“ETA despellejaba a lo sumo a un par de concejales al año y el estado decía de ellos que eran unos malvados terroristas y los perseguía, torturaba, mataba y encerraba. Y sin embargo, los bancos asesinan a diario y aquí no pasa nada, el estado los ampara, protege y defiende”.
Este mensaje aparece en el video difundido por la Guardia Civil para explicar la detención de varias personas por enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas en internet. Lo primero que me gustaría aclarar es que no son palabras mías y no lo son entre otras cosas porque no las comparto por varias razones.
La primera es que el problema de ETA no es asesinar a una, dos o mil personas. El problema de ETA es que es una banda terrorista que por definición se dedica a generar terror, usando todos los medios deleznables que se le ocurran. Un asesinato es censurable, pero es especialmente grave cuando ese asesinato se efectúa para aterrorizar a la sociedad y hacerle cambiar de opinión. Se suma por tanto a cada una de las acciones violentas un plus que tiene unos efectos devastadores sobre el conjunto de la sociedad y eso, ya explicaré en unas líneas las razones, nunca conviene olvidarlo.
Tampoco conviene olvidar, por cierto, que no era el estado el que consideraba a estas personas “malvados terroristas”. Recuerdo que el terrorismo era percibido como un problema en todas y cada una de las encuestas a los ciudadanos, (repasen si quieren los barómetros del CIS). Y recuerdo que cada actuación de la banda se respondía en las conversaciones con descalificativos. El máximo exponente fue el caso de Miguel Ángel Blanco, tras un largo rosario de corruptelas en la política que habian llegado a tumbar al PSOE, todo el mundo se conmovió con el caso. Da igual si era concejal y no creo que nadie se haya preocupado de saber si era buena o mala persona, de hecho no importaba. El que mata así a una persona es un hijo de puta y muy poca gente (alguien siempre hay) se presta a discutir si la victima lo era o no, porque tal circunstancia es completamente irrelevante cuando una persona ha sido asesinada. La palabra “malvado” se queda muy corta para lo que la mayoría de la gente usaría con los terroristas.
De la misma forma, los bancos no asesinan a diario. No hace falta ser un defensor de la banca para afirmar que es imposible creer que las personas que están en un consejo de dirección de un banco se reúnen para planificar la forma de acabar con la vida de unas cuantas personas, (que es lo que sí hace una organización de asesinos). No nos confundamos; de la misma forma que afirmo que no hay indicios para defender que los bancos asesinan a nadie, no tengo reparos ninguno en decir, (y he escrito unos cuantos post justificándolo), que existen multitud de indicios para defender que masivamente desde los bancos se han cometido delitos y que estos delitos tienen efectos entre la gente, incluyendo en algunos casos muertes. Para que nos entendamos, una cosa es pretender asesinar a alguien y otra muy distinta es pretender saltarse la normativa, y acabar ocasionando un daño. Ambas pueden ser censurables, pero ni son lo mismo, ni el grado es el mismo.
Ahora bien, teniendo en cuenta que no comparto ni el fondo, ni las formas de este comentario, sí es cierto que comparto lo que creo que es la idea de fondo. Es decir; existen unos delitos que se persiguen y otros que no. Existen unos problemas que se intentan solucionar y otros no. Y en consecuencia, lo que entiendo yo de este comentario es que se intenta transmitir la idea de que se solucionan los problemas con toda la firmeza del mundo cuando les afecta a ellos. Se hace con una buena carga de demagogia y desde luego no puede ser demasiado oportuno tratar de luchar contra la demagogia y la manipulación manipulando de forma demagógica.
Pero sin embargo, lo que no acabo de entender es que de este comentario se pueda desprender la existencia de un delito de enaltecimiento del terrorismo o de humillación a las víctimas. Es una queja y amarga consigna que se repite en muchos foros, de que no se está haciendo absolutamente nada por proteger a los ciudadanos, como se hace en otros sitios y como se hace en las entidades financieras. Más o menos afortunado, y desde luego muy criticable pero no es delito.
Pero enviando a la policía a detener a esta persona, y sobre todo dando publicidad a este comentario, lo que se está es enviando un mensaje muy claro a todos los que están en las redes sociales. El mensaje es evidente y coincide con las cruzadas contra las redes sociales que estamos viendo estos días, lo cual es más probable que coincida con fenómenos de partidos estilo PODEMOS que con otras cosas.
En todo caso, parece un poco curioso que tantos grupos de opinión y políticos se pongan ahora a intentar cambiar la normativa y regular las redes sociales. Según parece la normativa actual ya permite detener a la persona que ha dicho esta frase, lo que difícilmente encaja con la supuesta impunidad en la red y la necesidad de ir más allá.
¿Qué es lo que ocurre?. Pues en la práctica, que yo tengo cierta inquietud al escribir estas líneas mientras resulta que hay unos cuantos que han culpado del asesinato de estos días a la gente que escribe en twitter o a Ada Colau y glorificando a Franco sin el mayor de los problemas. ¿Cómo es posible que se pida respeto o cambios en las normativas acusando a alguien de un asesinato sin ningún tipo de fundamento?.
Hoy el gobierno y los grupos de opinión no están intentando regular las redes sociales, ni la libertad de expresión. Lo que se está es intentando es otra cosa. Tampoco se está pidiendo acabar con las injurias y las calumnias. No señor. Se está intentando que sólo unos mensajes lleguen y los otros no salgan.
Y para que conste, soy un desastre con las redes sociales y creo que tienen un grave problema; por definición han de limitarse las palabras y esto genera muchos problemas para exponer razonamientos. Sin razonamientos nos pasamos a la demagogia en pocas frases mil veces repetidas. No me gustan las redes sociales y no me gustan algunos comentarios, pero mucho menos me gusta que se intenten prohibir. A veces es duro, pero incluso los que desde periódicos están escribiendo todos los días la mayor animalada posible, porque eso vende, deben poder escribir y los ciudadanos debemos aprender a entender y rechazar.
Y de alguna forma, nos toca resignarnos a entender que hoy nos toca luchar por la libertad de expresión. ¿Quién nos lo iba a decir?. Y esto no se puede hacer de otra forma que expresándose.