En junio de 2011, se conoció la admisión a trámite de una denuncia contra gran parte de la familia Botín, a cuenta de evasión de impuestos al estar estos entre las fortunas que aparecieron en la lista de nombres de la sucursal suiza de HSBC, que a lo mejor tenemos que aclarar a la familia citada que no es BSCH, (por si se han liado al ir a dejar el dinero a su banco y han acabado erróneamente en otro con las mismas siglas, aunque con distinto orden).
Ya en su día me pregunté (ingenuamente), por lo que iba a ocurrir con el resto de las personas de la lista, que iba a hacer la CNMV con las incidencias detectadas y también que iba a hacer el Banco de España. Y lo que parece es que no están haciendo absolutamente nada. Y digo parece, porque lo curioso es la actuación de la prensa, (o mejor dicho, tanto la actuación como la no actuación).
Lo de este país empieza a ser un poco preocupante ya, porque si nos damos cuenta el tema de la denuncia a Botín, salió un día o un par de días y posteriormente nos hemos encontrado con el silencio más absoluto. Absolutamente nada ha trascendido y parece que nadie se ha puesto a investigar, a tirar de confidentes, buscar filtraciones y demás cosas que son absolutamente comunes en la mayoría de los casos que acaban en los tribunales con personas de cierta relevancia pública.
No es una sorpresa tal tratamiento, porque ya en diciembre de 2009, me preguntaba por la curiosa sensación que a uno se le queda cuando se admite una trámite una denuncia por cohecho contra Garzón, a cuenta de unos pagos de la entidad a este juez, y se acaba acusando al sobornado de aceptar un soborno, sin que nadie pregunte por el sobornador, que era público y notorio. Se puede discutir si existió el cohecho, se puede discutir si se buscaba algo, pero lo que no tiene sentido es que se acuse al que cobra y no al que paga, (a menos que fuese una extorsión y la denuncia no fue por esto).
Pero si el silencio y la nula investigación sobre este y otros casos es denunciable, lo curioso es lo que nos encontramos en los artículos que sí han salido publicados y que en ningún caso se han dignado meterse con la única persona a la que el calvo de Telecinco, (ahora en La Sexta), pone el “Don” delante.
En este sentido las teorías sobre lo que ha pasado para explicar esta demanda han sido de lo más peregrinas y desde luego surgen más de las ganas de apoyar a una persona con notorio poder, que de la lectura del auto, del análisis de la realidad y de una mínima coherencia a la hora de explicar los hechos.
Por ejemplo; en Cotizalia, nos hemos encontrado a Luis Trigo explicando lo que ha pasado. Basicamente, nos cuenta que el problema que han tenido los Botín a la hora de regularizar, ¡es que no existía procedimiento y por tanto no sabían!. Por supuesto, nos cuenta que la demanda penal difícilmente puede prosperar debido a que las personas denunciadas han mostrado claramente su voluntad de regularizar de forma completa y veraz.
Este tipo de argumentos son desde luego muy absurdos, porque está claro que si alguien tiene recursos o posibilidad de recursos, para conseguir cualquier cosa en la administración es esta persona en particular. Recordemos que estamos hablando de una persona con una doctrina penal propia, con un CEO condenado por el supremo por estafa, pero que sigue operando con toda normalidad, con todos los servicios jurídicos del mundo, (aunque supongo que bastante liados en bastantes procedimientos de todo tipo y color), y con la capacidad de crear trust, fundaciones y todo tipo de estructuras societarias y fiduciarias, de tal forma que la titularidad “formal o fiduciaria”, no correspondía con las titularidades materiales, y unas personas con la capacidad de esconder la participación de un 12% de un banco del IBEX, y lograr arreglar después de unos cuantos años, (ni se sabe cuántos), tal situación con la CNMV y el Banco de España, (que supongo que tampoco tienen un procedimiento especifico para estos casos).
Pero, ¿estoy buscando argumentos para intentar demostrar que si la familia Botín hubiese querido regularizar de forma clara, completa y veraz, lo hubiese conseguido?. Sin embargo del auto se desprende muy claramente, que existen numerosos escritos presentados a lo largo del tiempo, que realmente solo se entienden como requerimientos a dudas y aspectos pocos claros que va dejando la documentación. ¿Por qué se han presentado tantos escritos?. Pues es muy sencillo, por requerimientos no escritos desde la agencia tributaria.
De hecho en la página 4 del auto del juez, se hace constar claramente que las actuaciones se han venido ralentizando desde febrero (del 2011), debido a que no ha sido factible a la representación de los obligados tributarios la aportación de la documentación requerida.
