Buscando una forma de definir el vértigo, me he enterado de que realmente no se ha de confundir con el “miedo a las alturas” o “Acrofobia”; por lo que quizás haya cometido un error que espero sea perdonable. Sin embargo, como supongo (o espero), que normalmente entendemos el vértigo como el miedo a las alturas, voy a seguir profundizando en el error.
Si cogemos a cualquier grupo de personas, lo suficientemente amplio encontraremos que la mayoría de ellas tienen cierto miedo a las alturas, (probablemente todas); pero sin embargo existirá una diferencia entre la situación que pueden soportar. Habrá personas que no puedan subir a una escalera normal y corriente, otras tendrán el miedo en un balcón del primer piso, otras en un balcón de un rascacielos y otras lo sufrirán en un precipicio.
Lo normal es que cuanto mayor sea la altura, mayor será el número de personas que tengan algún tipo de problema; ya que si alguien tiene miedo a un primero, lo tendrá también en un piso 32, pero en el 32 puede haber personas que tienen vértigo a esta altura, pero que no lo tienen en el piso 1º.
Sin embargo cuando hablamos de los mercados financieros, esta sensación de vértigo parece que se comporta de una forma un tanto extraña. En puro sentido común, el sentimiento debería comportarse de acuerdo a la evolución de los índices.
Si un inversor analiza un determinado valor; llegará a una conclusión de un precio al que puede llegar. En consecuencia, el precio de compra es importante, debido a que comprará el activo si la cotización actual es inferior al precio que se le supone. Vamos, que invertirá si es alcista. El mismo razonamiento es a la baja; si una persona piensa que un valor está demasiado alto respecto a su potencial, pues lo normal es que será bajista.
De hecho esta es la base mínima sobre la que se asienta cualquier razonamiento de la eficiencia de los mercados. Cuanto más elevado sea el precio, más caro será el activo, y por tanto menos rentable. Cuanto más bajo está el precio, más baratos será el activo y por tanto más rentable. Por supuesto, lo mismo opera para aquellas posiciones bajistas; Cuanto más alto, se supone que mayor será la probabilidad de que el precio baje, (porque está más alto), y por tanto más posiciones bajistas deberían existir, y al revés; cuanto más bajo este un precio, se supone que menos bajistas existirían porque resulta que el precio es más bajo.
Este razonamiento tan sencillo que, repito, es la base para la eficiencia de los mercados, no se cumple hoy en día en los mercados financieros. En marzo de 2009, con los índices en mínimos, resulta que todo el mundo era bajista, y sin embargo en los momentos actuales, (con los índices al doble, el triple o incluso mayores, de los valores de la época resulta que la mayoría de alcistas es abrumadora.
La afirmación de que la especulación sirve para estabilizar los mercados, porque los inversores compran cuando está barato, (lo que hace subir los precios) y venden cuando está caro, (lo que hace bajar los precios); no se sostiene desde que recurrentemente se comprueba la validez de la teoría de la opinión contraria, que básicamente dice exactamente lo contrario.
Está claro que las razones de que cuando la demanda de activos sea superior cuando el precio sea mayor, son las mismas que al final permiten la existencia de burbujas, que según las teorías de que la especulación equilibra los mercados serían teóricamente imposibles. ¿Cómo va a existir una burbuja si a medida que sube el precio baja la demanda de este activo financiero?. Pues es fácil entender que si las burbujas existen, (y espero no tener demasiados problemas para justificar su existencia), lo que es claro es que en estos activos, la máxima de la especulación como estabilización es una teoría imposible.
Cuando hablamos de volúmenes crecientes con la subida de precios, (rasgo de un mercado alcista), o con la bajada de precios, (característica de un mercado bajista), o cuanto tenemos un predominio total y absoluto del análisis técnico, (que tiene ciertas limitaciones), lo que implica que tenemos un predominio de la explicación de los precios en base al pasado, (en lugar del futuro), está claro que tendremos burbujas o su explosión; y la gran duda estará en determinar el rendimiento.
Pero defender que la especulación equilibra los mercados, es cuando menos imprudente desde el punto de vista teórico. Por supuesto, podríamos aparcar la teoría, si comprobamos que la práctica va por otro lado, pero en realidad tenemos que los mercados están completamente descontrolados en los últimos años, con numerosos activos que multiplican varias veces su precio, para luego caer en picado y luego subir espectacularmente, todo ello mientras la economía sigue una línea recta.
Cojamos cualquier mercado en el que haya especulación masiva, y comparémoslo con cualquier mercado en el que no haya existido especulación y empíricamente podemos analizar las diferencias de precios y podemos comprobar que la especulación y la volatilidad van de la mano, ¡incluso con ingentes esfuerzos de los bancos centrales y gobiernos por estabilizarlos!.