Los bonos indexados son bonos cuya rentabilidad está vinculada a una magnitud macroeconómica, como puede ser la inflación, el PIB, divisas, entre otros.
Estos bonos suelen ser emitidos por Gobiernos con el objetivo de obtener financiamiento, y se indexan para proteger a los inversores en un entorno de inestabilidad económica.
Los bonos indexados más comunes son aquellos que están vinculados a la inflación, sobre los cuales entraremos en detalle más adelante.
En el caso de países con altas tasas de inflación, los Gobiernos podrían emitir bonos indexados a la inflación para brindar una mayor seguridad a los inversores extranjeros.
Otro punto importante es que estos instrumentos comenzaron a ser emitidos en la segunda mitad del siglo XX. Ello, en un contexto en el que no existían otras herramientas de cobertura para los inversores, como los
futuros y las
opciones.
Tipos de bonos indexados
Existen los siguientes tipos de bonos indexados:
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Bonos indexados a la inflación: Los pagos se ajustan en función de la evolución de los precios.
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Bonos indexados al PIB: Su rendimiento varía de acuerdo con el crecimiento económico.
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Bonos indexados a los commodities: Los retornos que ofrece se adecúan según el movimiento de materias primas como el petróleo, el cobre, entre otros.
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Bonos indexados a divisas: El rendimiento se ajusta según la evolución de una moneda (recordemos que una moneda cotiza en función de otra). Los pagos se realizan en una moneda diferente a la del país emisor.
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Bono alcista y bajista: Los retornos dependen de la evolución del mercado, concretamente, de un índice bursátil. En esta categoría, tenemos dos tipos, los bonos alcistas, donde el rendimiento aumenta cuando también sube el índice (y viceversa), y los bonos bajistas, cuyo rendimiento se incrementa cuando el índice cae, es decir, la relación es inversa.
Bonos indexados a la inflación
Los bonos indexados a la inflación protegen al inversor ante la pérdida de poder adquisitivo que causa la inflación.
Estos instrumentos están referenciados al Índice de Precios al Consumo (IPC) y pueden estar indexados a la inflación de dos formas:
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El cupón: Variará en función del IPC, y la rentabilidad aumentará o disminuirá en función de este indicador.
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El principal: Es el valor nominal el que se ajusta a las variaciones del IPC. En caso de que exista deflación, percibiríamos una cantidad menor a la inicialmente aportada.
Estos bonos nos permiten mantener el poder adquisitivo frente a la inflación y diversificar el riesgo de nuestra cartera de activos.
Los bonos Indexados a la Inflación más conocidos son:
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IPS (Inflation-Protected Securities).
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TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities), si son los bonos del Tesoro americano los que están referenciados a la inflación.
Ejemplo de bono indexado
Veamos un ejemplo de bono indexado. Supongamos que se trata de un bono cupón cero (emitido a la par) con un valor nominal de 20.000 euros, se emite a un tipo de interés de 5% y su vencimiento es a un año. Además, está referenciado al IPC.
Ahora, imaginemos que durante el tiempo del bono, el IPC pasó de 310 a 317. Esto significa que el factor de indexación sería:
317/310=1,0226
Por ende, la inflación fue de 2,26%, y el tenedor del bono recibiría al vencimiento:
20.000*(1+5%)*1,0226=21.474,19
Recordemos que este tipo de bono, al expirar, devuelve el principal más intereses, solo hay un pago al final. Y, en este caso, no solo multiplicamos por el tipo de interés (5%), sino por el factor de indexación (1,0226).
En el ejemplo, el rendimiento que el inversor ha recibido es:
(21.474,19-20.000)/20.000=7,37%
En cambio, si el bono no fuera indexado, el rendimiento del bono sería solo de 5% y el inversor recibiría 21.000 euros al vencimiento.