el sentido de este artículo no es otro que el de mostrar los ejemplos de estos dos países que ha sufrido y están padeciendo aún crisis económicas duraderas, ver sus consecuencias y de qué forma o manera nos puede pasar a nosotros algo parecido.
Japón:
El primero es la archiconocida crisis japonesa. Esta crisis viene de largo, desde finales de los 80. Japón un país que era la segunda potencia del mundo solamente por detrás de EEUU lleva sufriendo 20 años deflación y con una economía en crisis.
¿Recordáis cuando en los 80s se decía lo caro que era Tokio donde una coca-cola costaba 300 pesetas de las de entonces? Parecía una burrada, pero es que hoy, esa misma coca-cola sigue costando lo mismo, y a día de hoy ese precio es fácil encontrarlo en nuestro país.
Pero vayamos por partes, primero os recomiendo una breve lectura de la explicación en la wikipedia de la burbuja económica de Japón y sus consecuencias.
Voy a intentar plasmar mi visión de lo que sucedió en Japón, obviamente esta es una interpretación libre, y seguro que habrán discrepancias sobre ella.
Está claro que el origen del boom económico de Japón y el que estamos viviendo a nivel mundial y en particular en España es distinto. Japón comenzó a ingresar cantidades ingentes de dinero debido al elevado número de sus exportaciones, eso conllevó a un crecimiento de la economía japonesa enorme durante más de 20 años, entrando del exterior mucho dinero y generando una riqueza elevada. Los japoneses, con ese dinero que recibían del exterior, entraron en una fase de crecimiento de consumo interno provocando una vorágine inflacionista, una burbuja inmobiliaria de dimensiones astronómicas y una burbuja bursátil basada en la revalorización de las empresas por sus activos inmobiliarios. Había que gastar en el mercado interno todo el dinero que provenía del exterior. Eso llevo en el fondo a un cambio, puesto que la burbuja existente hizo que cada vez el mercado interior pasase a ser más importante puesto que los beneficios que se sacaban de él eran mayores. La estructura financiera controlada por el gobierno (muy distinta a la que tenemos ahora en las economías occidentales), una relajación en la política monetaria y la concesión de créditos llevaron a que la gente contrayese increíbles deudas por la compra de vivienda y una burbuja en la bolsa con cotizaciones muy elevadas. Fijaros que sólo el precio de los inmuebles del área de Tokio valían más que todos los inmuebles americano. Un día esa burbuja explotó y los inmuebles comenzaron a bajar de precio. La cotización bursátil se hundió debido a que su revalorización era por valor inmobiliario, la economía se paró, los bancos empezaron a quebrar y el gobierno tuvo que ir a socorrerlos para no dejar que cayese el sistema financiero del país.
El resultado han sido más de 20 años de crecimientos negativos o cero de la economía de dicho país. Una rebaja del precio de los activos inmobiliarios colosal, generaciones enteras desperdiciadas, crisis social y de identidad incluída. Pensad que la bolsa aún no ha llegado a los valores a los que estuvo hace 20 años, y os adjunto el mapa de los precios de los pisos en Tokio en la siguiente imagen, para que os hagáis una idea y la podáis enseñar a los que dicen eso de "los pisos nunca bajan".
Os dejo además estos links interesantes para que los leáis sobre la crisis social que ha producido todo esto:
1. Aprended de Japón: las burbujas duelen. Una generación perdida por deudas esclavistas firmadas a modo de hipotecas (casos parecidos vivirán los hipotecados en los últimos años con créditos a 35-40 años en nuestro país).
2. La tasa de suicidios en Japón cuadriplica la española.
3. Crisis social, la juventud y el modelo japonés (parte 1 y parte 2)
4. ¿Empieza a salir de la deflación el país nipón?
