El rectángulo áureo y el número áureo han sido utilizados por infinidad de artistas de la antigüedad. Ello es debido a que la naturaleza lo usa en muchos sitios y, debido a ello, nuestros sentidos se han acostumbrado a esa proporción y la consideran armónica. Ése es el motivo de que se haya usado para las medidas de las tarjetas de crédito. La armonía de las medidas de la tarjeta de crédito hace que te sientas cómodo gastando.
Tenemos el precio del oro perfectamente delimitado en un rectángulo que va desde los 1.540 a los 1.800. Las medidas no son las del rectángulo áureo, pero, ya que es un rectángulo sobre el precio del oro, se le puede llamar áureo sin incurrir en un error.
Aunque es poco probable que rompa el rectángulo por la parte baja, mientras en los pueblos se amontona la basura porque los que tienen que recogerla no cobran, lo ideal es no dar nada por sentado y ser precavido.
Se puede asumir un riesgo de perder 30-40 puntos con la sana intención de ganar diez veces más en el medio plazo y 50 veces más en el largo plazo.
Se debe comprar si se acerca a la parte baja del rectángulo, para vender en la parte alta mientras no rompa. También es obligatorio comprar cuando rompa los 1.800 al alza. Si es una trampa alcista y se cuela otra vez dentro, se vende, pero cada vez que rompa al alza hay que volver a comprar.
A pesar de que el máximo histórico está 100 puntos más arriba, es poco relevante. El techo de hormigón está en los 1.800. Cuando lo pase, habrá via libre durante mucho tiempo. Tampoco sería descabellado añadir otro lote cuando pase el máximo.
Para animar la jugada hay que saber que el oro en euros ya ha roto el máximo del año pasado. Ello indica que todas las divisas van cuesta abajo, pero a la nuestra, además, se le han roto los frenos.
Artículos relacionados
Los retrocesos de Fibonacci y el número áureo
El oro está siendo tratado como la basura
Catálogo de timos: con el precio del oro también nos engañan
La relación entre la tendencia del oro y los intereses reales