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Hace unos días se ha publicado un informe del tribunal de cuentas sobre la actuación de la agencia tributaria en el aspecto de la lucha contra el fraude. Esto ha servido para la generación de numerosos artículos en la prensa que destacan que hacienda no logra cobrar el 83% del fraude generado.

En este punto tenemos un problema común a casi toda la información que tenemos en los periódicos; el tribunal de cuentas emite un informe de 139 páginas, que luego se traduce por los periodistas de una forma bastante libre.

Por ejemplo; en ningún momento he leído en ningún periódico, que los datos de fraude detectado ofrecidos no son considerados válidos porque incluyen tanto datos de fraude real, como de otros conceptos que difícilmente se pueden definir como fraude. Por ejemplo; en los datos de fraude detectado, se incluyen las declaraciones extemporáneas presentadas por los contribuyentes, de tal forma que cualquier declaración complementaria que se presente por descuidos u olvidos son consideradas fraudes.

Pero lo que más ha chocado es la interpretación precisamente de este informe que ha sido casi unánime en el sentido de poner los problemas para incrementar los cobros de deudas. Es cierto que a medida que transcurre la crisis, se incrementa la deuda tributaria de una forma mayor que las deudas anuales descubiertas, lo cual significa que no se logra cobrar la deuda anual.

Pero lo curioso es que se hable de que actualmente el 40% de la deuda tributaria se anula en la primera instancia del tribunal económico administrativo. Eso sirve para que desde los medios se recomiende una mejora de la recaudación en este punto, cuando la reflexión obvia debería ser otra.

Pensemos un poco; cualquier deuda anulada por los tribunales tiene únicamente dos explicaciones; o bien estamos hablando de un fraude real mal investigado, o bien estamos hablando de una deuda no real. Sea cual sea la explicación, no tiene demasiado sentido la recomendación para mejorar el sistema de cobro de las deudas.

De hecho, lo que es bastante preocupante es la segunda posibilidad. Se nos dan toda una serie de cifras para ilustrar el fraude fiscal. De esa cifra una parte importante no lo es por definición y la otra parte son resultado de procesos que como mínimo son declarados nulos. Por tanto es deuda fiscal que nunca se debió haber producido y en conclusión la mera insinuación de que se mejoren los sistemas de cobro, (recomendación de los medios de comunicación), o el más técnico, “mejorar las medidas cautelares”, que recomienda el tribunal de cuentas, (sin hacer referencia a estos u otros casos), puede significar incrementar los abusos de la administración tributaria a los contribuyentes, (esos que hace tiempo hemos dejado de ser ciudadanos).

Es cierto que hay que mejorar mucho en el ámbito del fraude fiscal, pero siempre se ha de comenzar por clarificar los términos; cierto también que hay que mejorar mucho en el campo de la justicia y sobre todo en el tribunal de cuentas y en la prensa. Pero es que asumir que la mitad de las sanciones se imponen sin tener en cuenta las normas, (anuladas por los tribunales) y por tanto pedir que se pueda cobrar mejor algo porque luego los tribunales van a decir que no procede es de nota.

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  1. Top 100
    #1
    12/03/14 10:03

    Gracias por el artículo, ¿Qué solución podemos darle al problema de deuda - administraciones en España? ¿Es normal que si la deuda de las administraciones está avalada por el Estado, éste no pueda limitarla? ¿Por qué pagan las administraciones (algunas) más tipo de interés que otras si el riesgo es el mismo al estar avaladas por el Estado?

    Son cosas que yo no entiendo... Además al ser dinero público debería haber mayor control y auditorías, sino referéndums para decidir en qué realizar grandes inversiones...


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