Y ahora vayamos a lo importante ¿Qué parecidos hay entre esto y lo que sucede en España y a nivel mundial? El dinero actualmente no ha venido de exportaciones, pero el aumento del dinero a nivel mundial y español provocado por la burbuja crediticia que tenemos en la actualidad ha llevado a una revalorización insana de los bienes inmuebles y de la bolsa. Esto ha sucedido tanto en USA como en España. Y hablando de nuestro país incluso más. Está bien claro el petardazo que están pegando en bolsa las inmobiliarias, que el descenso de los pisos está empezando ya a ser una realidad, que el credit crunch ya está aquí, que las empresas de la construcción y la población en general están hiperendeudadas y difícilmente podrán salir, que los bancos que les han prestado el dinero seguramente no lo podrán recuperar, que la juventud de este país esta desaprovechada y mucha endeudada de por vida con un salario que no les permite vivir, que las juventudes que salen ahora no tienen respeto ni responsabilidad, etc, etc, etc... A mí me parece que en muchos puntos y factores nos parecemos a los problemas de Japón. Otro punto muy interesante es que la crisis japonesa fue a nivel local, y a lo que parece que nos encaminamos es a una gran crisis mundial, puesto que USA está lidiando con muchísimos problemas y la globalización y su peso hace que esto se expanda por todos los rincones.
Portugal:
El caso de nuestros vecinos portugueses para mí es mucho más significativo, mucho más cercano, mucho más similar y por ende nos demuestra que somos muchísimo más tontos, puesto lo hemos tenido al lado y caemos en muchísimos de los errores que ellos cometieron. Como introducción os pongo este artículo donde se preguntan si la situación económica de España no se asemeja a la que ha llevado a la crisis de nuestros vecinos.
Portugal creció de forma significativa, todo ello debido a la Expo del 98 de Lisboa, a una burbuja inmobiliaria que creó miles de pisos por año, a un crédito fácil provocado por la cercanía del euro y tipos de interés bajos, a la inyección de dinero por parte de Europa, a una sensación de nuevos ricos que no era si no un espejismo. Señores, ¿es España tan diferente a Portugal? ¿No se ha generado trabajo aquí en infraestructuras gracias al dinero europeo que ahora ya no recibimos? ¿No se ha construído aquí muchísimas más viviendas de las necesarias? ¿No se han hecho locuras constructoras especulativas con eventos múltiples como la Expo de Zaragoza, el Fórum de les Cultures en Barcelona, la Copa América de Valencia, etc, etc, etc? ¿No se ha malgastado por parte del gobierno los años de superávit sin tomar medidas algunas con el modelo productivo del país? ¿No se ha hiperendeudo la población con los tipos bajos por la llegada del euro? ¿No estamos viviendo en una riqueza falsa y aparente?
Conclusiones:
España, y seguramente el mundo, van encaminados a una crisis global. Particularmente en nuestro país podemos fijarnos en estas dos crisis para observar algunas de las consecuencias que nos asolaran. La portugalización de España para mi es algo que será bastante evidente, puesto que nuestro tejido industrial, pese a ser mejor que el suyo, tampoco es para tirar cohetes. El hiperendeudamiento y la burbuja inmobiliaria nos sirve como referente el caos vivido en Japón. De ahí también podemos observar el desastre financiero y los problemas de los bancos, nada muy diferente de los graves problemas que se están empezando a vislumbrar en USA con las firmas hipotecarias y que pronto o tarde aparecerán en España debido al elevado número de créditos de dudoso cobro tanto a empresas del sector ladrillo como a particulares. En el aspecto social no creo que el carácter español cuaje con el japonés, pero sí es cierto que la generación de mileuristas esclavizados pueden llegar a ser la generación perdida, y está quedando patente que las nuevas juventudes provenientes de la ESO adolecen de falta del respeto y de valores, provocados por muchísimos factores, pero no dejan de ser fiel reflejo de los cambios que estamos padeciendo. Aprendamos pues de lo que nos puede llegar a pasar y no cerremos los ojos ante el futuro que nos llega. ¿Aprenderemos algo de estas dos crisis? ¿Seremos capaces de no sufrir tanto como ellos? Yo creo que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, así que almenos conociéndolas podemos llegar a entrever que es lo que nos sucederá aquí.
Jaime