Un robo advisor es un servicio de gestión de inversiones online que utiliza algoritmos y tecnología automatizada para ofrecer asesoramiento financiero y gestionar carteras de inversión de manera eficiente y económica. Estos servicios están diseñados para ayudar a los inversores a tomar decisiones de inversión basadas en sus objetivos, tolerancia al riesgo y plazos de inversión.
Un 'robo advisor', también conocido como asesor robot o robot-asesor, es una plataforma digital de gestión de
inversiones que utiliza algoritmos y tecnología avanzada para administrar de manera eficiente las
carteras de inversión de sus clientes. Aunque el nombre puede evocar imágenes de robots humanoides sentados detrás de un escritorio, la realidad es bastante diferente.
Estos asesores digitales han revolucionado el mundo de las inversiones gracias a la creciente digitalización y automatización. Por un lado, han democratizado el acceso a la gestión de inversiones, tradicionalmente reservada a inversores con grandes cantidades de
dinero, y por otro, han introducido una forma de inversión más objetiva y basada en datos que puede ser beneficiosa para aquellos
inversores más principiantes, que no cuentan con tanto conocimiento.
El funcionamiento de un robo advisor es sencillo. Los inversores rellenan un cuestionario en línea para establecer sus
objetivos de inversión, sus metas financieras, su tolerancia al
riesgo y su horizonte de inversión (
largo,
medio o
corto plazo). A partir de esta información, el algoritmo del robo advisor selecciona y gestiona un
portafolio de inversiones adecuado. Este portafolio suele estar compuesto por fondos cotizados en bolsa (ETFs) que representan diferentes categorías de
activos, como
acciones,
bonos,
bienes raíces y commodities. A través de un proceso llamado 'rebalanceo', el robo advisor va ajustando periódicamente el portafolio para mantener la
diversificación y la asignación de activos deseada.
El atractivo de los robo advisors radica en su conveniencia y accesibilidad. No se necesita experiencia en inversiones para usar uno, ya que el asesor digital se encarga de todos los aspectos técnicos. Además, los robo advisors suelen tener
comisiones más bajas que los
asesores financieros humanos, y muchos permiten empezar a invertir con pequeñas cantidades de dinero. También ofrecen a los
inversores la tranquilidad de saber que sus inversiones están siendo gestionadas de manera objetiva y basada en datos, en lugar de estar sujetas a las emociones humanas o a conflictos de intereses.
No obstante, a pesar de sus ventajas, los robo advisors no son para todos. Algunos inversores pueden preferir el trato personal y el asesoramiento más detallado que ofrece un asesor financiero humano. Además, aunque los algoritmos de los robo advisors son sofisticados, pueden no ser capaces de tener en cuenta todas las complejidades y particularidades de la situación financiera de un inversor.
Finalmente, aunque el término 'robo advisor' puede parecer futurista, la idea de automatizar la gestión de inversiones no es nueva. En la década de 1980, los inversores ya utilizaban sistemas automatizados para realizar
operaciones bursátiles en los
mercados financieros. Sin embargo, los avances en la tecnología y en la inteligencia artificial han permitido desarrollar sistemas mucho más sofisticados y accesibles para el público en general.
En esencia, los robo advisors son un claro ejemplo de cómo la tecnología está cambiando la forma en que manejamos nuestras finanzas y hacemos inversiones.
Origen e historia de los robo advisors
Los robo advisors representan una evolución natural en el mundo financiero que ha sido posible gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. No obstante, los orígenes de esta herramienta digital no se encuentran en un punto específico en el tiempo, sino que son el resultado de la confluencia de varias tendencias.
La gestión automatizada de inversiones comenzó a tomar forma en la década de 1980, cuando los inversores institucionales empezaron a usar sistemas informáticos para llevar a cabo operaciones de compra y venta en los mercados financieros. Estos sistemas permitían ejecutar operaciones de gran volumen con rapidez y eficiencia, lo que resultaba esencial en un contexto de creciente globalización y liberalización de los mercados financieros.
En la década de 1990, con el auge de Internet, la gestión de inversiones se hizo cada vez más accesible para el público en general. Los inversores individuales comenzaron a tener acceso a una gran cantidad de información financiera y a poder realizar operaciones de compra y venta a través de plataformas de inversión en línea. Esto sentó las bases para el surgimiento de los robo advisors.
