinámica y la explotamos de manera deliberada y errática (de manera que no exista ese aumento de "probabilidad de recompensa" con respecto a ningún esfuerzo, sino que la recompensa se proporciona aleatoriamente en el mejor de los casos), la contrapartida que creaba era un cerebro adicto. Es decir, los cerebros de las personas muy enganchadas a las redes sociales embebidos con los últimos algoritmos de recompensa usados a día de hoy (los cuales son diferentes a los que eran cuando se crearon) responden literalmente igual que los cerebros de personas adictas al crack o a la cocaína, por ejemplo (y esto es literal, Artículo).
¿Por que estoy contando todo esto?, pues bien, el caso es que decidí comenzar una serie de contribuciones a la comunidad inversora en base educación financiera y análisis de activos, no pretendo dar opinión acerca del buen o mal hacer de nada puesto que mi objetivo no se basa en tratar de tener la razón o no ante dicotomías sobre "escuelas" de inversión ni asuntos sociales. Sin embargo, creo que es conveniente hacer una excepción en esta linea propuesta. Y es que uno no puede evitar soltar cierta arcada en cuanto observa el bombardeo constante e incesante de anuncios por internet y en Youtube sobre el llamado "Day trading" o el "hágase rico y millonario con solo mirar un par de gráficos". He decidido escribir esta entrada a propósito de la ingente cantidad de anuncios enfocados en la ignominia que representa la creencia fundamentada sobre las tesis comerciales acerca del análisis técnico comercial. Ante todo, quiero dejar claro que lo que mostraré a continuación no es un ataque directo hacia esta disciplina, por ello he decidido dividir el análisis técnico en dos ramas marcadamente diferenciadas, el análisis técnico teórico-estadístico y exógeno al precio y el análisis técnico comercial, el primero es sano, el segundo es literalmente una estafa.
Vayamos por partes, en la siguiente entrada mostraré una primera parte donde se describirá diferencia superficial entre ambas ramas, los estudios y análisis más representativos, la segunda parte mostraré una aproximación muy básica a lo que realmente debería ser un análisis técnico sano sobre información del mercado de derivados financieros y apoyándonos en estadística descriptiva, no pretendo bajo ningun pretexto mostrar ningún sistema de inversión, tan solo voy a tratar de describir la diferencia sustancial entre un análisis técnico comercial y un análisis técnico más profesionalizado y "sano", aclarando ante todo que no es ni debe de ser la herramienta usada por parte de un inversor retail, puesto que este tipo de estrategias deberían de reservarse para momentos puntuales y bajo un conocimiento muy profundo del tema en cuestión, así como para personas dedicadas al Trading algorítmico y cuantitativo. Por último expondré lo que, desde mi punto de vista, puede ser útil para un retail desde la perspectiva del análisis técnico discrecional. Empecemos.
El mito del análisis técnico
El análisis técnico es el estudio del precio de mercado (o cotización) mediante gráficas e indicadores derivados de las mismas etc. con el propósito de predecir tendencias, patrones y figuras. Para conocer los inicios serios del AT tendríamos que remontarnos a finales del siglo XIX, con la famosa teoría del Dow. El análisis técnico se usaba por parte de ciertos operadores con el fin inicial de reproducir niveles de compra o venta que fueran representativos a nivel global, es decir, se enfocaban sobretodo en niveles más bien "psicológicos" del precio. Si la cotización de un activo habia tocado máximos a 10$/acción en un par de veces en X años, no hay que ser un lumbreras para saber que, como mínimo, la mayoría de la gente estaría esperando a ver qué diablos pasaría la tercera vez que se acercara a dicho nivel.
El análisis técnico evolucionó sustancialmente a lo largo de los años, incorporando indicadores de todo tipo, como el MACD, Ichimocku, RSI, bandas de bollinguer etc. Un abanico de indicadores que surgían al ritmo que las nuevas tecnologías hacían más y más accesibles (y amigables) los mercados financieros mediante plataformas de contratación a disposición de minoristas y retail.
En fin, allá por la década 2000-2010, con la consolidación de internet, comenzó a proliferar un nuevo negocio fruto del nicho de mercado que surgía de la necesidad de los inversores retail en invertir desde casa, hablamos de brokers y plataformas de negociación. La competencia ha sido tal que ha hecho bajar los precios de intermediación a unos niveles absolutamente ridículos si lo comparamos con el pasado, algo que, como podrás imaginar, dio pan a quién "ni tenía ni necesitaba tener dientes".
