Como hace calor, me estaba abanicando con los contratos que tengo firmados con los intermierdarios financieros para la compra/venta y custodia de valores. Sin querer, he leído una cláusula que me ha sacado del letargo estival. He cogido otro contrato de otra entidad financiera y resulta que dice lo mismo, usando casi las mismas palabras.
Dicen que, cuando firmas el contrato, das el consentimiento para que ellos puedan subcontratar otra entidad financiera para que se encargue de la custodia de los valores de sus clientes (que eres tú). Pero que el subcontratista puede delegar en otro cuando quiera. Todo esto se hace con cuentas globales llamadas "omnibus", en las que no se desglosa la titularidad de los valores, o sea, que tu nombre no aparece por ningún lado.
Para que se entienda: tú firmas un contrato con la entidad A. La entidad A subcontrata la custodia de tus valores a la entidad B. Pero tiene tu consentimiento para que la entidad B pueda subcontratar a la entidad C. Supongo que la cadena no está limitada a las letras del abecedario.
Hasta este momento sólo era algo engorroso y farragoso, pero el párrafo de abajo ya entra dentro de lo terrorífico. Te dice que, para que luego no vayas a reclamar diciendo que no te lo habían advertido, los fraudes o apropiaciones indebidas que pueda realizar cualquier sinvergüenza de los que forman la cadena de depositarios, lo vas a perder de tu bolsillo.
Como piensan que no vas a seguir leyendo, en el párrafo siguiente ya meten sin sonrojarse que, si uno de los clientes del lote de la cuenta omnibus no cumple con los requisitos de las garantías exigidas y se queda al descubierto, se paga a escote entre todos. No nos vamos a poner a buscar al responsable que le permitió operar sin garantías suficientes, lo pagan los de siempre y todos felices.
Todo lo anterior hace seis años se podía aceptar como un riesgo pequeño y asumible, confiando en la solvencia y el buen hacer de los grandes bancos mundiales. Hoy en día sabemos que van a por el dinero de la gente descaradamente. No les importa saltarse la legalidad, pues nadie va nunca a la cárcel.
Ahora sabemos que en la quiebra de MF Global los mismos valores estaban rehipotecados veinte veces.
También sabemos que los banksters mueven derivados financieros OTC, que no tienen ninguna regulación, por importes 10 veces más grandes que el PIB mundial. Cualquier cisne que salga un poco oscuro, aunque no sea muy negro, puede provocar un colapso de los grandes bancos de todos los continentes. El problema es que estos derivados no tienen ninguna supervisión. Como no tienen que dar cuentas a nadie, pueden ocultar las pérdidas hasta que el agujero sea monstruoso.
Como es natural, y conociendo la ausencia de moral de sus ejecutivos, está claro que antes de declararse en quiebra venderían los valores que tienen encomendados para su custodia. Cuando el agujero saliera a la luz no habría bastante dinero en el mundo para taparlo. Como todos tienen operaciones entrelazadas, el incumplimiento de uno haría caer a los demás como fichas de dominó.
La burbuja de renta fija tiene visos de haber pinchado. Una subida de intereses puede agravar los estados financieros de las entidades que viven de crédito barato.
Resumiendo: si yo compro un bono de Repsol en Cajaquebrada S.A., tengo el riesgo de que Repsol quiebre y me quede sin cobrar. Tengo el riesgo de que Cajaquebrada S.A. quiebre por segunda vez y los directivos hayan vendido mis valores para poder pagarse abogados caros y no ir a la cárcel, además de autoadjudicarse una indeminización de 10 millones. También asumo el riesgo de que el depositario o cualquiera de la cadena de subcontratistas me deje a dos velas. O puede que alguno de ellos haya hipotecado mis valores para sacar dinero con el que esnifar cocaína.
Conclusión: se busca un agujero para esconder la cabeza.
ACTUALIZACIÓN
Añado este vídeo por su importancia. Hace unos días no estaba traducido, pero Tradercompulsivo lo ha puesto hace un rato en los comentarios.
Es una entrevista a Karen Hudes, asesora del Banco Mundial. Denuncia la corrupción a escala global, pero lo más interesante es que, en el minuto 4:50, dice que en pocas semanas entraremos en el backwardation del oro, cosa de la que curiosamente se habló hace pocos días en este blog. La primera señal del desastre será el "backwardation" del oro