Hablo por supuesto, de Nike, y sus míticas zapatillas Air Jordan, emblema de la leyenda de la NBA, Michael Jordan, quien las calzó desde los inicios de su carrera como Rookie, hasta su segunda retirada cuando dejó al mundo alucinado con The Last Shot, canasta que a cinco segundo del final del sexto partido, daba el título a los Chicago Bulls de Jordan, y ponía el broche de oro en una retirada de ensueño.
Os dejo aquí su famosa canasta para que reviváis el vuelo de la aerolínea Air Jordan.
¿Y por qué os traigo esto a una newsletter de bolsa?, Bueno, porque en la historia de su fichaje por Nike, cosa que no le motivaba demasiado, hay una serie de aprendizajes que podemos extrapolar a nuestra vida inversora.
Así que hoy vamos a conocer cómo se gestó el fichaje de la estrella de baloncesto por la firma Nike y qué aprendizajes podemos sacar de ella.
La errática historia del éxito de las Air Jordan
Corría el año 1984, Converse dominaba casi en solitario el mercado del baloncesto con una cuota de 54%, seguida por la alemana Adidas (ADS.DE) con un 29%, y muy alejada estaba Nike con un bronce que le dejaba en el 17% de cuota.
Y es cierto que la firma ideada por Knight y Bowerman, dominaba otros mercados como el del running, o el casual, e incluso patrocinaba deportistas que habían conseguido 4 oros olímpicos.
Pero Nike buscaba más, no solo quería ser una marca deportiva, sino que aspiraba a ser la marca que diera nombre a una categoría de producto, el calzado deportivo, y para ello, necesitaba algo que hiciera soñar a las generaciones más jóvenes.
De ahí su apuesta por entrar en el sector del baloncesto, que ciertamente levantaba pasiones, sobre todo, entre la población con menores ingresos, y muchos sueños y esperanzas.
La visión audaz
Entra en escena Sonny Vaccaro, cazatalentos de baloncesto fichado por la firma Nike, quien rápidamente se fija en un joven Michael Jordan, que había quedado entre los cinco primeros del Draft de Rookies del año, concretamente el 3º.
Y mientras la estrategia de Nike era destinar 250.000 dólares a esponsorizar a tres jugadores junior de la NBA, él decide apostarlo todo ( y más) por el jóven Jordan, enfrentándose a Phil Knight, CEO de Nike, y a su propio equipo de marketing, quienes para nada consideraban cambiar de estrategia. Al fin y al cabo, era mucho más lógico y coherente diversificar. Mejor tres baratos, que uno caro. Y de ahí esperar obtener el codiciado diamante en bruto.
El momentum o la decisión
La familia de Michael Jordan, en especial su madre, Deloris, desempeñó un papel fundamental en la toma de decisiones durante las negociaciones.
Finalmente, y tras muchas reuniones, Jordan aceptó firmar un contrato con Nike por 2,5 millones de dólares.
Lo que debió sudar el bueno de Sonny Vaccaro, para convencer al CEO de Nike, y sobre todo, a la junta directiva, de aumentar el presupuesto de 250.000 dólares a 2,5 millones, para él se quedó.
El nacimiento de un icono generacional
El contrato Air Jordan trascendió los límites del deporte y se convirtió en un fenómeno cultural.
Y es que la campaña no solo se centró en los aspectos financieros, sino que gracias a la visión de Vaccaro, también sentó las bases para el imperio de la marca Air Jordan. La colaboración con Nike permitió que la línea de zapatillas se convirtiera en un símbolo de excelencia deportiva y estilo de vida.
Con todo, las zapatillas que hicieron soñar a una generación.
Y lo que son las cosas, para 2004, Nike adquirió su antigua archienemiga Converse, ampliando aún más su presencia en la industria y diversificando su portafolio de productos.
¿Qué aprendizajes podemos sacar de aquí?
Así pues, esta historia de hoy deberían inspirarnos en el lado de nuestras finanzas personales con las siguientes aprendizajes:
Evita el FOMO.