La falacia, la madre de todas ellas, es aquella que hace creer a una persona que, lo que aparentemente parece algo muy complicado, es en realidad sencillo.
Un ejemplo de esta cita es ver a personajes pintorescos de Youtube acudiendo a entrevistas en programas "mas o menos serios" a divulgar a viva voz que ganar 1000€ al mes con una cuenta de 30000€ es sencillísimo con futuros y CFDs y AT a corto plazo, es decir, que personajes como éste cantan a viva voz que tener una rentabilidad del 3,3% mensual es como sumar y restar, vamos... que si no ganas un 40% anual sistemáticamente toda tu vida es porque eres cortito... como poco.
La realidad es bien distinta, en el siguiente Artículo podemos ver los resultados de aquellos que, con afán de subirse al carro de los "tarders" y más específicamente, los "tarders intradia", acaban por usar fantásticas estrategias promulgadas por estos gurús:
Increíble la cantidad de gente que gana un 40% anual, ni Greenblat oye!...
En fin, la pregunta es, ¿En qué se basan estas personas para decir semejante majadería y engañar al personal?, como hemos dicho antes "La falacia, la madre de todas ellas, es aquella que hace creer a una persona, que lo que aparentemente parece algo muy complicado, es en realidad sencillo", y el análisis técnico es rabiosamente sencillo: "Dibuja una linea entre varios picos, ¿Ves dos máximos que no son máximos pero parecen máximos?, eso es una resistencia evidentísima, si pierdes dinero es porque no lo has visto, cuidado con el canal intradiario, mira qué figura más bonita de hombro cabeza hombro tengo en este valor..." etc etc. No hace falta una carrera ni años de dedicación para ser un "experto" analista técnico (y ya ni te cuento si es a corto plazo), tan solo hacen falta una pizca de ingenuidad, dos granitos de imaginación y algo de dinero, poco más.
Pero, lo cierto es que si alguien investiga un poco, podrá encontrar las razones por las que el análisis técnico discrecional y cortoplacista no funciona ni nunca lo hará y lo que es más importante... el por qué engancha tanto a la gente inexperta (algo que tiene mucho que ver con las dinámicas que busca el neuromárketing del que hablamos antes).
El profesor del del Baruch College, David Aronson, publicó hace tiempo un libro llamado "Evidence-Based Technical Analysis: Applying the Scientific method and statistical inference to trading signals" donde evidenciaba las fallas que presentaba este tipo de análisis basados en lineas, figuras e indicadores. Hizo una recopilación muy exhaustiva de la mayoría de los indicadores más representativos de análisis técnico y los sometió a estudios estadísticos rigurosos con la finalidad de ver si alguno de ellos ofrecía una ventaja estadística significativa a largo plazo, llegando a la conclusión de que la utilidad inherente de dichos indicadores a la predicción de movimientos del precio era nula. El único salvavidas que lanzó a este tipo de indicadores fue el hecho de introducir el concepto de "detrending" a la hora de analizar un sistema de inversión, en concreto puso de relieve la necesidad de eliminar el efecto de la tendencia subyacente en la estrategia a la hora de concluir si un sistema de inversión basado en análisis técnico era óptimo o no. Con ello abrió una vía de investigación añadiendo recursos extra de análisis para muchas personas dedicados al estudio estadístico y cuantitativo (el análisis técnico "bueno" que llamo yo).
Muchos analistas técnicos creen que los indicadores, por si solos, tienen una información que el precio no ofrece, e incluso caen en la ingenuidad de que ciertos indicadores no directos a la cotización, como pueda ser el volumen, tienen cierta utilidad en los gráficos diarios o intradiarios. Muchas veces parece incluso desesperante ver a expertos que aparentan ofrecer una visión wickoff, por ejemplo, y decir que el volumen y el precio es lo único que necesitan. No serán muy expertos en la materia cuando desconocen el hecho de que el "volumen" real que se negocia a corto lazo en una acción supera en más del 70% relativo de lo que se muestra en una plataforma o web de internet, es decir, el famoso indicador del volumen que tantos vendedores de cursos promulgan a viva voz, tan solo ofrece un 30% relativo de la información del volumen real del activo, puesto que un porcentaje amplísimo de dicho volumen se desvía hacia las operaciones de las "Dark Pools", plataformas de alta dirección que han aumentado, y mucho, después de la proliferación del trading de alta frecuencia. Por no decir la ingente cantidad de volumen que se negocia a nivel de mercado de derivados, donde se puede observar una cantidad de volumen y de interés abierto a veces muy superior a la mostrada en un simple dibujo de un gráfico de TradingView.
