El banco de Santander aseguró la suscripción de la ampliación de capital con un grupo de bancos, y por ello pagó una sustanciosa prima del 2.50%. Esto lo podía haber hecho el mismo banco directamente y se hubiera ahorrado unos centenares de millones de euros. Hay que tener en cuenta que un put a un mes con precio de ejercicio 4.50 euros cuando el Santander cotizaba cerca de 9 euros costaba menos de un 2.50%.
El hecho de pensar que Don Emilio no estaba seguro de que la gente suscribiera a 4.50 euros acciones del Banco de Santander ya daba escalofríos. Un año antes se hubieran pegado todos por suscribir las mismas acciones a 10 euros. Llevo vigilando al presidente del Santander unos treinta años, y es la primera vez que no ha sido capaz de prever algo y anticiparse a los hechos, y no creo que no tuviera una idea bastante aproximada de lo que iba a suceder, la prueba es que se deshizo de todos los inmuebles que pudo a tiempo, mientras los demás seguían repitiendo el estribillo de que el ladrillo nunca baja.
El hecho de asegurar la operación me parece un fallo gordo, pues ha pagado para que otros asumieran una cantidad de riesgo, y la realidad es que han asumido mucho menos.
¿Cómo se han desarrollado los hechos?
Supongo que el banco de Santander aseguró la ampliación con un consorcio de bancos dos o tres semanas antes de que empezara dicha ampliación en el mercado, que es cuando empezó a caer más el Santander que el BBVA.
Como es natural, apenas estos bancos tuvieron firmado el contrato de aseguramiento, empezaron a vender acciones del Santander a crédito o por medio de futuros o vendiendo calls o comprando puts. Todas estas operaciones se hicieron para neutralizar el riesgo que habían contraído de tener que suscribir a 4.50 euros si los accionistas no lo hacían. Seguramente en el contrato de aseguramiento constaba que no podrían llevar a cabo ninguna de estas prácticas, pero para eso están las sociedades interpuestas domiciliadas en paraísos fiscales opacos.
Todas las operaciones dichas anteriormente presionaron el precio de las acciones del Santander a la baja, por eso su cotización cayó vertical unas semanas antes de la ampliación. Cuando se venden acciones a crédito o a través de futuros, se presiona el precio a la baja por el exceso de oferta. Cuando se compran puts o se venden calls a un creador de mercado, en ambos casos éste tiene que vender acciones para hacer la cobertura delta neutral de su posición.
Los bancos aseguradores compraban derechos de suscripción baratos a saco y congelaban un fuerte beneficio entre las acciones que suscribirán y las que habían vendido a crédito casi al doble de precio. Con estas fuertes compras que no dejaban caer el precio, se protegían de la posibilidad de que el Santander cayera de 4.50 euros al mismo tiempo que ganaban dinero. Además se embolsaban íntegramente el 2.50% de prima de aseguramiento sin prácticamente haber asumido riesgos. Lo incomprensible es que esa prima la pagara el viejo zorro de los mercados al que no suelen darle gato por liebre habitualmente.
Como he dicho antes, la única manera de aprovecharse de esa situación ha sido con el spread 3 SAN contra 2 BBVA. Todos los implicados estaban vigilando atentamente el foco de atención principal que era la ampliación del Santander, mientras el BBVA se quedaba desligado de la vorágine que producía el arbitraje y la defensa de intereses contrapuestos.