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Me ha parecido curiosa la evolución en el cine y televisión del tema de las comunidades de vecinos. Si nos damos cuenta hemos pasado de “La Comunidad” a “Aquí no hay quien viva” y hemos llegado finalmente a “La que se avecina”.

Todos entendemos que la vida en una comunidad de vecinos es una fuente inagotable de anécdotas y situaciones curiosas. No en vano al final no dejan de ser un microcosmos de la sociedad. Si nos damos cuenta, al final en una comunidad tenemos al que quiere sacar tajada, el que todo le parece bien y el que todo le parece mal, los que van a las juntas a hablar de lo suyo y los que van a hablar de cualquier cosa; tenemos desde luego los que nunca han ido a la junta, y desde luego tenemos los presidentes, los asesores y por supuesto los electricistas y fontaneros profesionales.

Pues hoy propongo pararnos, respirar, mirar hacía atrás, y tratar de entender para que debiera servir una comunidad de vecinos. A veces, tras complicadas teorías, razonamientos y excusas de todos los tipos, olvidamos que las comunidades de vecinos no son otra cosa, que la unión de unos vecinos que tienen que afrontar unos gastos comunes y que en consecuencia se agrupan para afrontarlos. Toda la normativa existente, figuras y órganos de las comunidades de vecinos son exclusivamente para eso. Afrontar los gastos del edificio entre todos.

En definitiva los edificios tienen que estar limpios, bien conservados y además se necesita que los ascensores funcionen y las luces deben encenderse cuando presionamos el botón.

¿Las cuotas?. Pues todo el mundo entiende que las cuotas deben ser lo más ajustadas posibles. Entendemos que tenemos que hacer un esfuerzo por el bien común, pero sin embargo, también entendemos que cuanto más dinero pongamos para el bien común, menos dinero nos quedará a nosotros para el resto de gastos, y para consumir bienes.

Pero si nos damos cuenta, de repente alguien puede tener la idea de hacer negocio a cuenta de las comunidades de vecinos. Es normal, los vecinos aportamos unas cuotas, que realmente es un gasto para nosotros y ese dinero simplemente desaparece de nuestras cuentas. De algún modo inexplicable, ese dinero aparece por arte de magia en las cuentas de otro ente, que es la comunidad de vecinos y es el administrador de la comunidad el que dispone de ese importe.

El siguiente paso lógico, significa que las empresas de limpieza, las de ascensores, y los comerciales de todo tipo ya no van de comunidad en comunidad ofreciendo sus servicios, sino que enfocan todos sus esfuerzos a los administradores de fincas.

En cuanto damos este paso y pasamos a subcontratarlo todo, resulta que los negocios que se generan son cada vez mayores;

Por otra parte, resulta que si antes las comunidades de vecinos hablaban directamente con la señora de la limpieza, ahora tenemos que hablan la empresa de servicios y nuestro administrador, ¿esto que significa?.

Pues significa varias cosas. La primera es que si antes el precio se negociaba directamente en un juego de suma cero entre la comunidad y la persona que limpiaba, ahora la situación cambia, de tal forma que entra la posibilidad del pago de comisiones, a la administración, a la que por otra parte, no le importa que las cuotas sean demasiado altas, (por que será capaz de esconder mejor sus gastos en cuotas más elevadas que en cuotas bajas).

Se establecen por tanto las posibilidades de negocio, que al final Irán a cuenta de los vecinos, que a su vez, lo detraerán del bar de la plaza.

Además se da otro hecho que es demencial. Ante cualquier queja, los vecinos acudirán al presidente, quien cabreado hablará (o no) con la administración, quien a su vez hablará (o no) con la empresa de limpieza, que a su vez hablará (o no) con la persona que haya realizado mal el trabajo. En la realidad, la información rara vez llega, más que nada porque cualquier explicación tendría que seguir el proceso contrario. De esta forma, al final mantener el edificio limpio o conforme a las exigencias de los vecinos, (al menos de los que no pasen del tema), se convierte en tarea imposible y curiosamente todo el mundo acabará siendo un auténtico desastre, ya que según a quien preguntes, el presidente, la administración, la empresa y(o) la persona que limpia serán un auténtico desastre.

De alguna forma, también al final el coste de las cuotas se disparará de forma alarmante y siempre se estará en déficit.

Cuando nos queremos dar cuenta, estamos pagando un importe exagerado por la cuota. A cuenta de los negocios, las comisiones, y los márgenes de todas las empresas que intervienen en el proceso.

Por supuesto, cuando alguien diga: ¿y no nos interesará contratar directamente a la persona que va a limpiar o al portero?. Legalmente no hay ningún problema para hacerlo, (siempre que se realice correctamente, claro), sin embargo, al final se nos venderán cuatrocientas mil historias de gestión imposible, que lo más cómodo es una empresa, que además la mejor es la más cara, (aunque al final subrogue a la persona que estaba limpiando antes).

En fin, ¿Qué voy a contar de historias de las comunidades?. Pero claro, a veces me pregunto varias cosas:

- ¿En que se diferencia una comunidad de vecinos de un país?; (Aparte claro que el presidente de la comunidad no cobra).

- ¿Podemos soportar en uno y otro sitio que las empresas hagan negocios y paguen sus comisiones, ofertas o promociones en los despachos con el dinero que luego quitarán a los vecinos, tanto de la comunidad como del país?

- ¿Podemos pedir seriedad en el país cuando la mayoría de las veces pasamos en donde lo vemos?

- ¿Alguien se da cuenta que todo lo que en uno u otros despachos se logra “negociar”, implica que empresarios de verdad que buscan ofrecer algún bien o servicio que genere valor tengan menos mercado?.

Un país no deja de ser una comunidad de vecinos a una escala diferente, pero lo que queda claro es que al final es el mismo concepto. Unas reglas, unos gastos a compartir y lo importante es que no nos sisen en cada uno de los gastos.

Es así de simple. Por cierto me gustaría al respecto recomendar el post sobre el grupo fomento donde trataba de explicar algunos de los negocietes que se generan en ese grupo. Claro que está un poco desactualizado ya que al tener un mes, no incluye el préstamo de 5.000 millones que se ha pedido al BEI para obras del AVE, ni los 600 millones para rescatar Aerolíneas, ni unos cuantos rescates más. Tenemos mala suerte los bloggers, con esta velocidad gastando dinero, porque no podemos aprovechar los post ni un mes.

Lo que sí es cierto, es que como esto siga así, vamos a seguir toda la lista de series, y mire por donde, quiso la casualidad y el destino que la evolución pase a ser..

De “La comunidad” a “Aquí no hay quien viva”, para acabar con “la que se avecina”, (no digan que no tiene su ironía).

En fin reciban un cordial saludo.

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