Fue en la década de 2000 cuando los robo advisors empezaron a tomar forma tal y como los conocemos hoy en día. En respuesta a la creciente demanda de servicios de inversión más accesibles y asequibles, varias startups fintech comenzaron a desarrollar plataformas de inversión automatizadas que utilizaban algoritmos para gestionar las carteras de inversión de los clientes. Entre las primeras empresas que introdujeron robo advisors se encuentran Betterment y Wealthfront, ambas fundadas en Estados Unidos en 2008 y 2011 respectivamente.
Estas plataformas se popularizaron rápidamente debido a su conveniencia y a sus bajas comisiones. Además, su aparición coincidió con la crisis financiera de 2008, que generó desconfianza en los asesores financieros tradicionales y creó demanda de alternativas más transparentes y objetivas.
Desde entonces, el mercado de los robo advisors ha crecido exponencialmente. Según algunas estimaciones, se espera que los activos gestionados por robo advisors alcancen los 2,5 billones de dólares en 2023. Además, la oferta de estos servicios se ha diversificado y hoy en día hay robo advisors para todo tipo de inversores, desde los más conservadores hasta los más arriesgados.
En resumen, la historia de los robo advisors es la historia de cómo la tecnología y la innovación pueden transformar una industria y hacerla más accesible y beneficiosa para el público en general.
¿Cómo funciona un robo advisor?
Ya sabemos lo que son, y la evolución de los robo advisors. Visto eso, veamos lo importante, o lo que es lo mismo, cómo funciona esta herramienta.
El funcionamiento de un robo advisor es sencillo y se basa en la automatización y la gestión algorítmica. El objetivo es tomar decisiones de inversión en base a modelos matemáticos, eliminando así el sesgo emocional que puede afectar a las decisiones humanas.
Para empezar, cuando decides usar un robo advisor, lo primero que haces es responder a un cuestionario. En él se te pregunta sobre tu situación financiera, tus objetivos de inversión y tu tolerancia al riesgo. La idea es entender cuánto dinero estás dispuesto a invertir, qué rendimiento esperas obtener y cuánto riesgo estás dispuesto a asumir.
Una vez que tienes claros estos puntos, el robo advisor crea una cartera de inversión personalizada para ti. Para ello, utiliza algoritmos que procesan toda la información que has proporcionado y la combinan con modelos de inversión y análisis de mercado. Los algoritmos seleccionan una mezcla de activos que se adapte a tus necesidades y objetivos. Normalmente, estas carteras se componen de una variedad de fondos indexados o ETFs, que replican el rendimiento de un índice de mercado en particular.
Una vez que tu cartera está creada, el robo advisor se encarga de todo. Vigila constantemente el mercado y ajusta tu cartera cuando sea necesario para mantenerla en línea con tus objetivos. Por ejemplo, si un sector del mercado está en alza, el robo advisor puede decidir vender algunos de tus activos en ese sector para bloquear las ganancias. Si otro sector está en baja, puede decidir comprar más activos en ese sector para aprovechar los precios más bajos.
Finalmente, el robo advisor también se encarga de la reinversión de dividendos y del rebalanceo de la cartera. Esto significa que si un activo en tu cartera crece más que los demás y altera la distribución inicial de tu cartera, el robo advisor vende parte de este activo y compra otros para mantener la proporción original.
En conclusión, un robo advisor se encarga de toda la gestión de tu cartera de inversión.
¿Debo utilizar un robo advisor?
Decidir si un robo advisor es la opción adecuada para manejar tus inversiones depende de varios factores. En términos generales, estos son algunos aspectos que podrías considerar para tomar una decisión.
Primero, tendrías que considerar tu nivel de conocimiento y experiencia en inversión. Un robo advisor podría ser ideal si eres un inversor principiante o si simplemente no tienes mucho tiempo para dedicarle al seguimiento y análisis de los mercados financieros. Al automatizar el proceso de inversión, un robo advisor puede tomar decisiones basándose en algoritmos avanzados, lo que te quita a ti la presión de tomar esas decisiones.
En segundo lugar, debes pensar en tus necesidades y objetivos. Un robo advisor puede ser muy eficiente para ayudarte a alcanzar metas financieras a largo plazo, como ahorrar para la jubilación o la universidad de tus hijos. Si tus metas son más a corto plazo o si necesitas un asesoramiento financiero más holístico, quizás prefieras trabajar con un asesor financiero humano.
