Si hay una pregunta que me han hecho muchas veces es precisamente esta: ¿Cómo proteger los ahorros?. De hecho esta pregunta se está repitiendo mil y una veces a todo el mundo. Habrá gente que dé respuestas; quizás alguna sea correcta hoy, y desde luego alguna se comprobará correcta en el futuro, aunque me temo que no va a ser más que suerte.
Mi respuesta es que directamente no hay posibilidad de protegerse, o mejor dicho, tan sólo hay una forma que es la de disponer de información privilegiada actualizada y estar muy pendiente a todos los movimientos que se realicen. En la situación en la que estamos, llevamos un buen número de año basándolo todo en la formación de todo tipo de burbujas. Esto ha llevado a que absolutamente todos los precios y todos los análisis no sirvan absolutamente para nada. Por otra parte, más allá de los precios y los mercados con manos invisibles sólo porque no se quiere ver, lo que tenemos es todo un rosario de decisiones políticas que consisten en a quien se salva y a quién no.
Durante muchos años, se ha permitido y fomentando a la banca, (de todo tipo y color, y en todos los lugares), hacer todo tipo de burradas en todo tipo de activos. Esto nos ha llevado a la existencia de unas cuantas burbujas que se han desmoronado. Pero lo peor no es eso, sino que es el hecho de salvar estas inversiones de riesgo, manipulando los mercados de tal forma que al final no es posible determinar qué es lo que tiene riesgo y lo que no.
Y con ser malo esto, luego nos queda el otro problema que son los esquemas de decisión acerca de cualquier cosa; Los patrones son sencillos; las decisiones se toman en función del poder que tenga el colectivo que queda afectado por las distintas decisiones. En consecuencia, en función de las circunstancias y colectivo, se define el impacto.
¿Por qué hoy en día se consideran las cédulas hipotecarias activos muy seguros?. Pues por la sencilla razón de que numerosos bancos centrales oficialmente se dedican a comprar estos títulos, mientras otros, (como por ejemplo el Banco de España), se dedican a comprar estos títulos con mucha discreción. Este es un claro ejemplo de lo que está ocurriendo; tipos respaldados por hipotecas en medio de unos planes de ajuste, en medio de una burbuja inmobiliaria, tras las subprime y basados en una normativa que ha sido declarada ilegal, son considerados en todos lados títulos seguros, a pesar de que las entidades apenas logran colocar estos productos en mercados financieros.
Podemos coger todos y cada uno de los mercados y buscar las intervenciones de los gobiernos y bancos centrales, de alguna y otra forma. De hecho, es más claro que nunca que todos y cada uno de los activos financieros dependen hoy de los bancos centrales, que tienen límites, (por mucho que digan que no) y tienen objetivos.
Lo realmente grave es que esto ha convertido los activos seguros en inseguros y por otra parte han conseguido que los activos inseguros sigan siendo inseguros, pero con la sensación de que sean seguros hasta que en un determinado momento se descubra que no lo son. Y sobre todo nos hemos encontrado con la alteración de todas las prevalencias y premisas básicas. Es decir, en el caso de que haya que sacrificar a alguien: ¿Quién va primero?.
Esta pregunta, de hecho es la clave al final que nos lleva a concluir que no hay ninguna forma para que las personas con patrimonios modestos puedan protegerse efectivamente.
Si somos los ciudadanos los que vamos a asumir las pérdidas, la realidad es que no hay forma alguna de evitarlo, ya que los estados tienen los instrumentos necesarios para que sean los ciudadanos los que sufran las pérdidas. Teóricamente los depósitos será lo último en ser tocado, por lo que teóricamente los depósitos será casi el activo más seguro, pero sin embargo esto se ha comprobado falso.
Tampoco sirve el hecho de mantener efectivo, ya que existen mil razones mediante las cuales los gobiernos pueden realizar cualquier tipo de quita en el efectivo; algunas tan simples como obligar a cambiar los billetes de alguna forma, de tal forma que estos se conviertan en una cantidad menor. Una simple norma, declarando ilegales los billetes que no estén sellados por una determinada entidad obligaría a una conversión del dinero en efectivo, en la que podrían aplicar las quitas que estimen oportunas.
El problema grave es que insinuar hace unos meses el hecho de que los gobiernos vayan por el dinero y por los ahorros de la gente con un descaro tan salvaje, hubiese sido motivo de escarnio público. Sin embargo hoy en día, tras lo acaecido en Chipre, y sobre todo tras el informe del Bundesbank, el informe del BCE y el reportaje en Der Spiegel han aparecido en dos semanas lo mismo; los españoles somos más ricos que los alemanes. Dejando aparte la burrada mayúscula de que si los españoles somos más ricos que los alemanes, el estado español tiene menos deuda que el alemán y desde luego las entidades de crédito no están peor, y todo ello con una política monetaria dedicada a Alemania, ¿Por qué se nos llama irresponsables?, lo que significa tal secuencia de acontecimientos no es otra cosa que el intento de sangrar a los ahorradores españoles, (lo cual estaría en línea con la negativa del BCE a que el Fondo de garantía de depósitos rescate a los de las preferentes, porque se supone que está para salvar depósitos, cuando se ha usado para todo y ahora todo el mundo sabe, BCE incluido que no tiene fondos para salvar la quiebra ni de una microentidad.
Ante una situación como la que se está planteando no existe ninguna posibilidad, más allá de ir fraccionando y rezando (o haciendo lo que sea, entre lo que yo incluyo este blog), para que nuestros representantes nos defiendan. Todo lo demás será lo que coloquialmente podemos definir como una carnicería, que además se cargará lo que queda en la economía.
Estoy viendo con frecuencia la idea de contratar depósitos en entidades foráneas. En esto me gustaría que tuviésemos en cuenta que estamos ante una ecuación de riesgo alterada y sobre todo ante unos resultados adulterados por las manipulaciones y las medidas. Es decir, todo lo que está bien hoy, lo está por que se están haciendo ingentes burradas por mantenerlo. En el momento en que un país, (el que sea, y me da igual que sea Chipre, España, Grecia o el que sea) diga basta, lo más probable es que se derrumbe el sistema financiero y en ese momento, el que ahora se está beneficiando es precisamente el que más va a sufrir.
La conclusión es que sigo recomendando como lo más seguro depósitos si no hay certeza de no necesitar el dinero y deuda pública a plazos largos de países grandes. Y respecto al país, pues es una apuesta por cuanto va a durar esta historia, y esto es más de sociólogos. En todo caso, en mi opinión, el riesgo es inferior manteniéndolo en España, incluso aunque exista una quita. Es muy posible que la cantidad pérdida en países que hoy parecen muy seguros sea superior e incluso que pequeños ahorradores españoles no tengan capacidad de recuperar nada.
Por cierto. ¿Productos de riesgo?. Pues la pega es que lo de "riesgo" no es una palabra como preferentes, (que significaba lo contrario). Si llegamos a un punto en el que los depósitos colapsan; no es díficil adivinar que va a ocurrir con lo que lleve riesgo de apellido, (por muy seguro que parezca todo ahora).