Hay muchos más estudios que han evidenciado la carencia que ofrece el análisis técnico discrecional a la hora de tomar decisiones de inversión a corto plazo. En artículos como éste de la universidad de Nueva Zelanda, demuestran el escaso o nulo valor que ofrecen miles de indicadores técnicos. O en éste en California donde se muestra la escasa utilidad que tiene la "habilidad" a la hora de interpretar una señal de análisis técnico, demostrando que hasta los más expertos y experimentados pierden sistemáticamente el dinero al cuarto día consecutivo de jornadas intensivas de operaciones con AT.
La clave de todo esto no está ni en la cantidad de "traders" que son rentables ni los que no son rentables, la clave está en los "ocasionales"... ésta es la clave. ¿Recuerdas cuando dijimos en la introducción las maravillas que habian provocado el neuromárketing a la hora de darse cuenta de la debilidad de todo ser vivo con respecto a los mecanismos de "esfuerzo-recompensa"? Pues bien, el mercado, analizado de manera discrecional, ofrece esos mismos resultados.
Cuando se toman desiciones discrecionales con dinero en la mano y en base a unas líneas y unas figuras de un gráfico, y decides apostar tu dinero, pueden ocurrir tres cosas:
-Que la cotización suba
-Que la cotización baje
-Que la cotización simplemente no haga nada (Con el consiguiente gasto de garantías si usamos apalancamiento o posiciones cortas)
Tomando lo evidente de que el análisis técnico discrecional no aporta valor y que nos encontramos en dichos marcos temporales en lo que en estadística se conoce como "Random Walk" (o paseo aleatorio, es decir, que el precio no sigue patrón alguno, por mucho que nos esforcemos en pensar lo contrario), tenemos, en el mejor de los casos, un 33,3% de probabilidades de acertar, eso significa que un 67% de las veces que apostemos, perderemos si somos unos robots sin emoción alguna: Ahora recuerda lo que dijimos al principio sobre lo que significaba recibir likes todos los días en Instagram a recibirlo uno o dos días a la semana, ¿Ves por donde voy?...
La realidad que subyace por detrás del telón comercial es que a un broker le interesa que seas un adicto a comprar y vender activos en base al mito de la sensación de control sobre el futuro, los brokers online del siglo XXI son máquinas de generar adictos. La industria del Trading y su esbirro, el "AT discrecional", son los casinos de este siglo, y los brokers que promocionan dichas expectativas sobre la gran falacia del AT, son la estafa más grande jamás contada en este mundillo.
Pero, vale, supongamos que me equivoco, que realmente el AT a corto plazo y, sobretodo, en intradiario, funciona. Pues bien, si aún así fuera, estaría contradiciendo la naturaleza misma de las mecánicas del mercado, la cual reza que "cualquier ventaja competitiva ofrecida en el mercado tiene fecha de caducidad", y no hace falta irse al AT, podemos irnos fácilmente al análisis cuantitativo que SI usa el precio en una de sus vertientes como vehículo de señales y, por poner un ejemplo, con herramientas como el modelo autorregresivo integrado de promedio móvil o ARIMA (que como veremos a continuación, ya está desfasado como herramienta aislada). Como podemos ver en el siguiente gráfico, los rendimientos acumulados desde la introducción de los modelos ARIMA desde su aplicación en el mercado hasta nuestros días han ido haciéndose cada vez menores, ¿Por qué? pues porque cuando se introduce al mercado un sistema que funciona, a medida que va adoptándose por más sujetos al mismo, ésta pasa a perder su ventaja competitiva, es decir, toda estrategia rentable "caduca". Si alguna vez el AT discrecional funcionó, lo hizo en el pasado, en sus inicios, cuando nadie tenia en su casa ni siquiera una pantalla de ordenador donde mirar un gráfico, no ahora.
Perfecto, entonces descartamos completamente el AT, ¿No?
No tan rápido. Como dije al inicio del artículo, mi cometido con esta entrada NO es atacar al AT como tal (y ni mucho menos a aquellos que de verdad creen en ello y muestran como buenamente pueden sus análisis sin ningún interés oculto ni maldad alguna, este post no va dirigido a ellos) , el cometido de esta entrada es denostar una parte del AT, y en particular, a la industria dedicada a falsear la realidad del AT cortoplacista como instrumento para ganarse la vida. Frenemos un poco y preguntémonos ¿Es todo el AT un monstruo?. Bueno, por suerte o por desgracia, mi formación académica me ayudó a observar las posibilidades del AT desde otro punto de vista, por eso siempre digo que el AT debe ser separado en dos tipos: Análisis técnico discrecional a corto plazo y análisis técnico cuantitativo (y dentro del mismo a corto y a largo plazo). El discrecional a corto plazo, como hemos comprobado, es una estafa por pura definición. El cuantitativo y, en menor medida, el discrecional a largo o muy largo plazo, es otro cantar.
