Ante el estupor general con que el final de 2015 y comienzos de este año nos han obsequiado las bolsas, las materias primas, las divisas, las tensiones geopolíticas...una entidad, creo que francesa, resumió muy bien la situación: "En una sala abarrotada las puertas de salida parecen muy pequeñas"
Y es una explicación muy correcta pero un tanto parca, un tanto sosa. Voy a intentar darle un aire más hispano, más latino, mediterráneo.
Post en homenaje a los fallecidos: Daniel Jimeno (2009), Fermín Etxeberria (2003), Mattew Peter Tassio ( 1995), José A. Sánchez y Vicente Risco (1980), José Joaquín Esparza (1977), Gregorio Górriz (1975), Juan Ignacio Eraso (1974), Hilario Pardo (1969), Vicente Urrisola (1961) Casimiro Heredia y Julián Zabalza (1947), Gonzalo Bustinduy (1935), Santiago Martínez (1927), Esteban Domeño (1924), Francisco García Gurrea (1910)
Datos de ABC.
El más rápido:Es posible que haya sido el último de los sanfermines de 2015, protagonizado por los Miura, que solo ha durado dos minutos y 5 segundos. En varias webs, como la de 7del7, se recoge que fue el 7 de julio de 1975 y que los toros de Benítez Cubero llegaron a toriles en solo 1 minuto y 50 segundos. ABC no recogió el encierro aquel día, solo la crónica de la corrida de toros, pero sí lo hizo La Vanguardia. En sus páginas se lee que duró 2 minutos y 22 segundos.
El más largo: El 12 de julio de 1958. Duró media hora. Los miuras llegaron a la plaza, pero uno de los toros se negó a entrar en toriles. «Los mozos se le acercaban más que los toreros. Inútilmente (...) Salieron los cabestros. Arroparon al miura. Tiraban de él. Como si no. El miura, terne que terne, en su sitio Entonces, unos cuantos mozos fueron obligando a los restantes a replegarse a la barrera. Todos obedecieron», relataba el cronista de ABC. Al final un pastor «apareció con un perro diminuto color canela», que le ladró a la cara con gran descaro, le mordió las patas hasta que «a los 25 minutos de brega» entró en los toriles. «Un grupo de mozos cogió en hombros al perro y le dieron una vuelta al ruedo, entre entusiasta ovación».
Otro de los encierros que se recuerdan por su duración es el del 12 de julio de 1976. Los toros de Ramón Sánchez y de Arranz tardaron 16 minutos en llegar a la plaza. Hubo un herido muy grave por golpe de manso y cuatro menos graves por asta de toro, así como seis mozos conmocionados por golpes y una veintena con lesiones leves.
El toro más veloz: 11 de julio de 1997. Un jandilla de 598 kilos bautizado como «Huraño» llegó a toriles en 1,45 minutos.
El corredor con más cornadas: 10 de julio de 1984. El militar estadounidense Stephen Townsend fue corneado por un toro de Osborne llamado «Rehilera» hasta 7 veces. Salvó la vida gracias a la atención sanitaria que se le prestó en la misma calle Estafeta. Una de las cornadas le dejó una herida de 40 centímetros y le seccionó la femoral. Al año siguiente, el 13 de julio, el madrileño Domingo Melón fue corneado en cinco ocasiones por «Farrán», uno de los astados de Hernández Barrera. El mismo número de cornadas recibió uno de los «divinos» del encierro, Julen Madina, el 12 de julio de 2004 durante una peligrosa carrera de los Jandilla.
Los toros más peligrosos: «Antioquio» y «Semillero» son los dos toros que han pasado a la historia de los encierros por matar a dos corredores en el mismo encierro. El primero, de la ganadería de Guardiola, corrió el 13 de julio de 1980 y alcanzó mortalmente a José Antonio Sánchez Navascués en la Plaza del Ayuntamiento y en el ruedo a Vicente Eladio Risco Sierra. «Semillero», de doña Carmen de Federico (esposa de Juan Manuel Urquijo), corneó el 10 de julio de 1947 a Casimiro Heredia en la calle Estafeta y al joven Julián Zabalza en la plaza.
La carrera más accidentada: 9 de julio de 1975. Se produjo un montón en el callejón durante el encierro de los Osborne que finalizó con un fallecido, Gregorio Górriz (41 años) y 100 heridos, 17 de ellos graves. «Creí haber visto todo, pero como esto nunca. De verdad que ha sido horrible», declaró el doctor Juaristi, titular de la enfermería de la plaza de toros de Pamplona, según recogió ABC. El 9 de julio de 1994 la Cruz Roja atendió a 107 personas tras la carrera de los Miura, con heridas leves.
