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Dentro de un rato tenemos la final de la Eurocopa en la que nos enfrentamos a Italia. Curiosamente a lo largo de estos días, he hablado con bastante gente que ve que la situación es un desastre, que nos están sangrando de todas las formas posibles y que la gente está más preocupada por la final que por tratar de hacer algo para evitar el deterioro y las sangrías.

Es cierto que la sociedad en su conjunto, y cada uno de nosotros en particular no estamos haciendo absolutamente nada, o por lo menos absolutamente nada que tenga cierta transcendencia. Y también es cierto que hoy muchas personas vamos a ver el partido de la selección y con un poco de suerte tener una alegría que no solucionará el país. Sin embargo la relación entre ambas cosas quizás no esté tan clara como todo el mundo se empeña en demostrar.

De hecho es curioso la cantidad de veces que he oído la frasecita, lo cual me lleva a pensar que estamos ante un cierto clamor de personas que ven la necesidad de hacer algo, mientras se quejan amargamente de que los demás no hacen absolutamente nada. Quizás lo primero que hemos de intentar es comprender que al final no somos tan especiales. Y desde este punto entender que hay muchas personas que están comprendiendo, (mejor o peor), lo que está ocurriendo y enterándose que hace falta reaccionar de alguna forma.

Sin embargo el problema está en saber qué es lo que se hace, y esta es la gran cuestión. ¿Qué es lo que tiene que hacer cada uno de nosotros?. Ya hace un par de años me hacía esta pregunta explicando que en realidad esa es la gran cuestión. Tengo la impresión de que la inmensa mayoría de la gente no está haciendo absolutamente nada porque simplemente no saben qué hacer, mientras que un buen número de personas están como yo. Haciendo cosas que no acaban de funcionar a la velocidad que necesitamos porque es casi imposible.

En definitiva estamos en una situación en la que algunas personas estamos intentando algunas cosas, (con éxito más que limitado), que no se entienden o simplemente no se ven, (asumiendo que sean correctas que no siempre lo son) y otras no saben qué hacer ante toda una sucesión de golpes que vienen desde los círculos de poder sin que sepamos qué hacer.

Ya hace un par de años preguntaba esto mismo, pidiendo sugerencias porque teniendo claro el diagnóstico, no era capaz de contestar a la pregunta básica, ¿Cómo evitar un desastre evitable antes de que ocurra?. Desde entonces he probado varias cosas, y tengo que reconocer que ninguna ha funcionado.

Hoy, me gustaría reiterar la petición, y después del partido y que entendamos que no ver el partido o el sálvame o lo que sea, no  significa absolutamente nada más que el hecho de que todas las personas necesitan algún descanso de vez en cuando, me gustaría volver a preguntar y pedir sugerencias  para hacer algo para tratar de que las autoridades, la justicia, la economía y las empresas y entidades financieras estén al servicio de las personas y no al revés.

Y tengamos en cuenta que cada vez es más urgente, porque si no logramos encontrar formulas para parar esta degeneración, nos vamos a encontrar en una situación muy desagradable, en la que todo puede pasar, salvo la paz y la razón que es lo primero que sale de escena en una situación de conflicto, que a su vez es lo que sucede a una sociedad en la que varios millones de personas estén en una situación desesperada; (recordemos que no es necesario que el que escribe o el que lee esté en una posición desesperada para que tengamos servido el desastre). 

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  1. #22
    03/07/12 13:43

    La “buena sociedad”

    En sus aspiraciones a una “buena sociedad”, Krishnamurti daba gran importancia a la relación
    del individuo con la sociedad y a la responsabilidad de cada cual en el advenimiento de esa
    “buena sociedad”: “Eres depositario de toda la humanidad. Tú eres el mundo y el mundo eres
    tú. Y si se produce un cambio radical en la estructura misma de la psique de un individuo, ese
    cambio afectará a toda la conciencia de la humanidad” (Krishnamurti, 1993, págs. 133-134).

    El cambio es de dentro a fuera, y no al revés. Se trata de una revolución psicológica individual y no una social y generalizada. Tenemos que convertirnos en aquello que queremos que la sociedad sea. Cambiando yo cambiará la sociedad, puesto que esta no es otra cosa que la forma en la que nos relacionamos.

    http://youtu.be/qa8rHDzlSsA

  2. en respuesta a The sagües
    -
    Top 100
    #21
    03/07/12 09:26

    oye...

    ¿sin crédito?. fijate muy bien que toda la cantidad inyectada por los bancos centrales es a crédito.

    Respecto a la cantidad de dinero, ten en cuenta que no se está incrementando, sino que se está reduciendo. Ten en cuenta que una cosa es la base monetaria y otra muy distinta es la oferta monetaria. La base monetaria crece con las inyecciones, pero se cargan el multiplicador y la cantidad de dinero apenas se mantiene.


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