Mientras trataba de buscar datos oficiales y fiables sobre determinadas variables económicas he llegado a las publicaciones de la Central de Balances del Banco de España y en particular a la publicación sobre los “Resultados anuales de las sociedades no financieras”.
Siempre debemos tener algunas precauciones cuando tratamos datos estadísticos. Antes de lanzarnos a la tarea de obtener algún tipo de conclusión, debemos conocer perfectamente que es lo que se mide, como se mide, la fuente, posibles sesgos…
Los problemas de esta publicación son bastante evidentes: Los datos salen de dos sitios diferentes: los registros mercantiles con datos calificados de “menor calidad” por el Banco de España y luego una encuesta no aleatoria, sesgada hacía grandes empresas del sector industrial, realizada con dos cuestionarios diferentes (modelo abreviado y ordinario), con grandes desigualdades en la representación entre sectores y con problemas de homogeneización graves al tratar conjuntamente empresas e información distinta.
El Banco de España cuenta todos los años que realiza un trabajo de “depuración” importante para conseguir la máxima coherencia posible (de hecho es algo que se debería tener por supuesto) para al final acabar concluyendo que (por ejemplo en la página 20 del informe metodológico de 2012):
“Tras estas constataciones, además de reafirmar la validez analítica de las bases ahora disponibles, solo cabe asegurar que la Central de Balances sigue trabajando para mantener —y, en la medida de lo posible, incrementar— la cobertura de sus bases de datos, a pesar de la dificultad implícita en recabar una información sin aludir a ninguna obligatoriedad de orden legal”
En esta misma página afirman que:
El interés de estas informaciones deriva también de que proceden directamente de los departamentos de contabilidad de las empresas y no de indicadores parciales sobre su actividad, generación de rentas, empleo, etc., y de que ponen en evidencia de forma directa la evolución de los gastos financieros, la rentabilidad y el endeudamiento, entre otros, variables y agregados que son prácticamente imposibles de obtener por vías alternativas.
Ese es el interés más específico de las bases de datos de la Central de Balances, que, además, y al margen de su difusión al público en general y a universidades y centros de investigación, según su demanda, son utilizadas por el Banco de España y el CEMFI (fundación creada por el Banco de España, cuyos fines son la formación y la investigación en el ámbito de la economía. Centra su actividad en la enseñanza de postgrado y en la investigación), para la realización de trabajos analíticos y de investigación, y se facilitan al INE por su interés como fuente estadística.
Con todo lo anterior, todo el mundo debería tener claro que esta publicación nunca puede ser usada como fuente única de cualquier análisis, ni tan siquiera como fuente principal. La existencia de un sesgo impide que se pueda extrapolar al conjunto de la economía; no podríamos sacar conclusiones sobre el total de las empresas no financieras de la economía por la sencilla razón de que no estamos analizando una muestra obtenida con procedimientos estadísticos de la población total. Por explicarlo de una forma muy gráfica: sería algo así como pretender determinar la altura media de los ciudadanos españoles, midiendo a los jugadores de la liga de Baloncesto.
Esto no quiere decir que la información sea inútil; podría ofrecernos un gran complemento para analizar la evolución de las sociedades no financieras (lo repito: siempre teniendo en cuenta las limitaciones). Siguiendo con el ejemplo: la altura media de los jugadores de la liga de baloncesto podría ser uno de los indicadores de cómo ha evolucionado la altura de los españoles a lo largo de la historia. Con varios indicadores podríamos llegar a obtener unos resultados aceptables.
Pero ¿se podría usar en este caso la información de la central de balances? La respuesta es un rotundo NO. No hay nada que lo impida en la metodología y además en cada publicación publican los resultados de los 5 últimos años, pero una aproximación a los resultados nos permite deducir sin problema que estamos ante lo que podríamos definir técnicamente como “cachondeo supremo”.
Voy a poner un ejemplo para tratar de explicar lo que ocurre. Podemos hacer este ejercicio con cualquier dato que se nos ocurra, pero yo lo he hecho con: “Gastos de personal de las empresas del ejercicio 2009”. En cada publicación tenemos dos datos para los ejercicios anteriores (cada una con una cobertura distinta) y además en dos análisis distintos: empresarial y general, (en el empresarial incluye las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y por tanto deberían ser superiores). En las distintas publicaciones tenemos por tanto 20 respuestas a esta incógnita (Cinco publicaciones con dos análisis desde dos puntos de vista en cada una de ellas). Usted valórelas (y de paso valore la información facilitada por la panda el Banco de España):
· 75.268 millones: Gastos de personal en el análisis empresarial de la publicación del 2009 de los flujos (recoge el 26,2% de las empresas españolas).