Por otro lado, también deberías tener en cuenta las tarifas. Los robo advisors suelen tener tarifas más bajas que las de los asesores financieros, lo que puede hacerlos más atractivos si estás empezando a invertir y no cuentas con un gran capital. Sin embargo, es importante entender bien la estructura de tarifas y estar seguro de qué se ajusta a tus expectativas.
Por último, pero no menos importante, está el factor de la comodidad y la preferencia personal. Si te sientes cómodo utilizando la tecnología y prefieres las interacciones digitales a las humanas, entonces un robo advisor podría ser una buena opción para ti. Por otro lado, si valoras la interacción personal y el asesoramiento personalizado, puede que prefieras trabajar con un asesor humano.
Recuerda, al final del día, la elección de un robo advisor debe basarse en tus necesidades individuales, tus metas financieras y tu nivel de comodidad con la tecnología.
Ventajas y desventajas de un robo advisor
¿Aún tienes dudas sobre si debes o no utilizar un robo advisor? ¡Vamos a tratar de ofrecerte un poco más de luz para que puedas decidir!
Utilizar un robo advisor puede ser una gran decisión, la cual conlleva un gran número de ventajas. Pero como todo en la vida, nada es perfecto, y los robo advisor también presentan una serie de desventajas que conviene señalar.
En este sentido, los robo advisors presentan un interesante conjunto de ventajas y desventajas, y en este apartado vamos a conocerlas.
Ventajas
Entre las ventajas, destacan:
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Facilidad de uso: Los robo advisors suelen ser muy sencillos de utilizar. Normalmente, solo tienes que responder a algunas preguntas sobre tus metas financieras y tu tolerancia al riesgo, y el robo advisor se encarga del resto.
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Bajos costes: En comparación con los asesores financieros tradicionales, los robo advisors suelen tener costes más bajos. Esto es porque están automatizados y no requieren de la intervención humana para gestionar las inversiones.
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Accesibilidad: Los robo advisors están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. No necesitas concertar una cita para hablar con ellos, y puedes acceder a tus inversiones en cualquier momento.
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Inversión mínima baja: Algunos robo advisors permiten comenzar a invertir con cantidades muy bajas, lo que los hace accesibles para un público más amplio.
Desventajas
Entre las desventajas, podemos mencionar:
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Falta de personalización: Aunque los robo advisors pueden ajustar tu cartera de inversión según tu perfil de riesgo, la personalización puede no llegar al nivel que un asesor financiero humano podría proporcionar.
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Limitaciones en el asesoramiento: Los robo advisors son geniales para gestionar inversiones, pero no pueden proporcionar asesoramiento en otras áreas de las finanzas personales.
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Falta de interacción humana: Algunas personas prefieren tratar con un asesor humano, especialmente cuando se trata de decisiones financieras importantes. Con un robo advisor, la interacción humana es mínima o inexistente.
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Menor capacidad para manejar situaciones complejas: Si tienes una situación financiera particularmente compleja, como la planificación de la sucesión o la gestión de inversiones inmobiliarias, un robo advisor puede no ser la mejor opción para ti.
Es importante tener en cuenta que no todos los robo advisors son iguales. Algunos pueden ofrecer más personalización o asesoramiento en áreas más amplias que otros. Lo más importante es investigar bien y encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades.
Los mejores robo advisors
¿Lo tienes más claro ahora? Si es así, veamos algunos de los robo advisors más reconocidos del mercado.
En el universo financiero, hay algunos robo advisors que, por su eficacia, servicios y reputación, se destacan del resto. Veamos algunos de los más reconocidos:
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Betterment: Uno de los primeros robo advisors en salir al mercado, y hasta ahora uno de los más grandes. Betterment se destaca por su diversidad de opciones de inversión y por la facilidad de uso. La empresa ofrece una variedad de cuentas de inversión, incluyendo cuentas de jubilación y cuentas fiscales.
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Wealthfront: Este robo advisor es conocido por su avanzada tecnología y sus servicios automatizados de inversión. Ofrece una variedad de cuentas de inversión y una selección de ETF diversificados.
