La correlación hace referencia a la estadística que mide la relación entre dos variables. Al hablar de mercados financieros, la correlación puede aplicarse a cualquier tipo de activo (acciones, fondos de inversión u otros).
Podemos calcular la correlación entre dos acciones que forman parte de un fondo de inversión, por ejemplo. Entonces, la correlación ofrece información sobre cómo actuará la acción 1 cuando la acción 2 suba o baje.
La correlación resulta de dividir la covarianza entre el producto de la desviación típica de las dos variables en cuestión. Esto, con el objetivo de tener una medida normalizada de la relación entre las dos variables que permita comparar fácilmente la intensidad de esa relación con otras correlaciones (Ver artículo enlazado de la covarianza).
La fórmula de la covarianza (s) es la siguiente, donde x e y son las variables estudiadas y n es el tamaño de la muestra:
Asimismo, la desviación típica o estándar de cada variable se calcularía de la siguiente manera:
Vale precisar que x e y son las variables analizadas. La x con el acento (la línea encima) es la media o promedio aritmético de la variable x. De igual modo, la y con acento es la media de la variable y.
Luego, para calcular la correlación (r), dividimos la covarianza entre x e y, entre la multiplicación de las dos desviaciones típicas:
Cómo se interpreta la correlación
Las correlaciones tienen un valor que oscila entre -1,0 y +1,0, pueden ser positivas o negativas. Así, cuando en un fondo de inversión observamos una correlación positiva entre dos activos que la componen, significa que estos valores están muy relacionados. Por ende, si uno sube, el otro también subirá. De igual modo, si uno baja, el otro también bajará.
Por ello, los fondos de inversión con correlaciones positivas entre todos sus activos se caracterizan por ser más volátiles que aquellos que muestran correlaciones negativas.
Una ventaja de la correlación positiva es que permite maximizar los beneficios porque cuando los valores están al alza, todos subirán al mismo tiempo. Sin embargo, también implica un mayor riesgo porque cuando uno cae, todos bajan.
En el lado contrario, cuando las correlaciones son negativas (denominadas también inversas), los valores tienen un comportamiento opuesto: unos suben mientras que otros bajan. Un fondo de inversión con esta correlación negativa implica menos volatilidad y más seguridad. Esto, ya que cuando unos valores caen, otros aumentan, lo que minimiza los riesgos y ofrece la posibilidad de generar menos pérdidas, pese a que el inversor no maximizará la rentabilidad.
Cuando la correlación es igual a 0, se da la situación en la que no hay ninguna relación lineal.
Cómo saber la correlación de los fondos de mi cartera
En el mercado nos encontramos con opciones gratuitas para analizar una cartera de fondos. Una de las mejores herramientas es un X-Ray.
Un X-Ray nos proporciona información sobre los mercados en los que invertimos, tipos de activos, ratios y la correlación de los fondos de nuestra cartera.
A continuación, mostramos un ejemplo donde el inversor tiene un portafolio que coloca el capital, al mismo tiempo, en dos fondos de inversión (Antes nos estábamos refiriendo a la correlación de los activos que componen un fondo de inversión, pero el indicador estadístico es el mismo).
Ejemplo de un X-Ray:
En la sección "matriz de correlación", puedes ver cuál es la correlación de todos los fondos de nuestra cartera.
En este ejemplo en concreto, vemos que la correlación entre ambos fondos es positiva. Esto significa que los dos se comportan de forma similar en época de subida y bajada.
¿Dónde puedo conseguir un X-Ray? Hay comercializadoras que ofrecen este servicio, como es el caso de MyInvestor, Renta 4 Banco, MAPFRE, etc.
Asimismo, también tenemos foreros que han construido su propio X-Ray a través de unas plantillas Excel que las puedes conseguir en los siguientes foros:
Debemos tomar en cuenta que la correlación no significa causalidad. Es decir, que dos variables estén correlacionadas no implica que una cause a la otra.
Para explicarlo de otra forma, dos variables pueden moverse en la misma proporción (en el mismo sentido o en sentidos opuestos), pero esto no significa que una genere la otra. Puede ser que la correlación no tenga ningún fundamento teórico.
Por ejemplo, puede hallarse una correlación entre la cantidad de barberías en una ciudad y el número de animales domésticos por familia. No hay relación aparente entre ambas.
Ahora, pueden existir casos en los que hay una tercera variable no considerada, que es la que explica la correlación. Por ejemplo, puede haber una relación entre la cantidad de basura generada en una ciudad y la cantidad de gimnasios. Ambas variables no parecen tener relación, pero, si nos detenemos a pensar, ambas son producto del crecimiento poblacional. Cuanto más gente habite la ciudad, más basura se genera, y más gimnasios abren.
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