Enlazando con mis dos post anteriores(*), formando una especie de tríptico, publico la tercera parte con las consecuencias que se derivan de los dos anteriores.
Decrecimiento y autarquia mundial.
Siempre se ha dicho (y debe ser verdad) que en las guerras comerciales pierde todo el mundo.
No podemos dudar que algo tan básico lo conoce todo el mundo incluido el presidente de los EE.UU., Trump. Por lo tanto, el inicio de las guerras comerciales a gran escala que comenzó al poco de su mandato, tendría sentido si el objetivo es prepararse para la llegada de la autarquía mundial.
El famoso slogan "America first" propuso pensar primero en América, segundo en EE.UU y por último USA. Las carencias que en ese momento tenía como país, se han ido superando al conseguir, aunque sea brevemente, la ansiada independencia energética. Tanto carbón como gas y petróleo son suministrados desde el interior y excepto el petróleo, lo demás no tiene dependencia de las importaciones. El petróleo canadiense es un mal menor y casi casi como si fuera estadounidense.
Dentro de este plan, encaja la absurda idea de construir un muro en la frontera con México. No sería con la intención de frenar la inmigración actual, sino la avalancha que se produciría por parte de latinoamericanos huyendo de la pobreza, cuando la crisis , finalmente, se presente con toda su crudeza.
También encaja la llegada al fracking americano de las grandes empresas petroleras como Exxon y Chevron. Habían estado ausentes hasta mediados de 2016, cuando decidieron entrar masivamente. Es curioso que conociendo de primera mano, la nula rentabilidad del fracking, planifiquen una expansión gigantesca, mientras venden prácticamente todos los activos, fuera de las fronteras americanas. En el plan autárquico, la independencia energética está por encima de intereses empresariales.
Otro aspecto que se quiere primar en las guerras comerciales es la desglobalización. Rebajas de impuestos a las empresas , y penalizaciones a aquellas compañías que pretendan instalar sus fabricas en suelo extranjero, han sido las medidas puestas en marcha una y otra vez por Trump, para repatriar los puestos de trabajo que se fueron con la apertura de la OMC a China.
Tampoco interesa un reparto con la Unión Europea, porque el pastel va ser reducido sobremanera y no habrá una buena ración para todos . En ese caso Europa es rival y no amigo y conviene pelear por la parte en la que ambos competimos, como la tecnología y la fabricación de coches.
El Brexit, tendría mucho sentido en este nuevo paradigma, donde la especial relación de EE.UU. con Gran Bretaña exige una separación de la Unión Europea, para fortalecer lazos mientras eleva los aranceles a la población europea, en un intento de separar sus propios caminos. No hay amigos en este futuro con los recursos menguantes.
Ya están todas las cartas sobre la mesa. El decrecimiento ha llegado (de momento desaceleración) y el pastel a repartir no solo se ha reducido sino que a partir de ahora seguirá menguando durante bastante tiempo.
El pico del petróleo y "peak everything" está cercano y cambiará la forma de relacionarnos en todo el mundo. Como en el futuro, los recursos no serán compartidos, la autarquía mundial será la nueva política. Algo tan duro y tan distinto a la relación actual exigirá gobiernos autoritarios y dictaduras para encorsetar al pueblo con las nuevas draconianas medidas, dirigidas a preservar la escasez y en su caso a guerrear por los recursos limítrofes.
La política de Trump también ha dado sus primeros pasos en este sentido al evitar todo tipo de conflicto armado. Son conscientes de la inutilidad de controlar el planeta y seguir siendo la policía del mundo y prefieren repatriar sus ejércitos en previsión de una defensa de sus abultados recursos. La petición a los países europeos de un mayor presupuesto de defensa, iría en este sentido, encaminada a fortalecer los ejércitos europeos ante la amenaza guerrera que se va a desatar en el futuro.
El dólar, tan defenestrado en nuestros días, dejaría de ser moneda de referencia mundial y pasaría a ser solo la moneda de EE.UU., sin vínculo con el exterior. Poco importa si el yuan, el euro o el resto de monedas quieren competir por la supremacía mundial cuando el mundo se ha reducido a un conjunto de taifas, con poco o nulo comercio entre ellos.
Todo este plan no creo sea idea de Trump. El famoso estado profundo que mueve los hilos en la sombra es consciente de la situación y sabe bien hacia donde nos dirigimos. Sus acciones (las de Trump claro) solo son un reflejo de la estrategia adoptada.
No crean que esta previsión es una distopía , porque la escasez de recursos está aquí y una de las posibilidades, es la que estoy describiendo. Pasar a ser real tiene altas probabilidades.
Desgraciadamente este futuro tiene marcado a fuego a sus grandes perdedores. Europa y Japón carecen prácticamente de recursos imprescindibles y por ello se entiende la marcada agenda social, donde la transición energética es un objetivo irrenunciable. La necesidad hace virtud y si no tenemos fósiles hay que cambiar a la energía eólica y solar, de las que no carecemos. Los tipos negativos y las inyecciones inacabables de papelitos de colores son las herramientas necesarias para financiar la transición a costa de dinero gratis impreso en los bancos centrales.
Por supuesto, los países ricos en recursos como EE.UU y Rusia, no tienen tanto interés en realizar una costosa transición porque disponen de fuentes en abundancia. China e India están en la parte pobre de los recursos y también les interesa la energía renovable.
La "emergencia climática" de la ONU cobra por fin sentido. Necesitamos cambiar con rapidez de fuentes de energía mientras ahorramos cada escaso barril de petróleo, pero sin alarmar a la población. Las duras medidas en forma de prohibiciones e impuestos tienen que ser socialmente aceptadas, para evitar episodios violentos como los de Ecuador o los "chalecos amarillos" de Francia, por mencionar solo los últimos.
Todas las fichas se han ido colocando para la partida. No quiero preguntar quien ganará porque no me gusta la respuesta.
Saludos.
PD. Hay muchas variantes para explicar el desarrollo del futuro decrecimiento. La que sigue es la versión del autor, que espera estar equivocado por razones bastante obvias.
Desgraciadamente, el complejo entramado que la civilización humana ha necesitado construir a lo largo de su historia para llegar a nuestros días, está basado (sobre todo desde la aparición de los combustibles fósiles) en el crecimiento perpetuo. No permite sobrevivir en estado estacionario porque hemos sobrepasado la capacidad de carga de la Tierra y simplemente, estamos agotando los recursos a una velocidad insostenible. Los últimos cincuenta años nos han introducido en un mundo paralelo, ficticio, donde extraemos recursos escasos con dinero que no tenemos, a costa de abonar en el futuro, una factura impagable.
Aunque sea muy doloroso, el hundimiento de los mercados de valores de renta fija y renta variable (crash) seguido del decrecimiento económico y el colapso social es lo único que quedará cuando los bancos centrales agoten las herramientas para evitar que salgamos de "Matrix".
Cuando el ciudadano normal sea consciente , por primera vez en su vida, de la terrible situación en la que nos encontramos, la debacle será imparable.
Lamentablemente no podemos poner fecha al "despertar". Seguramente los episodios de escasez (o fuertes subidas del oro y la plata, como señal de perdida de control de los bancos centrales), nos darán indicios relevantes de la proximidad del armageddon.
(*) La trilogía de artículos sería.
https://www.rankia.com/blog/pico-petroleo-consecuencias/4385110-por-que-estamos-cenit-civilizacion
https://www.rankia.com/blog/pico-petroleo-consecuencias/4385915-decrecimiento-autarquia-mundial
