Uno de los modelos más utilizados para explicar el funcionamiento de la demanda es el de la utilidad marginal. En síntesis, lo que se trata de de explicar cómo toman los consumidores sus decisiones de consumo. Este resumen que es el usado normalmente olvida algo que no se suele mencionar por ser obvio, ya que realmente lo que se trata de explicar es como los consumidores eligen toman las decisiones de consumo entre las alternativas que disponen.
Voy a dejar de lado el proceso de elección entre las distintas combinaciones de bienes y voy a irme a lo básico que es la ecuación de restricción presupuestaria. En definitiva, lo primero que hay que tener claro para entender cómo se toman las decisiones de consumo, son los limites, que como todo el mundo puede imaginar vienen determinadas por los ingresos y por los precios de los bienes.
Para simplificar, (y únicamente por simplificar), vamos a suponer que no existe posibilidad de endeudamiento. (tiempo habrá de introducirlo; aunque la realidad es que la realidad se acerca cada vez más a esta simplificación); y vamos a tratar de explicarlo imaginando que hay dos bienes en la economía. Es decir; sólo se producen dos bienes de consumo.
Lo que puede consumir de cada uno de los bienes, vendrá determinado por una ecuación que será la que iguale la renta con la suma de lo que gastamos en cada uno de los dos bienes, que a su vez será el precio multiplicado por la cantidad de cada uno de los bienes:
Ingresos= Pa*Qa+Pb*Qb
La gran ventaja de usar sólo dos bienes es que podemos hacer una representación gráfica, en la que en cada uno de los ejes podremos las cantidades que podemos consumir de cada uno de los bienes.
Cualquier consumidor cuando trate de decidir su consumo entre cualquier combinación de estos dos bienes, tiene que tener claro que se moverá a lo largo de la zona marcada en azul. Puede consumir como máximo toda su renta en el bien A, (de forma que consumiría tantas unidades como el resultado de dividir toda su renta entre el precio del bien A); el mismo razonamiento con el producto B, o puede moverse en una combinación.
Evidentemente, esta ecuación se puede usar para todos los bienes disponibles, hasta el punto de que cada uno de nosotros tenemos un límite que nos dice que podemos consumir tantos productos como la suma de los precios de todos los productos disponibles por la cantidad hasta el punto que iguale a nuestra renta. El único problema para meter más productos es que no se puede ver gráficamente.
Es fácil ver, que de esta área no se puede salir nadie, (por lo menos no de forma sostenida), y desde luego es sencillo ver también que todas aquellas personas que no ahorran, (bien porque no pueden, bien porque así lo deciden), consumirán en cualquier punto de la línea que es la frontera. Los que sean capaces de ahorrar y además así lo decidan se situarán en cualquier punto de la zona azul, de tal forma que cuanto mayor sea la distancia a la línea, mayor es el ahorro.
Teniendo claro este punto, podemos entender que es lo que ocurre si en un determinado momento, resulta que todo sube un 10%; o sea, que si los precios de los dos bienes y los ingresos de las personas suben un 10%. Dado que los puntos donde la línea se cruzan con los ejes son divisiones entre rentas y precio; y a su vez la pendiente es la división entre los precios, al multiplicar en todos los numeradores y denominadores por 1,10; no pasa absolutamente nada. En definitiva, se puede mantener exactamente las mismas combinaciones de bienes, o lo que es lo mismo se mantiene el poder adquisitivo. Sigo sin entrar en las elecciones, sino que trato de explicar las posibilidades.
Pero ahora imaginemos que el precio del bien A sube un 10%; el precio del bien B se mantiene; y hay un acuerdo para mantener el poder adquisitivo, de forma que (imaginando que los dos bienes ponderan a la mitad), los sueldos suben un 5%. ¿Qué ocurrirá?.
