Todo el mundo está esperando el tiempo que vamos a tardar en oír aquello de “El gobierno anterior había ocultado la situación de la economía”. Es de las pocas casi certezas que podemos decir hoy en día. Está claro que esta frase es un clásico cada vez que tenemos un cambio de gobierno; estén como estén las cosas.
Recuerdo una frase de una película, (lo que no recuerdo es la película) en la que se comentaba una historia de los cargos políticos. En el relevo de un cargo, el antiguo le entrega al antiguo dos sobres, y le cuenta que son las instrucciones para cuando las cosas vayan mal. La primera vez que vayan mal el nuevo cargo abrirá el sobre 1; y la segunda el número 2.
Una vez tomado el cargo, el nuevo se encuentra de repente en una situación difícil. Por tanto abre el primer sobre y se encuentra una nota en la que le dice: “eche la culpa de todo a su antecesor”. Gracias a este consejo, salva la situación y mantiene el cargo, hasta que se encuentra en otra situación difícil. En este momento abre el sobre y encuentra otra nota en la que aparece: “coja papel, dos sobres y póngase a redactar dos notas para su sucesor”.
Evidentemente la película era americana, ya que en España, lo que nos encontraríamos sería una historia que comenzaría: “coja alrededor de 500 sobres….”, esfuerzo que casi nadie haría porque al fin y al cabo las dimisiones y relevos no es algo que se estile demasiado.
Hoy nos hemos encontrado con una revisión del déficit público que se ha incrementado por encima del objetivo para este año, aunque realmente esto no ha sido una sorpresa ya que las desviaciones de las comunidades autónomas eran conocidas a lo largo de todo el ejercicio. Sin embargo, cada vez teníamos datos, nos decía Salgado que al final ajustarían al ejercicio. Como era previsible, tal ajuste al final no se ha producido y se han confirmado los problemas en las comunidades autónomas.
El nuevo gobierno en su segundo consejo de ministros ha aprobado un plan de ajuste, contándonos que estamos ante un plan para una situación no prevista. Podemos entender que el gobierno dice la verdad, pero en este caso tendríamos que preguntarnos ¿Qué clase de dirigentes tenemos?. Recordemos que se supone que se nos han vendido como personas capaces que sabían lo que necesitaba y la situación de España. Y recordemos también que el Partido Popular era perfectamente consciente de la situación en las economías, ya que gobernaba en la inmensa mayoría de ellas. De la misma forma, desde los organismos económicos de las propias regiones, se es perfectamente consciente de la situación, y de que por supuesto el objetivo planteado era irrealizable.
Por tanto, si el gobierno no tenía en mente esta desviación, simplemente estaríamos ante un caso manifiesto de negligencia, agravado porque en definitiva era vox populi que no se iba a conseguir este ajuste.
Si el gobierno conocía estas desviaciones, la explicación que nos queda es que ha empezado la legislatura, tal y como acabó la otra; con mentiras del gobierno. En definitiva estamos ante una situación en la que no hemos cambiado absolutamente nada.
Lo realmente grave es que como estemos ante la segunda situación que no es otra que el típico caso en el que se suelta el discurso de “el anterior gobierno engañaba en las cuentas y por esto nosotros estamos obligado a hacer cosas que no queríamos” el nuevo gobierno ha de tener cuidado con que no ocurra lo mismo que ha ocurrido en Grecia; donde debemos recordar que el discurso de los socialistas cuando llegaron al poder, precipitó los acontecimientos.
Todo el mundo sabe y sabía que no se iban a cumplir los objetivos y que los informes sobre las cifras, (no las cifras), eran simplemente increíbles, pero el nuevo gobierno se ha de pensar muy seriamente si va a ir por ahí, porque los riesgos son elevados y muy obvios.