El FOMO es el acrónimo en inglés de "Fear of Missing Out", que en español se traduce como "miedo a perderse algo".
Por tanto, el FOMO en bolsa es el temor a perderse oportunidades de inversión. Es una emoción que puede llevar a tomar decisiones impulsivas o irracionales en el mercado, basadas en el miedo a quedarse fuera de movimientos alcistas.
Aplicado a nuestra historia, Vaccaro en su apuesta por fichar al mejor del draft, podría haber elegido al nº1, por el que tanto Converse, como Adidas ya estaban realizando irrechazables ofertas. Pero no, no se dejó llevar por los vientos de cola.
Y de igual manera, debemos ser prudentes a la hora de valorar determinados tipos de inversión, sobre todo, si ya cuentan con cierta expectación o están de moda. Hablo de Internet en los 2000, del inmobiliario en 2007, o de las criptomonedas y el metaverso en 2021.
Una de las reglas de oro de la bolsa es que el último 10% lo gane otro. Al fin y al cabo, no merece la pena entrar en sectores cuyas expectativas ya están excesivamente hinchadas o a los que ya se ha llegado tarde, habrá otras oportunidades por ahí. Siempre las hay.
Invierte en valor.
El ojeador de Nike, podría haber escogido tres chicos del Draft de la NBA por 250.000 dólares (entre los 3). Pero no quería 3 buenos, quería uno, el mejor, sobre el que orientar una campaña de marketing personalizada.
De la misma forma, si quieres tener una cartera de 100 acciones para diversificar tu riesgo, estupendo, buena suerte.
No obstante, está demostrado que la atención que le podremos dedicar a cada una a partir de la número 16-18 es bastante menor, en relación al riesgo que estamos soportando. A partir de la número 19 tendemos a descuidarlas más, y luego es cuando pueden llegar las sorpresas desagradables.
No se trata de tener acciones por tener, sino de tener las mejores de diferentes sectores, sin necesidad de que sean un número elevado. Ahí está el secreto de la buena diversificación.
Recuerda la frase de Peter Lynch, Comprar acciones es como tener hijos. No tengas más de las que puedas cuidar.
¿Quieres empezar a invertir en acciones?
Precio Duveen
Y ligado al punto anterior, viene el siguiente.
¿Recordáis la newsletter en la que hablamos de los precios Duveen? Este promotor de antigüedades solía decir: Cuando se compra caro algo que no tiene precio, se consigue barato.
De igual forma, Sonny Vaccaro no invirtió 250.000 dólares en fichar a Michael Jordan, sino 10 veces más, 2,5 millones.
No se trata de dejarse llevar por el FOMO, sino de averiguar cuáles son las acciones o activos que tienen valor, y apostar por ellos, aunque los veamos como caros. Obvio que serán caros, recuerda que tienen valor.
¿Y cómo diferenciar aquellas inversiones de valor de la típica moda para evitar el FOMO? Hace unas semanas estuvimos hablando del método CAN SLIM, al que te dejo enlace para que puedas recordar cómo identificarlas.
Acciones de compañías de deporte
Por último, ya que hoy hemos estado hablando de deporte, no me gustaría despedirme sin dejarte algunas acciones a considerar de empresas deportivas reconocidas por todos.
👉 Para más información: ¿Cómo comprar acciones de empresas deportivas?
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Con todo, más de 20 años después de su retirada definitiva -ya que volvería a jugar una tercera vez-, Michael Jordan sigue siendo considerado el mejor jugador de basket de todos los tiempos, líder indiscutible del Dream Team que se llevó el oro en Barcelona 92 y ganó otros 6 anillos de la NBA. No está nada mal, para un chico que cuando tenía 16 años fue relegado del primer equipo de su instituto por tener una mala defensa, y un promedio anotar ligeramente por encima de la media.
Y por cierto, ya que hemos estado hablando cine, si en este fin de semana, te queda un ratito libre, te recomiendo que eches un vistazo a este artículo para pasar una agradable tarde de domingo: Las 10 mejores películas de economía, finanzas y bolsa