En junio de 2011, se conocían unas conclusiones de Fitch sobre un posible impago de Grecia. Lo que comunicaba la entidad estaba meridianamente claro:
““Fitch reitera que vería como un canje de deuda con problemas de pago (Distressed Debt Exchange, DDE) cualquier mecanismo que reduzca materialmente las seguridades de los acreedores (o poseedores de bonos helenos), y “si el canje es, o aparenta ser, necesario para evitar la insolvencia o falta de liquidez””
En definitiva, incluso cuando lo que se planteaba en el momento era una opción de prolongar la deuda las agencias de calificación decían que esto era un impago inminente; quizás ahora el tema ha cambiado ya que realmente tenemos un acuerdo por el que se acuerda una quita del 50%, que además existen dudas de si será suficiente.
Ahora tendremos que pensar en lo que van a hacer las agencias de calificación, pero lo más probable es que al final traguen también aceptando pulpo como animal de compañía. A fin y a cuentas si todo el mundo se ha empeñado en que es importante el hecho de que esta reestructuración haya sido voluntaria. En definitiva, todo lo que se dijo con total rotundidad era pura mentira.
Como mentira es todo el tinglado de los CDS, En su día había explicado el funcionamiento de estos productos, y teóricamente son seguros, pero un seguro sirve para cubrir un riesgo. En el caso de los CDS, parece que todo está diseñado para que los que en teoría aseguran nunca tengan que pagar, (ya que no podrán). En definitiva los seguros de impago, no son seguros, sino que son instrumentos que se han usado para especular contra la deuda pública, y desde luego para rescatar a distintas entidades, (en 2008 cuando cayó el sistema financiero, se usaron los rescates a AIG para a su vez rescatar a unas cuantas entidades pagándoles un importe superior al que le correspondería).
Por otra parte, resulta que hasta no hace mucho todo el mundo nos contaba que cualquier reestructuración de la deuda pública sería un desastre total y absoluto. Curiosamente, todo el mundo parece haber recibido la quita a Grecia con una alegría totalmente descontrolada, lejos por tanto de ser un desastre mayúsculo. O fue otra mentira en su día hablar de las quiebras o es una mentira pensar que se ha solucionado algo ayer. O incluso queda otra opción mayor; ¡son dos mentiras!.
Todo el mundo sabía que tarde o temprano se iba a llegar a esta situación, (a nadie le puede sorprender), pero de alguna forma se ha estado mareando la perdiz durante bastante tiempo en discusiones tontas, cuando al final resulta que todo el mundo sabía que se iba a salvar el sector financiero. Ayer se ha acordado lo que todo el mundo prometía hasta hace muy poco que no iba a ocurrir, y lo peor es que todo el mundo lo sabía. En definitiva, estaban mintiendo. ¿Por qué?. Pues para ganar tiempo. El tiempo fue importante para conseguir la gran sorpresa que tenemos, resulta que ahora mismo la banca no está expuesta a la deuda griega. Es curioso, porque parece que ¡nadie tiene deuda griega!. Resulta que la banca alemana y francesa no tienen que recapitalizarse y todos los bancos han subido de forma espectacular. Parece curioso que esto coincida con el día en que el sector pierde tanto dinero; pero quizás debamos entender que a lo largo de este tiempo, “alguien” se ha quedado con la deuda griega. En este caso, tenemos básicamente aquellos fondos que la han comprado con un descuento brutal, (que van a hacer un gran negocio, a pesar de que los cambios por los bonos fuesen mejores) y por supuesto como invitado estrella de la historia el Banco Central Europeo. Todas estas discusiones mientras los bancos centrales compraban deudas, les han venido muy bien a la banca para soltar lastre.
Las mentiras y el tiempo se han usado de forma tan grotesca que en mayo de 2010, se acordó la constitución de un fondo de 750.000 millones de euros. Luego de usar el comodín del impacto de esta cifra, resultó que el fondo era de 440.000 millones de euros, pero que a su vez, en realidad era muy inferior, ya que la mayor parte de los 440.000 millones de euros, tampoco existían, sino que eran en realidad lo que garantizaban los países de la unión europea. Los 250.000 millones del FMI misteriosamente desaparecieron de la escena hace tiempo y jamás se volvió a mencionar el tema.
En julio se amplió el fondo, pero resulta que nadie puso tampoco ni un euro, ya que realmente lo que hicieron los países es incrementar la garantía sobre la deuda del fondo, (España pasó de 50.000 millones a 90.000 millones de garantía). Ahora se habla de apalancar un fondo olvidando que esto ya es el pasado.
El viernes pasado todas las noticias hablaban de que la Unión Europea, pedía más ajustes a España y Portugal. Es la primera vez que España se planta y negocia duramente, (recordemos que en verano se cambió la constitución de forma dramática sin titubear). Por tanto al final resulta que esta vez nos hemos librado. Por descontado, todos tenemos claro que la diferencia con Italia no es otra que el hecho de que estemos a las puertas de las elecciones.
En el mismo sentido se hablaba la semana pasada de que se aplicase un descuento de dos dígitos en la banca española para los ratios de las entidades financieras, que al final se quedó en un dos por ciento, lo que significa que el impacto es mucho menor. Pero ¿un descuento del 2% en la deuda pública?. Por supuesto, otra negociación en la que se han contado unas cuantas mentiras mientras se negocia una cifra que no tiene más realidad que una negociación pura y dura.
En fin, mentiras y más mentiras, para llegar a una situación que recuerda mucho a otra; hubo un momento en el que se acordó que el Banco Central Europeo comprase deuda pública de países en problemas, que se liberaron los primeros 5.500 millones a Grecia y se hiciese un fondo para garantizar los problemas de deuda.
Si nos damos cuenta, estamos haciendo exactamente lo mismo, pero con una subida de las cantidades que tampoco es demasiado importante, y dado que la situación es más dramática que en aquellos momentos, la realidad es que no va a funcionar.
Y mentira por supuesto, es aquella de que todo esto es para que el crédito se reactive, porque todo el mundo sabe que esto no es más que una mentira que no va a funcionar. No deja de ser otra cosa que el dichoso “comodín de la reactivación del crédito”.