Por tanto, y dado que parece que el problema fundamental está en la aportación de la documentación referida y en la complejidad de la aportada, resulta curioso entender que estos obligados tributarios hayan decidido colaborar plenamente, (máxime cuando en el auto constan un buen numero de subsanaciones de la familia). Por descontado, parece un poco alejado de la realidad culpar a la administración tributaria del hecho de que en un año no hubiesen sido capaces de dictaminar sobre la realidad de las declaraciones presentadas, siendo este otro de los argumentos que han salido a la luz en todos los medios. Evidentemente, nada se puede decir acerca de la bondad o maldad del trabajo de los inspectores a los que les ha caído este marrón, pero por lo menos indiciariamente, de todo el panorama, si en toda en esta historia alguien parece que se aproxima a lo que es lo correcto, este sería el caso.
Pero debemos entender que uno de los procedimientos más comunes a la hora de enfrentarse con la administración, y sobre todo teniendo en cuenta la prescripción que estaba a la vuelta de la esquina, es marearla, es retrasar las actuaciones todo lo posible, y por supuesto facilitar toda una serie de documentación que justifique las pretensiones, confiando en que no surja nada más. ¿No es conveniente tener en cuenta esto ni tan siquiera como opción?.
Pensemos en una teoría conspiranoica, e imaginemos (por imaginar), que estas personas de esta familia, no tenían todos los huevos en la misma cesta. Es decir, imaginemos que sólo una parte de los fondos de toda esta estructura creada ad hoc, (como se reconoce) estaba depositada en las cuentas de HBSC. Esto supondría que lo inicialmente detectado no sería más que una parte, la punta del iceberg o bien el extremo del hilo del que tirar, (como se quiera mirar). Imaginemos que existen pues otros fondos sobre los que no se han pagado impuestos, otras inversiones en otras cotizadas, (supongo que los fondos se invertirían), no declaradas y quizás incluso participaciones en otras entidades financieras no comunicadas al Banco de España. ¿Qué harían unas personas en este caso?. Pues tienen dos opciones, o comunicar todo esto a la primera o tratar de jugar con la normativa, la ley y las limitaciones que la administración tributaria tienen, (incluyendo la posibilidad de torpedear el procedimiento, de llamar a la prensa y de soltar cuatrocientos mil abogados a parar el procedimiento).
A finales de abril de 2011, el servicio de inspección de la agencia tributaria, emite varios informes en los que se hace constar que no va a poder comprobar a tiempo estas declaraciones presentadas, de tal forma que el 13 de mayo de 2011 se pone en conocimiento de la fiscalía toda la situación, lo cual lleva a las diligencias de finales de mayo que finalizan en la denuncia presentada. Esta serie de fechas es muy importante para tratar de desmontar otra de las teorías que nos hemos encontrado por ahí.
La famosa teoría de la conspiración de Rubalcaba, (que parece omnipotente a veces), y que cuenta que el gobierno ha actuado contra Botín en venganza de lo que se ha vendido como un golpe de Banco Santander al gobierno. El 31 de mayo de 2011, Santander intentó la colocación de unas cedulas territoriales, que fracasó.
Dicho fracaso no fue conocido hasta el 10 de junio, y por noticias de fuera de España, (ya le tocó post en su día). Como explicaba en este post, lo que se estilaba en todos los medios era la frase: “Santander no tiene problemas, pero…”. Pues uniendo el fracaso de la colocación con la demanda, nos hemos encontrado con una explicación de los hechos en los que Botín, había fracasado adrede en la colocación de las cedulas territoriales para de esta forma enviar un mensaje al gobierno, que a su vez se ha cabreado y en consecuencia ha forzado la denuncia por la evasión. En este esquema de argumentación se unen todos los hechos, y queda más o menos a salvo la entidad, (que ya no fracasa, sino que desarrolla una táctica maquiavélica), a la vez que explica la denuncia.
Lo malo es que Santander no ha fracasado adrede, porque no tiene sentido tirar adrede por los suelos el valor de una gran parte de activos que tiene en su balance, y por supuesto, porque no tiene sentido de que inicialmente se hubiese afirmado que había sido un éxito, y sólo cuando se descubrió en USA que tal colocación saliese mal, se ha cambiado el discurso a última hora.
Y por supuesto, es difícil entender que además una supuesta acción de Santander el 31 de mayo, hubiese sido la causa de toda la serie de actuaciones y sobre todo de la denuncia en fiscalía que fue previa a dicha supuesta táctica de Santander para desacreditar al estado español.
La conclusión que sacamos es que aparte del silencio, lo que no he sido capaz de encontrar es un medio que se dedicase a informar, y no es posible que una sociedad, (y por tanto su economía), funcione cuando la prensa olvida que a veces las cosas son lo que parecen y se dedican a buscar argumentos y teorías de lo más curiosos para salvar la imagen de una persona, que tiene mucho poder. ¡y precisamente esto es más grave cuando estamos hablando de las personas con mucho poder!.