· 78.680 millones: En las remuneraciones a asalariados en la publicación general de 2009 (también el 26,2%).
· 92.303 millones: Primer dato de gastos de personal referido a 2009 de la publicación de 2010 del análisis empresarial (30,7% de las empresas).
· 96.142 millones: Primer dato referido a 2009 de la publicación de 2010 del análisis general (30,7% de las empresas).
· 87.162 millones: Gastos de personal en el segundo dato referido a 2009 de la publicación de 2010 (26,6% de las empresas)
· 79.845 millones: Segundo dato de Remuneraciones a asalariados en 2009 en la publicación de 2010 del análisis general (26,6% de las empresas).
· 92.303 millones: Primer dato para los gastos de personal del análisis empresarial de 2009 de la publicación de 2011 (30,2% de las empresas en lugar del 30,7%)
· 96.142 millones: Primer dato de remuneraciones a asalariados de 2009 en la publicación de 2011 del análisis general (30,2% de las empresas).
· 93.760 millones: Segundo dato de gastos generales referido a 2009 del análisis empresarial en la publicación de 2011 (31,1% de las empresas).
· 97.479 millones: Segundo dato referido a remuneración de asalariados en el análisis general de la publicación de 2011 del análisis general (30,7% de las empresas).
· 93.349 millones: gastos de personal en el primer dato referido a 2009 del análisis empresarial en la publicación de 2012 (31,0% de las empresas).
· 97.149 millones: Primer dato referido a remuneración de empleados en el analisis general de la publicación de 2012 (31,0% de las empresas).
· 95.485 millones: Segundo dato referido a gastos de personal 2009 en el análisis empresarial de la publicación de 2012 (31,7% de las empresas).
· 99.251 millones: segundo dato de remuneraciones a asalariados de 2009 en el análisis general de la publicación de 2012 del análisis general (31,7% de las empresas).
· 161.325 millones: Gastos de personal por importe de 161.325 millones en el primer dato referido a 2009 del análisis empresarial de la publicación de 2013 (41,8% de las empresas).
· 165.113 millones: Primer dato referido a 2009 de remuneraciones de asalariados del análisis general en la publicación de 2013 (41,8% de las empresas).
· 163.578 millones de euros: Gastos de personal de 2009 en el segundo dato del análisis empresarial de la publicación de 2013 (43,4% de las empresas).
· 167.350 millones de euros: Segundo dato de remuneraciones a asalariados en 2009 recogido en el análisis general en la publicación de 2013 (43,4% de las empresas).
· 163.578 millones de euros: Gastos de personal en el análisis empresarial en el único dato referido a 2009 de la publicación de 2014 (42,9% de las empresas).
· 167.350 millones de euros: Remuneraciones a asalariados en el único dato referido a 2009 del análisis general en la publicación de 2014 del análisis general (42,9% de las empresas).
Son 20 datos que se supone que responden a la misma pregunta, en una publicación que afirma que los datos son definitivos a los dos años (y que hasta entonces tienen variaciones poco significativas entre las distintas revisiones). De los 20 datos, que van de los 75.268 millones a los 167.350 millones, tan sólo se repiten 4, pero curiosamente en los 4 casos varían los porcentajes que nos llevarían a estos resultados.
Soy gallego y se supone que debería estar acostumbrado a los “depende”; pero desde luego esto me ha superado. Como buen gallego también respondería a una pregunta con otra.
A la vista de estos datos, y teniendo en cuenta que ocurre lo mismo con el resto de las variables del estudio, no quedaría más remedio que ejercer de gallego si me preguntan por la información recogida en las publicaciones de la central de balances del Banco de España; tendría que preguntar: ¿para qué lo quieres saber?
Esta es la única utilidad de la información recogida en la central de balances: Con un esfuerzo contenido tengo a mi disposición los datos que quiera para construir y justificar el estudio que me de la real gana. Sólo necesitaría saber qué es lo que quiero demostrar o la imagen que quiero enseñar y ya está: con datos oficiales. ¿Quieren una prueba? Pues Vicente Salas Fumás, en el estudio sobre las Sociedades No Financieras nos da la cifra de 181.992 millones para la remuneración de los asalariados en 2009.
Si alguien pretende usar estos datos para estudiar (con rigor) la situación de las empresas o de la economía española, le recomiendo que se vaya con una carretilla a comprar ansiolíticos.