El matemático e inversor Jim Simons, conocido por todos por su fondo Renaissance Technologies LLC (con unos rendimientos espectaculares a largo plazo), así como David Aaron, fueron aquellos que me animaron a darle otra oportunidad al AT pero desde una perspectiva más matemática. Me resultó curioso la aplicación de las matemáticas y la estadística en el mercado años atrás después de ver cómo Simons usaba las matemáticas para buscar ventajas competitivas, usaba modelos autorregresivos de predicción de volatilidad, modelos de cointegración estadísticos así como multitud de otros sistemas y estrategias basados en algoritmos que, por la naturaleza de este blog, no voy a detallar, puesto que requieren una base fuerte de estadística, matemáticas y programación (obviamente estos algoritmos no son de dominio público además, pero Simons ha dado más de una conferencia señalando el tipo de operativa que realizaban de una manera más superficial).
El AT cuantitativo es usado por otros gestores algo más de casa, como J.Alfayate, que ha conseguido rendimientos buenos en su fondo, claro está, aplicando a sus estrategias un análisis cuantitativo a medio y largo plazo que demuestra una ventaja estadísticamente significativa con una gestión de riesgo y coberturas muy aceptable (por lo menos eso es lo que se dejó ver en una de las conferencias anuales en robotrader hace poco) . Existe un mundo dedicado al trading algorítmico que SI usa ciertas estrategias de AT de manera correcta y siempre teniendo en cuenta otros indicadores exógenos al precio y con un control de riesgos muy estricto y limitado.
Otro tipo de AT "sano", si se le puede llamar AT, es el usado para medir tendencias a largo plazo o muy largo plazo, las cuales están más orientadas a análisis macro del mercado (es decir, "indicadores exógenos"). Desde el punto de vista de un inversor retail, éste sería una forma útil de usar análisis técnico. En el caso de que quisiera usarlo a nivel más particular del precio, lo suyo sería hacerlo a largo plazo o como poco medio plazo (no menos de una semana por vela) y enfocar los niveles de compra bajo criterios más técnicos.
Pero si lo que una persona quiere es "especular" a corto plazo de manera discrecional (y refiriéndome a este corto plazo en no menos de 1 mes), el análisis técnico no le va ayudar en nada, a lo sumo necesitará herramientas distintas a las típicas mostradas en los indicadores comunes de las plataformas. Por poner un ejemplo, en mi caso, el único momento en el que se puede decir que uso análisis técnico discrecional para acciones, es después de haber hecho un estudio en profundidad de la empresa en cuestión. Una vez se ha hecho dicho análisis lo ideal es filtrar el precio primero con una OLS, para ver la tendencia global del activo a medio y largo plazo, y posteriormente hacerlo con ondas rápidas de fourirer, esto proporciona una visión panorámica del agotamiento o no de una tendencia a medio plazo y lo que nos proporcionaría el "factor momentum". Posteriormente acudo al mercado de derivados y analizo tanto los niveles de volumen de opciones como los niveles de interés abierto (más importante todavía), estos niveles suelen ser muy útiles a la hora de fijar soportes y resistencias, ya que son los contratos que se han hecho para un vencimiento determinado a un nivel de precio determinado; si la mayoría de contratos de opciones se acumulan en una zona específica del precio, probablemente la resistencia o soportes más significativas sean ésas (lo es en la grandísima mayoría de veces). Una vez se determinan dichos niveles, suele ser útil ver los niveles de volatilidad implícita de dichas empresas, algo importante y muy relevante en el caso de que no se encuentren próximas a publicación de resultados ni anuncios determinantes sobre la empresa puesto que dichas circunstancias distorsionan la relación entre precio-volatilidad. De este modo es posible saber si existe presión sobre un determinado bando, y si dicha presión está muy alta o muy baja. Normalmente el análisis de la volatilidad implícita del activo suele ser muy revelador puesto que se puede predecir mucho mejor que ningún otro movimiento en el mercado, y puesto que dicha volatilidad va influida por el comportamiento del mercado (en concreto para sus griegas Delta y Vega), sumado al análisis Skew de las opciones OTM, puede dar una idea aproximada de hacia donde está más presente la presión sobre el precio (compradora vs vendedora). Digamos que con esto habríamos hecho una radiografía de lo que pasa "ahora" en el precio a nivel gráfico. Esto último se suele contrastar con algún modelo autorregresivo, en mi caso suelo combinar modelos ARIMA+GARCH con simulaciones por Montecarlo, esto muestra la probabilidad de subida o bajada de la volatilidad del activo en X días (la predicción del modelo) en un % de probabilidad (gracias a Montecarlo). Una vez hecho el análisis sobre los niveles, y una aproximación de hacia dónde podría evolucionar la volatilidad, se decide si se compra o se espera (en el caso de que queramos ir largos). Si hemos hecho un buen análisis (para factores de valor y calidad) con buen margen de seguridad, lo que queremos es comprar al mejor precio posible. Tenemos varias opciones, comprar (en el caso de que los modelos y el análisis hecho hasta ahora nos indiquen que hay más probabilidades de subida que de bajada) sin preocuparse demasiado por los pequeños movimientos diarios que pueda haber, esperar (en el caso de que no lo tengamos claro y queramos ver que ocurre en unas semanas), o vender una PUT (una opción muy adecuada si hemos detectado resistencias o soportes con claridad y queremos obtener rendimientos por la prima para evitar el coste de oportunidad de esperar qué ocurrirá en el activo, renovando la misma cada mes en el caso de que el precio continue estático).
Este tipo de análisis discrecional a corto plazo es el que considero "sano", puesto que no pretende predecir el futuro ni operar en base a qué ocurrirá mañana o dentro de X minutos, tan solo se limita a ofrecer un precio óptimo y maximizar las probabilidades de acierto acorde a la dinámica actual del precio. No obstante quiero dejar algo claro que esto no es ningún sistema de inversión y, como se ha podido comprobar, tampoco es "útil" para alguien que lo que quiere es invertir sin complicarse demasiado la vida (como el 99% de la gente que invierte vamos). Este tipo de estrategias son optimas en el caso de que se quiera cubrir posiciones de cartera ante movimientos que "se crea" que se vayan a producir o de entradas en inversiones a largo plazo que quieran hacerse a un precio "aceptable", de ahí la necesidad de echar mano de opciones financieras. Pero para un inversor retail, nada de esto es necesario, para una persona normal y corriente, su estrategia se debe de enfocar en el largo plazo y en la sencillez más absoluta posible a nivel Técnico, buscando inversiones en empresas seguras y muy estables que ofrezcan una rentabilidad futura, ya sea por dividendo o por crecimiento del activo, pero bajo ninguna circunstancia se debe de intentar "adivinar el futuro" a corto plazo, eso es imposible.
Entonces, ¿Cuándo debe un retail normal y corriente aplicar el AT "bueno"?
Como ya hemos dicho, y desde mi punto de vista, el AT bueno para el inversor retail debe orientarse al largo plazo teniendo a maximizar la simpleza, fijarse en los máximos y mínimos históricos de muy largo plazo, seguir macro tendencias de gráficos semanales como poco (preferiblemente mensuales) y, sobretodo, enfocarse en analizar bien la empresa con el fin de tener en cartera activos con márgenes de seguridad óptimos o empresas que tengan una estabilidad óptima, que sean buenos activos y que estén gestionadas correctamente, siguiendo el sentido común como diría Jhon Bogle, Graham o Buffet.
El inversor individual debe apostar por el largo plazo, porque caer en la trampa de creer que invertir es estar delante de un ordenador todo el día viviendo de la ilusión de que algún día te harás rico mirando cuatro gráficos y tres indicadores, es caer en la adicción del ludópata, es caer en las garras del monstruo que devora cada céntimo que tienes en el banco, o bien para pagar un curso inútil, o bien para pagar los caprichos de tu cerebro por alimentarse de dopamina. El inversor medio, la persona corriente de la calle, debe tener la responsabilidad de hacerse cargo de sus finanzas personales, debe tener la responsabilidad de cuidar de su patrimonio como si de una empresa fuera, debe cuidar de su estabilidad a futuro y debe de hacerse cargo de ello, tiene que formarse e informarse de lo que supone invertir, llevar sus finanzas como si de una empresa fuera, no dejarse llevar por caramelos falsamente deliciosos a simple vista e invertir con cabeza. Como diría W.Buffet:
Regla nº1: Nunca pierdas dinero. Regla nº2: No olvides la regla número 1