Un año sin heridos por asta de toro: 1967.
El encierro con más corneados: 12 de julio de 2004. Los Jandilla dejaron el triste récord de 8 empitonados, entre ellos Julen Madina, y más de 80 heridos. La ganadería volvió a hacer historia hace tres años por la muerte del joven Daniel Jimeno Romero.
Familias cogidas. El 10 de julio de 2003 Javier Hermosilla y su Iñaki fueron cogidos en Santo Domingo por el mismo toro de Jandilla llamado «Pegajoso». Cuatro años después, el 12 de julio de 2007, «Universal» cogió a dos hermanos estadounidenses Lawrence y Michael Lenahan. El toro de Marqués de Domecq se quedó rezagado y corneó a siete mozos en uno de los encierros más peligrosos.
El toro más pesado: 12 de julio de 1982. «Tortolillo», un jabonero de 697 kilos.
Encierros por duplicado: Hasta en ocho ocasiones entre 1904 y 1932 hubo que realizar una segunda carrera media hora después del primer encierro porque algún toro se negó a salir de los corrales de Santo Domingo en la tradicional carrera.
La ganadería más asidua:los Miura. Desde que se inauguró la actual plaza de toros en 1922, han acudido en 49 ocasiones a las fiestas de San Fermín. Los Cebada Gago son otros habituales en las fiestas. Debutaron el 12 de julio de 1985 en Pamplona y desde entonces han dejado más de cuarenta corneados.
Volviendo a lo nuestro: Invertir en Bolsa es correr un encierro cada día en el que podemos salir indemnes, contusionados, fractura craneoencefálica, cornada o muerto.
Las autoridades, policía local pamplonica (léase reguladores) comprueban a diario que el trabajo de los carpinteros (léase bancos y brokers) han dejado el vallado en perfectas condiciones, revisan el recorrido expulsando sin contemplaciones a los borrachos (léase chiringuitos) y a las 8h empieza el encierro.
Y ahí puede pasar de todo. Con total seguridad, al 100%, tus compañeros corredores (accionistas) te van a dar cada empujón que te pensarás muy mucho si ya merece la pena el haberlo intentado. También con plena seguridad tendrás miedo y, a veces, pánico que te deja paralizado a merced de lo que pueda ocurrir.
Y no es lo mismo haberte colocado en la Cuesta de Santo Domingo (MAB), que en la esquina de Mercaderes (Ibex) , que en Estafeta (Top Ibex), que en el acceso a la Plaza (chicharros). Cada tramo del encierro tiene sus connotaciones. Y uno debe saber dónde se coloca o dónde debe colocarse en el próximo encierro a la vista de su experiencia personal.
También puede ocurrir, ya menos probable, que el toro (acción) o la manada (mercados) no sea noble y se gire en sentido contrario al recorrido con el gran peligro que ello supone. Los pastores (bancos centrales) intentarán y casi siempre lo consiguen, organizar un cortafuegos mientras los mozos (directivos) intentan encauzar al animal en el sentido correcto de la carrera.
Al final de la carrera: parte de heridos y a almorzar que son fiestas. Igual es en la Bolsa día a día.
Y nunca te librarás si inviertes en Bolsa regularmente de figurar en el Parte de vez en cuando sin poder disfrutar del almuerzo. Y casi nunca te librarás de una contusión más seria. Y si te cornean, es difícil que vuelvas a participar en un encierro pero no imposible. Si recibes una cornada de muerte, no hay más que hablar.
Y llegará un día en que tu cuerpo te dirá que no admite más encierros y te dedicarás a mirar, comentar y almorzar (Plazo Fijo y poco más) comprendiendo que es lo más sabio que podrías haber hecho desde un inicio pero con gran añoranza de emociones y peligros vividos (beneficios altos)
Volviendo al principio: ¿Qué ha pasado en este inicio de 2016? Que los encierros de la economía están muy complicados, poco más. Que el parte de heridos es muy alto con lo que en las próximas carreras se esperan muchos menos participantes y veremos encierros rápidos y espectaculares. De una belleza sin par.
Ojalá que los que estemos leyendo este post, podamos y queramos participar porque sería señal de que somos buenos corredores. Y si hemos resultado heridos, nos queda el orgullo de poder decir que una vez hicimos el encierro.
Bueno, un poco rollo pero mejor que la explicación francesa, ¿no? Porque no es otra cosa.