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Nutmeg: Este es uno de los robo advisors más destacados en el Reino Unido. Nutmeg es conocido por su enfoque en la transparencia y la sencillez, haciendo que la inversión sea fácil incluso para los novatos.
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Scalable Capital: Con sede en Alemania, este robo advisor se destaca por su uso de la tecnología para adaptar las inversiones de los clientes a su tolerancia al riesgo.
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InbestMe: Este robo advisor español ofrece una gama de carteras ETF diversificadas y cuenta con un equipo de expertos financieros para ayudar a los inversores a tomar decisiones.
Estos robo advisors han ganado reconocimiento por varias razones. Algunas de estas incluyen la facilidad de uso de sus plataformas, su atención al cliente, la transparencia en cuanto a las comisiones y los costes, la diversidad de sus inversiones, y su capacidad para adaptarse a las necesidades y al perfil de riesgo de cada cliente.
Por último, recuerda que, antes de seleccionar un robo advisor, debes investigar y elegir el que más te convenga según tus propios objetivos y circunstancias financieras.
¿En qué activos invierte un robo advisor?
Un robo advisor invierte en una variedad de activos para construir una cartera diversificada que se adapte al perfil de riesgo y a los objetivos de inversión de cada cliente. Entre los activos en los que suele invertir un robo advisor, se encuentran los siguientes:
Los Fondos Negociados en Bolsa, o ETFs, son uno de los activos más comunes en los que invierten los robo advisors. Un ETF es un fondo de inversión que se negocia en bolsa, al igual que una acción individual. Puede representar una cesta de diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, commodities o incluso un índice de mercado. La diversidad que ofrecen los ETFs permite a los robo advisors construir carteras diversificadas con un único tipo de activo.
Los bonos también son un activo común en las inversiones de los robo advisors. Los bonos son esencialmente préstamos que los inversores hacen a entidades, como gobiernos o empresas, que necesitan financiación. A cambio, el emisor del bono se compromete a pagar al inversor un interés y a devolver el capital inicial en una fecha futura determinada.
Las acciones individuales son otro activo en el que pueden invertir los robo advisors, aunque son menos comunes que los ETFs y los bonos en las carteras de estos asesores automatizados.
Los fondos mutuos también pueden formar parte de las carteras gestionadas por robo advisors. Son fondos de inversión que agrupan el dinero de varios inversores para invertir en una variedad de activos.
Otros robo advisors pueden invertir en activos alternativos, como los bienes raíces a través de los REITs (Real Estate Investment Trusts), o incluso en criptomonedas.
Es importante recordar que la selección de activos de un robo advisor depende de muchos factores, incluyendo el perfil de riesgo del cliente, sus objetivos de inversión, y las circunstancias económicas actuales. La principal función del robo advisor es monitorizar y ajustar la cartera de inversión para mantenerla en línea con estos factores.
Ejemplo de robo advisor: Betterment
Una forma efectiva de entender los robo advisors es a través de un ejemplo real. Echemos un vistazo a Betterment, uno de los primeros y más conocidos robo advisors en el mercado.
Betterment es una compañía basada en Estados Unidos que utiliza algoritmos y tecnología digital para ofrecer servicios de gestión de inversiones automatizada a sus clientes. Es un ejemplo perfecto de cómo un robo advisor puede simplificar el proceso de inversión para los individuos.
Cuando un cliente se registra en Betterment, la plataforma le hace una serie de preguntas para entender sus objetivos financieros y su tolerancia al riesgo. Esto podría incluir preguntas sobre su edad, ingresos, metas financieras a largo plazo (como la jubilación o la compra de una vivienda) y cuánto riesgo está dispuesto a asumir en sus inversiones.
Con esta información, Betterment utiliza su tecnología para crear una cartera de inversiones personalizada para el cliente. Esta cartera se construye principalmente con ETFs, representando una variedad de clases de activos como acciones, bonos, inmuebles y, en algunos casos, incluso exposición internacional.
Una vez que la cartera está en marcha, Betterment se encarga de gestionarla de forma continua. Esto incluye el rebalanceo automático, que es el proceso de comprar y vender activos dentro de la cartera para mantener las proporciones adecuadas de cada clase de activos en función del perfil de riesgo del cliente.
Además, Betterment también ofrece servicios adicionales como la optimización fiscal, que busca minimizar la cantidad de impuestos que el cliente tiene que pagar sobre sus inversiones.