La nueva situación implicaría que por tanto, si destinásemos toda nuestra renta al bien A, sería una cantidad menor, (porque los ingresos suben un 5%, mientras el precio sube un 10%); mientras que si destinásemos toda nuestra renta al bien B, podríamos consumir mayor cantidad del bien; por tanto el área que representa lo que podemos consumir cambia de la siguiente forma:
Para las personas que consumían en la zona azulada, (las marcadas en el punto rojo), nos encontramos que simplemente no pueden seguir consumiendo en esta zona. A pesar de que en teoría se haya mantenido el poder adquisitivo, la realidad es que este ha cambiado y aquellas personas que tuviesen su consumo muy centrado en el bien que se encarece, tendrán que ajustarse necesariamente.
En este caso podremos sacar más conclusiones, pero quedará para otro post; y voy a pasar a otro análisis que va a ser más clarificador para entender lo que está ocurriendo. Imaginemos que la renta cae, (bien por una caída de los sueldos, bien por una subida de impuestos, bien por una combinación); y sube el precio del bien A.
En este caso, tanto el poder adquisitivo de A, como el de B, caen y la representación gráfica sería muy sencilla:
Si nos damos cuenta, lo que tenemos es que el poder adquisitivo de esta persona se reduce. De tal forma que todas aquellas personas que estaban en la zona azul o en la línea, se encuentran ahora en un punto en el que tienen que hacer un ajuste porque ahora mismo no pueden consumir lo mismo que antes.
De esta forma, tenemos una representación muy gráfica de la pérdida de poder adquisitivo, y como podemos comprobar, ahora mismo, todo el mundo tiene que dejar de consumir; incluso el producto B que recordemos que no varió de precio.
Esta es la representación gráfica de lo que ocurre con las posibilidades de cada persona, cuando ocurren los eventos citados; Para saber lo que ocurre con el país, no tenemos más que agregar las decisiones que ha tomado todas y cada una de las personas. Como podemos ver, unas personas estarían en los puntos verdes y otras en los puntos rojos; lo que significa que unas tendrán que ajustarse obligatoriamente y otras no estarán obligadas, (¡aunque probablemente cambiarán también sus hábitos de consumo!; recordemos que sólo estoy hablando del marco en que nos movemos).
Pero ahora nos deberíamos preguntarnos que ocurre en el mercado del bien B; donde existen empresas y consumidores. Si nos damos cuenta, estoy asumiendo que en el mercado del bien B no ha variado nada; (el precio no ha subido, los productos siguen siendo los mismos…); pero esta asunción parte del olvido de que hay muchas personas que debido a la renta y a los precios de los demás productos tienen que reducir el consumo de este bien.
Por lo tanto, si nos vamos a las gráficas de oferta y demanda de toda la vida, lo que nos encontramos es que para el mismo precio del bien B; tendremos una demanda menor; tendríamos por tanto que la gráfica sería la siguiente:
Lo que ocurriría es que en este mercado, tanto la demanda del bien, como el precio caerían; lo cual significa invariablemente que la facturación de las empresas que producen el bien se reduce y pasa de ser el área grande al área sombreada pequeña.
Claro que se puede intentar evitar la caída de precios y demanda, que es inevitable cuando se reduce el poder adquisitivo y se desploma por tanto la demanda. Se puede evitar la subida de precios de mil formas, pero las circunstancias de la demanda y la oferta seguirán siendo las mismas, y en lugar del gráfico anterior lo que tendremos es una situación como la que se puede ver en el siguiente gráfico:
¿Y todo esto a que viene?. Pues viene a tratar de explicar algunos post del pasado, como el que trataba de explicar lo que estaba pasando con Air Comet, (o Viajes Marsan); trata de explicar la serie de mandan los idiotas, (en el que trataba de explicar esto mismo de forma más relatada a cuenta del ajuste de mayo); y un poco más actual, (aunque con cierto aire retro), para tratar de explicar que las medidas de los bancos centrales están provocando DEFLACIÓN, (y no hiperinflación, ni estanflación ni similares)