¡Cuántas veces hemos escuchado esta frase! "Reinventarse para crecer"; asociada tanto al ámbito personal como al profesional. Y sí, es un gran consejo que podemos dar y aplicar a nuestro día a día.
Si reflexionamos sobre el entorno en el que vivimos, la sociedad que nos rodea, el ritmo de vida actual... y decidimos parar por un segundo y decidir qué rumbo tomar, llegamos a la conclusión que tenemos que reinventarnos para conseguir un grado de diferenciación entre el resto, para conseguir sobrevivir en este entorno tan cambiante.
Un gran ejemplo a aplicar en esta situación son las pequeñas empresas con gran experiencia en el sector y muchos años de actividad. Empresas que durante toda su vida profesional han realizado su actividad del mismo modo, sin plantearse el mínimo cambio ya que probablemente traería consecuencias negativas. Pero en el entorno actual este pensamiento es erróneo. Los clientes buscan la diferenciación mediante la innovación y por ello estas empresas necesitan reinventarse para crecer.
Empresas tradicionales que han tenido que adaptarse a las necesidades de la nueva demanda digital, o que incluso han modificado su forma de ejercer la actividad profesional con el único fin de sobrevivir en el mercado. En los negocios cada vez prima más la inmediatez y la innovación y esto significa reinventarse.
Al igual que a las empresas nos ocurre a nosotros, las personas. Llegados a un punto en la vida, debemos pensar qué queremos por futuro, y en muchos casos la mejor forma para conseguirlo es reinventarse, cada uno en el ámbito que mejor se adapte.