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Cuidado que viene el coco (Trump) y nos comerá.. ¿O no?

Cuando parecía que las bolsas tomaban cierta tendencia alcista, tras un estancamiento (o acumulación, según se mire) de casi un año, se ha metido un nuevo miedo en el mercado: la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales norteamericanas.

Durante muchos meses las encuestas daban por clara favorita a Hillary Clinton para convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, sin embargo en las últimas semanas se han girado las tornas y ahora el candidato con más posibilidades es el magnate republicano. Al calor de estas encuestas, y a pesar de que parece increíble que todavía haya gente que se las tome en serio, los creadores del miedo no se han hecho esperar y de nuevo han conseguido contagiar a los inversores:



Como se puede ver en el gráfico anterior, los dos índices más representativos de Estados Unidos, el S&P 500 y el Nasdaq 100, han sido los que más han caído desde octubre, arrastrando en menor escala al resto. Por cierto, una prueba más de que pueden caer las bolsas americanas y subir las europeas.

Coincide que la mayoría de índices estaba atacando resistencias y que los norteamericanos perdieron soportes, pero también lo es que los resultados empresariales que se han ido publicando han sido generalmente buenos, con más sorpresas positivas que negativas.

La explicación de que son caídas por miedo la podemos encontrar viendo indicadores de pánico: tanto los índices de volatilidad como las encuestas de sentimiento y el ratio put/call del CBOE se han disparado estas semanas:

Índice de Volatilidad VIX CBOE: 

Esta semana ha cerrado en 22,51; niveles muy similares al Brexit, aunque inferiores a los miedos de China (agosto'15) y petróleo (enero'16).

En el gráfico se puede apreciar qué pasa en la bolsa con máximos de volatilidad: subida más o menos pronunciada.

Confianza del inversor minorista de la AAII:

Es importante entender que es una encuesta al minorista, y por lo tanto al inversor más afectado por inyecciones de pánico y de euforia.

Los datos del 3 de noviembre (se publica cada jueves) marcan un 23,64% de alcistas, siguiendo la tónica de las últimas publicaciones. Realmente este índice lleva marcando que hay pocos alcistas desde hace mucho tiempo, pero niveles entorno al 20% son preludio de subidas como se puede ver en el gráfico anterior (hay más pero se han insertado los más destacables).

Ratios put/call sobre el S&P:

Este ratio marca el porcentaje de compra de opciones put (bajistas) sobre call (alcistas) y es una forma de valorar el sentimiento del inversor profesional. 


Éste es mucho menos sensible a ruidos que el minorista, de hecho en el gráfico se ve que la media (línea azul) de 200 sesiones está aplanada marcando un 68% de puts sobre calls. Pues bien, incluso con esto, el jueves casi se alcanzó el 100% nivel muy similar al del día del referendum del Brexit.

Los dos indicadores más manipulables (inversor minorista y volatilidad) marcan datos de miedo altos, pero no están todavía en máximos, entonces, ¿es fácil ver todavía más aumento del miedo y caídas de las bolsas?.

Muy posiblemente el detonante sería una confirmación de la victoria de Donald Trump que podría llevar a los índices norteamericanos a soportes (S&P en 2.000-1.850; Nasdaq en 4.500-4.100) y los indicadores de sentimiento a "pánico". En ese momento, con los "pequeños" asustados y fuera del mercado volvería a ser momento de los "grandes" que han vendido en máximos ya recompran más barato.

Desde luego, los cambios de partido gobernante suele penalizar a las bolsas a corto plazo, pero no a largo. De hecho, si nos fijamos en los programas económicos de ambos candidatos destacan las medidas fiscales expansivas, con un aumento del gasto público que debería, al menos a corto plazo ser positivo para los mercados.

En definitiva, nos podemos encontrar en un nuevo momento de inyección de pánico y por qué no va a ser el último antes de la entrada definitiva de dinero de los "grandes" que lleven a las bolsas a una tendencia alcista que dure unos años (tal vez mayor en Europa que en Estados Unidos): Con el exceso de liquidez, el miedo de los pequeños, los actuales tipos de interés, la burbuja de deuda es muy posible que el dinero se traslade fuertemente a la bolsa. 

Eso sí, habrá que tener cuidado porque igual que se mete pánico se puede meter euforia, y precisamente porque el crecimiento puede ser artificial (por la mencionada burbuja de deuda) las caídas que se den tras las fuertes subidas pueden ser verticales.
 

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