Cupón

Un cupón es el pago periódico que brinda un bono o cualquier otro activo financiero. Se expresa como un porcentaje y se concreta en un monto de dinero que recibe el tenedor del instrumento.

El cupón se denomina usualmente en términos de la tasa cupón, que es la suma de los pagos anuales entre el valor nominal del activo en cuestión.

Por ejemplo, el valor nominal del bono es de 30.000 € y paga 600 € dos veces al año, el cupón anual es de 4%. Lo calculamos de la siguiente forma:

Suma de los cupones: 600+600= 1.200
Cupón: 1.200/30.000=4% 

En ese sentido, vale aclarar que el bono puede contemplar pagos anuales, semestrales, trimestrales, etc, todo depende de los términos establecidos por el emisor.

Los cupones suponen unos ingresos regulares para el inversor y finalizan una vez que el bono ha vencido.

Otro punto a tener en cuenta es que existen algunos tipos de bonos, denominados bonos cupón cero, que no pagan cupones, sino que realizan un último pago al vencimiento, donde se desembolsan los intereses ganados más el principal.

Otro punto importante a aclarar es que el rendimiento de un bono es diferente al cupón. El rendimiento se calcula como la suma de los pagos anuales entre el valor al que se negocia el activo en ese momento (que puede diferir del valor nominal). Por ejemplo, continuando con el ejemplo señalado líneas arriba, si el valor del mercado del bono es de 28.000 €, el rendimiento es:

1.200/28.000= 4,29%

El término bono hacía referencia originalmente a bonos físicos. El problema con estos, es que se podían perder, dañar o ser robados. Y el inversor necesitaba presentar esos cupones para recibir su pago.

Otro inconveniente es que estos bonos podían ser atractivos para ser empleados en actividades ilícitas como el lavado de activos. Ello, debido a que eran anónimos, y el beneficiario era simplemente el portador.

Este tipo de bonos al portador hoy en día están en desuso y los inversores tienen a su disposición los medios electrónicos para registrar los activos de su propiedad.

Es importante saber que los cupones pueden ser fijos, es decir, que se mantienen constantes hasta al vencimiento del activo, por ejemplo, en 5%. Pero también puede ser un cupón variable, cuando está vinculado a un tipo de interés de referencia o un índice bursátil. Este es el caso de los bonos con cupón flotante.

Por ejemplo, el interés del bono puede estar referenciado al euribor, estableciéndose un margen de 0,25% (25 puntos básicos). Es decir, si el euribor es de 2,5%, el cupón será de 2,75% (2,5%+0,25%). Si en el siguiente periodo, el próximo trimestre, por ejemplo, el euribor sube a 2,75%, el cupón será de 3% (2,75%+0,25%).

En la descripción del bono flotante se especificará la frecuencia de los pagos y de las revisiones en la tasa o índice de referencia.

Supongamos que tenemos un bono emitido a la par con un valor nominal de 15.000 €, con vencimiento a tres años, pagos semestrales y un cupón anual de 6%. 

Los pago semestrales serían:

15.000*6%/2=900/2= 450

Dividimos entre dos porque se hacen dos pagos al año. 

Otro caso puede ser el de un bono (emitido a la par) con tasa flotante con los siguientes datos:

Valor nominal: 18.000 €
Vencimiento: 6 años
Frecuencia de pagos: anual
Tasa cupón: Euribor+20 puntos básicos (revisión anual)

Tenemos entonces el siguiente cuadro:

Cada pago anual se calcula multiplicando el valor nominal por la tasa cupón. Ejemplo:

Pago del 2023: 18.000*4,1%= 738 €

*A la parte del cupón devengada y no pagada en una fecha determinada entre el cobro de dos cupones, se le denomina cupón corrido. Su importe se añade al valor del bono cuando se compra o vende en el mercado secundario con cotización ex cupón

*Aunque nos hemos referido principalmente a bonos, aclaramos al inicio que otros activos financieros pueden pagar cupones, y usualmente estamos refiriéndonos a instrumentos de renta fija.

*Artículo escrito en colaboración con @luis-angel-hernandez